Ciclonudismo: el desnudo frente a la indolencia vial

“Ahora sí nos ven”, es el lema fundamental. En el sentido de convocatoria, esta Asamblea de Ciclismo Urbano organiza una forma de protesta en donde el planteamiento es llamar a la visibilidad del usuario en la vía. Conseguir la atención con el desnudo en bicicleta y el propio cuerpo representando lo endeble y lo frágil que puede ser un ciclista en medio del caos citadino.

“Si la bicicleta es el vehículo, pues nuestro cuerpo es la carrocería. Nuestros derechos a coexistir con el resto de los vehículos como ciclistas urbanos cobra la forma del desnudo. El hecho del descuido y del atropello quedan vigentes en tan sólo una acción, no tan solo en las calles de las ciudades, sino en las carreteras. Cuando participé en la primera Ciclonudista no me desnudé completamente y después sí”, nos relata Néstor Delgado, ciclista urbano e integrante de la Asamblea de Ciclismo Urbano de Caracas.

Los asistentes a la ciclonudista del Sábado 11 de Junio, realizaron un periplo que comprendía tanto el Municipio Libertador como Chacao. El contraste político de las dos entidades no se hizo esperar. Mientras que Chacao se mostró presto y rápidamente garantizó los permisos, Libertador puso ciertos frenos a la movida, a pesar de que todo el apoyo policial fue activo y notorio y no se presentó ningún percance. Sin embargo, en algún momento, la Alcaldía planteó la solicitud del pago de 10 unidades tributarias por la movilización “En Libertador existe un problema con cualquier tipo de manifestaciones y ocurren este tipo de trabas.”

Desencuentros de una ciudad polarizada

No obstante, queda la reminiscencia de los altercados que hubo en la última rodada ciclonudista que transitó el Centro de Caracas, San Agustín y San Martín, entre otros. Eran tiempos difíciles. Las tensiones sociopolíticos de 2014, protestas y guarimbas persistían como tema sensible en la dermis chavista de la Capital.

En la antepenúltima Ciclonudista hubo bastantes inconvenientes y mucha agresividad y rechazo. Néstor nos cuenta lo sucedido.

– ¿Qué fue lo que pasó entonces allí hace dos años?

– En ese momento la ciudad tocaba la época delicada de las protestas. El tema de la guarimba estaba a tope. Se malinterpretó todo en las zonas populares como La Concordia o San Agustín y la gente lo tomó como algo impuro, obsceno y vulgar mezclado con lo “escuálido” que se podía asumir de la movilización.

– ¿Hay un tema político de por medio?

-Al gobierno le incomoda cualquier movilización o protesta, los desequilibra. Ellos prefieren que la gente no salga. Así no sea una protesta en contra del gobierno, como es el caso nuestro.

– En conclusión. En zonas que claman por el fervor revolucionario no dejaron transitar a ciclistas desnudos.

– Impera la doble moral de que lo desnudo es pagano, prohibido. Tú sabes.

 – Cosa que no respeta ideologías.

-No. Es algo que está en la cabeza. Nos lanzaron botellas y fuimos agredidos.

 –  ¿A dónde llegaron?

– A San Martín. En la Esquina de Jesús. Antes de la O’ Leary nos obstruyó el paso la Guardia y dijeron “o se visten o no siguen”. Tuvimos que hacerlo antes de llegar a la Plaza de los Museos. Entendimos que el Oeste de Caracas no era un tema fácil para el ciclonudismo.

– ¿Tú dices que de pronto pensaron que son unos «hippies escuálidos»?

– También podría ser. Ahora te pueden confundir con lo que sea.

– Pero en la convocatoria de 2015 hubo apoyo de la policía y bomberos en tres municipios abiertamente opositores.

– Y ahí sin embargo hay una crítica al cuerpo. Al pipí chiquito y a la gorda fea. No se trata de eso tampoco.

