El Fondo de Desarrollo Nacional ha sido siempre un misterio: sus recursos se manejan a voluntad de Miraflores y por más que han salido miles y miles de millones de dólares no ve por ninguna parte el "desarrollo". Transparencia Venezuela acaba de publicar un informe que ofrece nuevas pistas sobre cómo es la fiesta interminable del Fonden
En 15 años de funcionamiento el Fonden solo ha cumplido una vez con la entrega del reporte anual sobre sus actividades. A estas alturas, otro despacho más que no explica lo que hace, ni cómo gasta sus recursos. Pero se trata del Fonden y no es cualquier cosa. El Fondo de Desarrollo Nacional ha manejado miles de millones de dólares del Banco Central, Petróleos de Venezuela y otras fuentes, sin control y sin rendir cuenta alguna.
Por eso la organización Transparencia Venezuela explica así su papel en la historia de la consolidación del chavismo: «Desde su creación en el año 2005 hasta la actualidad, ha fungido como un presupuesto paralelo al servicio del presidente de la República». Transparencia Venezuela divulgó el 13 de junio un extenso informe -«Fonden, una estrategia política para gastar sin control»- basado en documentos a los que tuvo acceso exclusivo y que ofrecen una idea del altísimo nivel de discrecionalidad con el que se ha manejado esto que califica de «desaguadero por el que se despilfarraron recursos que bien pudieron haber servido para evitar que Venezuela cayera en la emergencia humanitaria compleja que la aqueja actualmente».
Entre 2005 y 2015 -en el papel- el Fonden se comprometió a financiar 781 proyectos para los cuales debía pagar más de 174 mil 898 millones de dólares. Para mediados de 2015 ya habría desembolsado -de acuerdo al informe- poco más de 153 mil 117 millones de dólares. Es decir, 87,55%. ¿Dónde está el producto de esas inversiones?
El documento de la ONG muestra cuáles fueron los ministerios que recibieron la mayor cantidad de dinero en ese lapso y los proyectos que absorbieron más recursos y llama la atención en asuntos importantes: «Destaca la asignación de fondos a la creación de obras de gran alcance que quedaron inconclusas, como los hospitales especializados que hoy pudieran ser de gran apoyo para atender la pandemia por la COVID-19. También resalta la asignación de ingentes recursos a proyectos con Cuba y la compra de armamento militar a Rusia y otros países».
¿De cuánto dinero hablamos cuando hablamos del Fonden? En su última memoria y cuenta disponible, el Ministerio de Economía establece que entre 2005 y 2015 el Fonden recibió poco más de 135 mil 008 millones de dólares, de los cuales 86 mil 083 millones los aportó Pdvsa y 48 mil 926 los aportó el BCV. Pero las cuentas no cuadran ni siquiera en esto.
Pdvsa reportó que en esos diez años le entregó al Fonden 81 mil 553 millones de dólares y el BCV reportó 62 mil 823 millones. Esto suma 144 mil 376 millones de dólares. Y esa cantidad representa 9 mil 367 millones de dólares más de lo informado por el ministerio.
«El ministerio dejó de publicar información en 2015, sin embargo, Pdvsa reportó hasta un año después y el BCV lo hizo hasta tres años más tarde», dice el informe de Transparencia: «En los documentos se concluye que entre 2005 y 2018 el Fonden habría recibido, por parte de estos dos entes, al menos USD 145.008 millones». Eso, sin contar los créditos adicionales y los transferencias en moneda venezolana.
El Fondo de Desarrollo Nacional fue un invento puesto en práctica por Hugo Chávez en 2005 y la verdad es que sonaba muy bien eso de guardar recursos para invertir en el crecimiento del país. Una promesa incumplida, queda claro.
«En la práctica, se convirtió en una chequera milmillonaria al servicio del mandatario que favoreció el afianzamiento de su proyecto político y contribuyó al despilfarro del patrimonio público en cientos de programas inconclusos y sin contraloría», resume Transparencia. Y tanto Chávez como Nicolás Maduro han procurado que esa chequera siempre tenga fondos y que su manejo sea centralizado y a discreción de Miraflores. Desde que comenzó a operar con recursos del BCV y Pdvsa, hasta 2020 se han sancionado o modificado al menos once leyes para garantizar recursos y ampliar las capacidades del voraz Fonden donde hasta las empresas privadas de seguros, por ejemplo, han tenido que aportar dinero sin retorno.
En el informe entregado por el gobierno venezolano a la Securities and Exchange Comission de Estados Unidos se asegura que hasta 2016 el Fonden tenía comprometidos 253 mil 200 millones de dólares (913 proyectos) de los cuales había desembolsado 130 mil 900 millones (448 proyectos) pero sin dar mayores explicaciones sobre estas inversiones.
«En la memoria y cuenta del Ministerio de Economía de 2015, también se hace referencia a la asignación de recursos acumulados desde 2005 a 2015», se lee en Transparencia: «Destaca el financiamiento otorgado a 10 órganos de la administración pública, los cuales engloban el 85,11 % del total de recursos comprometidos:
• Ministerio de Economía y Finanzas 25,04 %
• Ministerio de Petróleo y Minería 19,78 %
• Ministerio Transporte Terrestre y Obras Públicas 10,02 %
• Ministerio de Energía Eléctrica 8,41 %
• Ministerio de Industrias y Comercio 7,16 %
• Ministerio de Defensa 4,28 %
• Ministerio de Agricultura y Tierras 3,76 %
• Ministerio de Alimentación 3,46 %
• Ministerio Vivienda y Hábitat 3,21 %».
