Viciosidades

El poder del más tarde, más tarde, más tarde

Es el futuro. ¿Es ahora? ¿Cuándo termina esto y empieza lo otro? Luego, luego. Ya va. Por ahí viene la navidad y hay que relajarse. ¿No?

TEXTO: ERVIN "WINCHO" SCHAFER @WINCHOSCHAFER / COMPOSICIÓN GRÁFICA: JUAN ANDRÉS PARRA @JUANCHIPARRA
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Cota mil despreocupada
Corre el año 3.345 de la era cristiana. Ya han pasado mil cuatrocientos años del fin de la Segunda Guerra Mundial. Y unos mil trescientos veinte años del fin de la administración madurista. La acción transcurre en la Cota Mil. La protagonizan Deiner Villasmil y Eyckell Istúriz. Ambos licenciados en leyes de la Universidad Católica Andrés Bello. Ambos con estudios de postgrado y doctorados en Cornell y la Complutense. Y ambos con maestrías en Justicia Penal de la Universidad La Salle, en México. Acción. Bicho, ¿es verdad que te casas con la Titi? Sí, marico. Ahora en enero. Qué depinga esa jeva. Sí, muy depinga la Titi. ¿Y qué tal los viejos? Coño, el viejo murió hace rato. Una depre súper jodida y se fue deteriorando. ¿A ese viejo no y que le iba depinga? Sí, un viejo fajao. Muy trabajador. Abogado también. Qué chimbo, pana. ¿Y qué edad tenía la Titi cuando eso? Estaba chamita. Como unos quince. Creo. Qué chimbo, ¿no? Esa vaina me pasa a mí y no podría. Bueno, pero la Titi guapeó. Ya la conoces. Ahora está resolviendo peos legales con los laboratorios en Europa. Quieren frenar proyectos de leyes en esta región, ¿sabes? Que si uso de marihuana y coca en tratamientos médicos. No, bicho. No sabía. Qué ladilla tener que andar guillao hasta pa´ fumase un porro. Eeeerga, sí, bicho. Qué atraso. Ni hablar. ¿Y dónde van a vivir? ¿Compraste algo? Bueno, salió un chance para comprar apartaco en una vaina que se llama Bosques del Tuy. Más allá de La Unión. ¿Ondejeso? Todo pegao. Más allá de La Unión hay de todo. Colegios, vainaj, automercado, panadería, toa vainaj. ¿Y cómo pagaste eso? Bueno, la Titi y yo teníamos una parte y ella le pidió prestao a la Pfizer y a Merck. Ya tiene veinte años trabajando con ellos y le dieron crédito. Fino, bicho. Qué depinga. ¿Y por qué no se quedan en Alemania? Noooo, pana. Qué va. Eso ejotropeo. Todo pegao. Ese clima ni de vaina. Y coño, los panas están aquí. Marico, ni que te fueras a casar con los panas. Bueno, bicho, pero estás tú. Los demás ni fuman. Y mucha gente se arrancó. Síííí… ¡Qué bolas! Y eso que la vaina está depinga ahora. Ya pasaron mil años. ¿Mil años de qué, güevón? Bicho, el peo madurista. No entiendo. Güevón, ¿te acuerdas de la profe de Historia Política en la Católica? Ufff, sí. Qué bella. Claro que me acuerdo. Bueno, esa profe era nieta de un bicho de oposición en la época madurista. Noooo, qué pálida. Esos bichos eran cualquier vaina. Sí, unos wannabies. Aquello fue peor que diciembre sin real. ¿Y el Aristóbulo no era como abuelo tuyo? No, bicho, nada que ver. Sería más bien tatarabuelo. Pero mi viejo guardó el apellido por una vaina de respeto con la abuela. En la familia todo el mundo está claro que ese señor era una joya. Ahhhh… una joya y tal.

Navidad elemental y el pana infeliz
Broder, ¿y tú crees en la Navidad? No, bicho. No voy pendiente. Pana, qué sangre fría. Qué infeliz eres. Bueno, eso es una excusa para rumbear y gastar plata que no tengo. Nada que ver. Estás equivocado. Es una época de reflexión. Para meditar en las enseñanzas de Cristo. ¿Sabes? El perdón, la compasión y ayudar a los demás. Sí eres parcha. Pura paja cristiana. Esos panas lo que quieren es levantar unos reales y para mí tienen mala reputación. Chamo, eres un ignorante. ¿Te acuerdas de mi primo Ismael? ¿Cómo está esa rata? No, bicho. Ninguna rata. Es verdad. Se separó de Katiuska y se fue un tiempo a la India. Pero anda súper claro con todo. Y ahora volvió y puso un centro de meditación en Mérida. Y ayudan a chamos que andan pegados en crack. Los ayudan y entre todos se ocupan de cultivar vainas. Que si tomates, ají, apio… varias vainas. Ah, qué fino. ¿Y de qué viven? Bueno, esa vaina funciona con ayuda de varias fundaciones. ¿Ves? Van pendientes de levantar real. Pana, ellos están ayudando gente. Esos chamos que andan en la calle… No, bicho. No se puede creer en nadie. Eeeerga, pana. Qué infeliz eres. Pensé que estabas en otro peo. ¿No estabas empatado con esta chama instructora de yoga? No, la Nuri se fue a Argentina. Y abandoné el yoga. Por eso andas todo infeliz y maltripeando. Bicho, tienes que bajarle al peo. ¿Te quedas en diciembre? Sí. Bueno, vente casaemivieja y cenamos allá el 24. Coño, pero es que ustedes hacen su intercambio de regalos y el amigo secreto. Y estoy quebrao. Me deben varias facturas. No, vale. Hace años que no hacemos el intercambio. Cero peo. Te vienes y compartimos un rato. Tipo sencillo. Dale, puej. Gracias, mi pana. No vale. Fino verte y fino que te vengas el 24. ¿Y viene tu prima Lorena? Sí, Lorena se vino unos días. Ufff… me encanta esa chama. Bicho, ya bájale. Es una niña y vino con el novio. Bueno, ¿y? Me parece bella. Ya cállate y te veo el 24. Deja el buceo con Lorena. Vamos en plan navideño.