Pudor, atropello y sexismo

Al conversar con Vanessa Vargas, sociólogo, miembro activo del colectivo Ser Urbano, cuenta que nunca había pedaleado desnuda. Pero que, mientras pedalea en falda por Caracas, la cuestión se convierte en un tema álgido. Antes de la partida de la rodada del Sábado, Vanessa leyó un manifiesto en voz alta que dejaba claro los preceptos y fundamentos de la movilización y, más allá del simbolismo de la vulnerabilidad que se quiere representar, también alude al tema de la crítica, la estética y el morbo.

«Sólo se puede exhibir el cuerpo cuando es mercancía y cuando se vende es a través de un patrón estético. Es una demarcación bien definida en la cual las jevas cuando ven a otras personas que se desnudan y que tienen cuerpos normales desaprueban la exhibición cuando en realidad es una forma normal .»

– Lo del pipí chiquito…

– Eso es un clásico de la ciclonudista. Además del pudor, la idea es despojarse de esos estereotipos estéticos que tenemos. Con nuestra piel. Estrías. Celulitis. Grasas. Parte de demostrar el tema de que nuestro cuerpo es una carrocería cobra forma también de reto para la gente que participa, porque se tiene que despojar de formas estereotípicas nada fáciles.

– ¿Y la onda del bodypainting qué?

– Néstor: Está bien, pero yo no lo hago. Es un lío para quitarse esa pintura después.

Nos cuenta Néstor: «El bodypainting lo que hace es sentir un camuflaje, al menos para los primerizos de la ciclonudista. Hay que tener en cuenta que este símbolo de desnudez es tan sólo desprotección.

Vargas relata que, más allá del ciclismo, Venezuela es uno de los países con mayor índice de muertes por accidentes automovilísticos. Arrollamientos. Implicaciones trágicas entre alcohol y volante. Y sobre todo velocidad.

«Cuando te pasa un automóvil a toda velocidad por tu lado la capacidad de reaccionar es ínfima porque si haces cualquier movimiento te matan».

– Sabemos que se trata de solo un día conmemorativo: el de “mi cuerpo es mi carrocería” ¿Pero cómo haces para rodar cotidianamente sin peligro y con cautela en una ciudad como ésta?

Vanessa: Alerta y sentido común. Respetar las reglas de tránsito tal como son. Y sobre todo ir con confianza. Siempre con una trayectoria clara, sin titubeos, porque no sabes en qué momento te pueden chocar. Hay que ver a tus 180 grados.

– ¿Cómo se debe reaccionar «caraqueñamente» si un “conductor energúmeno” te lanza el carro?

– Néstor: No creo que en plan de reclamo agresivo consigas nada. Quiero decir, en el nivel de violencia al que estamos acostumbrados por supuesto que te van a “sacar la piedra”, pero generalmente no vas a lograr que la persona entienda que tú también estás transitando en la vía como cualquier otro vehículo.

– Vanessa: Si llegas a tener un altercado con un conductor es probable que más bien se ensañe y se te pegue intencionalmente. Ha pasado. Pueden incluso abrir la puerta para golpearte sólo por diversión. Eso también ha ocurrido. Y en vías como la Av. Libertador, por ejemplo.

Vanessa también roza con otro tópico de interés: el tema del sexismo y de las bicicletas y su percepción en nuestra sociedad. Además de los piropos y no-tan-piropos que caen en el improperio y el acoso.

– ¿Cómo sucede eso cuando vas en bici?

– Bueno, a veces es peor porque eres más llamativa. Una mujer ciclista llama mucho la atención: existe una especie de protección paternalista que también raya en el machismo. Todo tiene que ver en cómo vas vestida. Ir en falda, por ejemplo. En otras ocasiones los que dedican más el tema del ciclismo al aspecto deportivo, los que llaman “bicilycra” se ponen muy críticos con la indumentaria o por el sencillo uso de no llevar casco. Pero el mismo que me regañó una vez por no usarlo se venía comiendo la flecha. No usar casco no es una infracción. Es sólo facultativo.

La organización activa

Se puede decir que la Ruta Ciclonudista 2016 fue un éxito y su buena receptividad y asombro relucía entre los transeúntes y conductores de la Av. Casanova, la Francisco de Miranda (altura El Rosal), Av. Fco. Solano, Av. Libertador, Av. México, Av. Lecuna y Parque Central. Docenas de bicicletas organizadas lograron paralizar por varios momentos todas estas arterias viales emblemáticas de la ciudad con una buena carga de alegría, consignas, pintura. Casi una fiesta.