Los registros a los que tuvo acceso la ONG le permiten hacer los cálculos: «Con la información del documento oficial se corroboró que 19,76% del gasto del Fonden se dirigió a proyectos de infraestructura; 9,50% a servicios de deuda pública y compra de bonos; 41,77% a otras inversiones; y 28,97% a gastos corrientes».
En el apartado «otras inversiones» es mucho lo que entra: «se refieren a proyectos de diferente índole, como la compras de aviones, helicópteros, trenes para el sistema ferroviario Ezequiel Zamora, maquinarias y autobuses; el nanciamiento de proyectos para el fortalecimiento institucional de la red eléctrica; planes de mejoras en el sector eléctrico; expansión de las misiones sociales; transferencias a los Fondos Binacionales —con Bielorrusia, Irán, China—; financiamientos reembolsables a otros países; transferencias para el desarrollo de proyectos en el marco del Convenio Integral de Cooperación Cuba- Venezuela; mejoras en el sector petrolero (Complejo Petroquímico Morón y Ana María Campos entre otros); inversiones en empresas públicas, entre las que destacan las adscritas a la Corporación Venezolana Agraria (CVA) y a la Corporación Venezolana de Guayana, proyecto agrario planicie de Maracaibo, entre otros».
Y entre uno y otro se cuelan elementos curiosos: «Pese a las declaraciones oficiales, no todo ha sido inversión real productiva. Entre 2005 y 2015 el Fonden invirtió USD 8.693,14 millones, es decir, 4,97 % de las asignaciones totales del fondo, en la compra de armamento militar y vehículos de guerra, un gasto elevado para un país sin conflictos bélicos. También destaca la compra de réplicas del sable de Ezequiel Zamora, con una inversión de USD 2,59 millones, que nada tiene que ver con el desarrollo y bienestar del país».
Vamos a repetirlo: 8 mil 693 millones de dólares en equipos militares y 2 millones 590 mil dólares en réplicas de una espada.
La revisión de la data disponible conduce a la ONG a otra conclusión: «Pese a que el objetivo inicial del Fonden especificaba el financiamiento de proyectos del área de educación y salud, estos sectores fueron menos priorizados». Seguridad social, convenios internacionales poco transparentes, vialidad y deuda pública absorbieron -en el papel- la mayor cantidad de los dineros del Fonden.
El caso Cuba lo ilustra bien. En diez años más de 20 mil 971 millones de dólares salieron del Fonden para atender compromisos de convenios internacionales. El Venezuela-Cuba, por supuesto, se llevó la mayor parte: más de 20 mil 461 millones de dólares.
«Sin embargo, en ningún documento o cial se detalla la naturaleza ni el número de proyectos, apenas se menciona algunas áreas, como salud, educación y petróleo, entre otras», advierte el informe de Transparencia. Y añade que Cuba también recibió dinero del Fonden a través del ALBA: más de 727 millones de dólares hasta mediados de 2015. Y hay que sumar otros 21 mil 188 millones a través del Ministerio de Petróleo.
Sobre los proyectos supuestamente ejecutados dentro del país, el informe de Transparencia redondea el panorama: «La manera en la que se aprobaron los proyectos, demuestra que los gastos del Fonden no obedecen a plan alguno y que la decisión de iniciarlos respondió a los intereses de Hugo Chávez y posteriormente de Nicolás Maduro. Si hubo o no licitaciones, se desconoce».
Transparencia ofrece un recuento de la información disponible sobre cada ministerio, pero hay que detenerse en un aspecto de la utilización de ese dinero por parte del despacho de Economía.
«Entre 2005 y mediados de 2015 los recursos asignados por el Fonden para la ejecución de proyectos del Ministerio de Economía ascendieron a USD 44.014,39 millones. De ese total, USD 21.437,29 millones fueron destinados a cubrir insu ciencias presupuestarias por concepto de gasto de personal y prestaciones sociales. El resto se orientó a proyectos de inversión nanciera, pago de deudas y nanciamiento a países aliados. Un mecanismo de auxilio a sus países aliados (ideológicamente hablando) Honduras y Nicaragua, fue la compra de la deuda que estas naciones tenían con el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, Bandes, para luego condonarla».
Generoso con los amigos, el ministerio no solo perdió más de 700 millones de dólares con bonos de Lehman Brothers, sino que le lanzó un buen cable a tierra a un colega sureño: «la historia del mal uso de los recursos del Fonden en instrumentos financieros va más allá, pues parte de estos recursos fueron empleados para adquirir los famosos bonos del sur emitidos por Argentina, que presuntamente dejaron cuantiosas utilidades al presidente Hugo Chávez y a su homólogo argentino Néstor Kirchner».
Para leer y descargar el informe de Transparencia Venezuela, haga click aquí.
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