El amor a tiempo
Julia y Marjorie son muy panas y se acaban de reencontrar en México. Estudiaron juntas en la Central y trabajan en un banco mexicano. Julia estuvo casada y la cosa no duró. Marjorie siempre tuvo claros sus gustos. Y ya tiene tiempo en el DF. Julia llegó apenas hace poco más de un año. Chama, estás bellísima. No, marica. Siempre a la carrera. ¿Y cuándo empezaste en el banco? Hace nada. Como cinco meses con BanMex. Qué depinga que estás aquí. Estás bellísima. No, vale. Más bien reponiéndome. Me separé de Juanchi. Noooo, chama. Qué chimbo. Más depinga el Juanchi. Tan bello. Sí, chama. Pero bueno… No nos tocó y ya. Coño, qué vaina. Bueno, chama pa ´lante. Aquí hay mucha gente chévere. Y el banco está creciendo. Vas a estar depinga. ¿Y tú? ¿Cuándo te viniste? Marica, tengo doce años en México y hace cuatro años empecé en el banco. ¿Y qué tal? Bien. Contenta. Me tratan bien los pinches cabrones. Son todos unos pinches perros cabrones. No manches, güera. ¿Pillas, marica? Ya hablas mexicano. Y estás bellísima… Chama, vamos pal´ cine. Te invito. ¿Y qué hay? Una peli de un nuevo director mexicano. Algo del Amor a Tiempo. Dale, vamos.

Estrés postraumático vacacional
Pana, qué ladilla empezar mamao. Sí, bicho. No descansé nada. Que si el peo pa´conseguir gasolina, paranoia en la carretera, los bichitos de la Guardia… Más nunca. No me calo. Prefiero quedarme en casa. Ver tele y comer una vainita. Y la jeva ya me dijo que vámonos para Buenos Aires en diciembre. Con Copa. Y que es barato. Te mandan a Panamá, luego Bogotá y si todo fluye, aterrizas destruido en Buenos Aires. Olvídalo. Prefiero morir de aburrimiento que dar esa vuelta. Eeerrrga, pana. Lo vuelven loco a uno con las vacaciones. La vaina es un trauma. Que si pasaporte. Bájate aquí. Habla con tal. Paga tanto y te resuelvo. Que si la reserva cambia de precio cada diez minutos. Que si Copa, que si Avior, LanChile mis nalgas. LaTam. Cambian de nombre y el mismo mareo. Una cagada pues. No voy un coño. Sí, bicho. Voy a cancelar todo. Es un parto. Nadie descansa. Las maletas. Compras dos vainas. El sobrepeso. Todo encaletao. Una ladilla completa. Pana, ¿viste Maiquetía? Sí, bicho. Es para llorar. Prefiero volver en peñero que aterrizar en Maiquetía. De pana. Toca volver en peñero y nos caemos a curda con los pescadores. Ese es un buen plan. Nos vamos a Los Roques y ya. Cero pasaporte. Cero maletas y cero Maiquetía. Plomo. Deja cuadrar con la jeva y vemos. Llámala de una. Hola, bella. ¿Puedes hablar dos minutos? Sí, dime. Lo de Copa es un vueltón y Ernesto dice que vámonos a Los Roques. Total. Son diez días apenas. ¿Te parece? Qué ladilla esta cambiadera de planes. La Ceci ya nos tenía espacio en Buenos Aires. Chama, esa vaina es un vapor en esta época. Es como Puerto Ordaz sin brisa. Bueno, cuadra todo y me dices. Dale. La jeva dice que sí. Vamos a darle. Deja que llamo a Norita y pido cuartos en su posada. ¿Ella es la de…? Sí, esa misma. Bella esa mami. Dale, llama de una. Hola, Nora. Es Ernesto. ¿Cómo andas? Hola, amor. ¿Cómo estás? ¿Se vienen en diciembre? Ese es plan. ¿Te quedan habitaciones? No, vale. Qué vaina. Ya vendí todo. Y Ernesto se queda sin aire. Bróder, se está cerrando el juego. Creo que la cagamos. ¿Tu mamá vendió el apartamento de Caraballeda?