Cada año se intensifican las campañas para promover el uso de la bicicleta como alternativa urbana al resto del transporte «convencional». Un desinteresado despliegue de personas se ocupa de organizarse, rodar en grupo, realizar actividades urbanas en las que no puede faltar la Masa Critica: una reunión de ciclistas urbanos que todos los últimos miércoles de cada mes, se reúnen en Plaza Venezuela en hora pico para rodar por las calles sin un destino definido.

Este tipo de acciones tienen un apoyo divulgativo tanto gráfico como escrito. Lydia Solymar, otra de las personas que forman parte de la comitiva ACUC es comunicadora visual y realizó una campaña para promocionar el evento del sábado. “Colaboro con lo que se hace en cuanto a Comunicación Gráfica de la ACUC.”

“En el aspecto de verse desnudo a nivel de compromiso social y urbano la del sábado fue de las rodadas más importantes que se llevan a cabo en el año por ser la que más impacto causa. Obviamente el tema de estar desnudo tiene sus problemas en ciertas estructuras mentales locales. Es decir, reconocer el cuerpo como algo natural. Se crean los tabúes. Más allá del cuerpo y todo este tópico queremos mostrar también una forma de comunicación y el símbolo es claro: la fragilidad.»

«Es la rodada que más afluencia de personas tiene – además de la Masa Crítica -. Y además de todo el asunto que conlleva a la vulnerabilidad del ciclista ante los vehículos automotores hay una especie de curiosidad, de morbo, quizá, y eso consecuencia de los prejuicios.»

  -¿Qué pasa con el que no quiera desvestirse completamente pero quiere apoyar la movida?

– Obviamente no es obligatorio un desnudo completo o parcial, pero lo importante es enseñar un poco de esa piel, que es lo único que nos protege cuando estamos rodando. Se sabe que no es fácil, pero por dos años consecutivos he ido desnuda con bodypainting, algunos mensajes pintados, y demás.

– ¿Y no crees que pueda sentirse incómodo en la sillita?

– No lo he probado. Como te dije, sólo he ido en topless y en traje de baño.

–  Hay gente que incluso critica la rodada porque la gente no está completamente desnuda.

– Como te digo, todo depende. El que quiera ir semidesnudo, puede hacerlo. El mensaje es uno solo: no tenemos ningún tipo de protección ante los vehículos automotores que no sea nuestro propio cuerpo.

– ¿Y las Instituciones cómo participan en esto?  ¿En qué momento se le dará la atención reglamentaria a la circulación en bicicleta en Caracas?

– La bicicleta es un medio de transporte que no genera ningún ingreso tributario. Por eso es a veces muy ignorado por las ordenanzas municipales. El gobierno no le ve beneficios. Se está creando una ordenanza en el que, incluso, la normativa podría exigir matrícula, uso de casco y demás. La ley estáría claramente dirigida a generar alguna manera de pagar impuestos por parte de los usuarios .

-¿De verdad eso está en marcha?

– Sí, en Libertador. Los miembros de la Asamblea (ACUC) hemos estado presentes. El documento está sobre la mesa. No sé detallamente de qué va, pero por ahí está rodando. Eso es público.

-¿Pero ustedes creen que eso está bien?

Estaría bien si fuesen políticas de protección a los usuarios ciclistas de la ciudad. Lo que no está bien es que todo esto pueda convertirse en una serie de reestricciones, controles y, por supuesto, en otro foco de “matraqueo”, tan común en el país.

Por fortuna la jornada transcurrió en clara armonía, con una asistencia considerable en comparación con las ediciones pasadas. No solamente acudieron bicicletas, si no también patinetas y patines. Hasta personas descalzas se sumaron al amplio recorrido que la impactante luz de la tarde caraqueña amenizó. La particularidad del evento sacó a muchos del letargo, estado de crisis, ansiedad o neurosis generalizada en nuestra capital para responder de manera muy sencilla a algo diferente.