El pasado 7 de noviembre se cumplieron tres meses de la detención de Requesens, quien fue sorprendido en su residencia la noche del 7 de agosto por funcionarios de inteligencia que se lo llevaron detenido junto a su hermana Rafaela por estar presuntamente implicado en el atentado contra Maduro del día 4 de ese mes.
Rafaela Requesens fue puesta en libertad unas dos horas después, pero Juan sigue encarcelado. Su defensa debe hacer frente a las acusaciones de la Fiscalía en contra del diputado, que incluyen los delitos de “homicidio intencional calificado en grado de frustración”, “terrorismo”, “asociación para delinquir” y “traición a la patria”.
La familia del diputado Juan Requesens emitió un comunicado el 20 de septiembre en el que informaron que lograron entrar a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) para ejercer su derecho a visitar al parlamentario, luego de 44 días de aislamiento en donde no se le permitía verlo.
El 19 de septiembre, los familiares del diputado Juan Requesens se dirigieron al Ministerio Público para exigirle a las autoridades el cumplimiento del debido proceso después de 43 días de detención en los cuales, aseguran, no lo han podido ver tras ser detenido a principios de agosto por su supuesta vinculación con los hechos del 4 de agosto en la avenida Bolívar de Caracas, en los que el Gobierno califica de magnicidio en grado de frustración.
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