Guías espirituales y el poder del más tarde
Bicho, me leí el libro que me recomendaste. Un palo. ¿Verdad que ese pana es un sabio? No sabía que era argentino. Sí, es psiquiatra y tiene como veinte libros publicados. ¿Cómo es que se llama? Diego Gasparini. Ah, como el fantasma amigable. Sí, qué mal nombre. En fin. La verdad es que me han ayudado sus consejos y hago algunos ejercicios. Me gusta ese mantra de: “más tarde, más tarde, más tarde”. ¿Sabes? ¿Cuando no estás de ánimo para ciertas cosas? El tipo recomienda hacer las cosas cuando estamos con buena disposición. Claro y tiene razón. Uno pierde mucha energía en vainas que no queremos hacer. El otro día, mi mujer me dice que hay un acto en el cole y que me toca llevar a los chamos. Y me puse con el mantra, “más tarde, más tarde, más tarde”. Claro, en mi mente. Si lo digo en voz alta, me vuelven loco. Y se va haciendo tarde hasta que es demasiado tarde y no fuimos al acto. Listo. Infalible. Uff, eres un sabio. Bueno y la otra fue con la nómina de la compañía. ¿Sabes? La economía está muy jodida. Llegamos a fin de mes y el administrador me dice que no tenemos para todo el personal. Y me puse con mi mantra, “más tarde, más tarde, más tarde…”. Y se me fue la tarde. Sólo pagamos parte del personal y mañana vemos. Es súper efectivo el mantra porque en el momento de mayor estrés te ayuda a calmar la mente. Bróder, eres un estudioso de esta vaina. No sabía que le parabas a ese tema. Bueno, no son las Sagradas Escrituras, pero sí ayudan en la práctica. Eso, eso. Y lo otro es… ¿cuándo se acaba este peo? No entiendo. ¿Ves? “Más tarde, más tarde, más tarde, más tarde, más tarde…”. Es un mantra muy potente y no lo puede usar todo el mundo. Claro, claro. Es un misterio la vaina.

Apagarás la mente
Y ahora, cierren los ojos. Escuchen los sonidos a nuestro alrededor. Todos acostados. Brazos y piernas extendidos. Procuren sentir su cuerpo de adentro hacia afuera. Una vez más, escuchen los sonidos que nos rodean. Y respiren desde el diafragma. Con su abdomen. Inhalamos por la nariz y exhalamos por la nariz. Boca apenas cerrada. Inhalamos y exhalamos como deseando gemir, pero no lo hacemos. Y así. Unos minutos más. Escuchen ese sonido. Piensen en ese sonido. Y sientan cómo se aleja. Nuestro rostro y torso son el cuerpo de una guitarra. Nuestra boca es la boca de la guitarra. El sonido se aleja y por fin la mente descansa. Y se apaga. Bicho, no conecto con esta clase y eso que la profe me encanta. Pero la vaina me desespera. ¿Cuántas veces has venido? Ya tengo como cinco meses aquí y vengo dos veces por semana. Pero nada. No avanzo. Bróder, no se trata de avanzar. Es para apagar la mente un rato. Sí, pero este culito no me da paz. Es too much. Coño, pana. Ponte serio. La jeva está trabajando. Es su chamba. Eeerga, bicho. Uno no te puede contar nada. Empecé las clases porque tengo peos y quiero bajarle dos. Dale, dale. Que nos cierran el estacionamiento. Chao, profe. Ufff… qué mami. Ya bájale. ¿Y cómo haces tú para andar cool con los peos? Bróder, imagina que la mente es una taza de café. Te tomas el café y pones la taza en la mesa. O lavas la taza. Listo. Nooo. Eso no es así de fácil. Imagina que tienes un destornillador en la mano. Y estás metiendo unos tornillos. Los tornillos entran en la madera y sueltas el destornillador. El destornillador es la mente. Eeerga, bicho. Me estás volviendo loco. Bueno, ya sé. Imagina que vas en un carro. Vas de un sitio a otro. Mientras manejas el carro, usas el volante para cambiar de sentido. Vas en línea recta, curva a la derecha, curva a la izquierda. Y así. Ya me hiciste pensar en la jeva. No te hice pensar en nada. Tu mente es así y sólo piensas en eso. Bueno, ¿y? Es normal. Bueno, trata de disfrutar la clase. Imagina que la clase es un trago. ¿Qué te gustar tomar? ¿Ron, cerveza, whisky? Me gusta todo. Imagina que es un buen ron. O un whisky. Le pones hielo y vas despacio. Y así es la clase. Ve despacio. Disfruta tu vaina y no lo pienses. Dale, ya estoy más claro. Te voy a cobrar la consulta. Estás de psiquiatra.

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