5 alimentos extraños que puedes comer en Venezuela
Dentro de nuestra amplia despensa, existen algunos productos que, en líneas generales, resultan exóticos, aunque sean usuales en algunas comunidades
Dentro de nuestra amplia despensa, existen algunos productos que, en líneas generales, resultan exóticos, aunque sean usuales en algunas comunidades
Hablar de «alimentos extraños» es muy relativo porque, según la cultura de cada persona, pueden parecer raros o no. Sin embargo, las comidas que presentamos a continuación son, definitivamente, poco comunes en la mayoría de Venezuela y del mundo.
El profesor Rafael Cartay la define en su libro Diccionario de cocina venezolana como «una araña del tamaño de un huevo de gallina que, con sus patas estiradas, alcanza un diámetro de 25 cm. Los indígenas del sur de Venezuela la comen asada».
El cocinero Egidio Rodríguez explica que los indígenas Piaroa y Yanomami las consumen asadas y aprovechan la carne de las patas y la cabeza. El abdomen se desecha. También comenta que algunas veces vienen con huevos, por lo que el chaman de la comunidad las pisa y ese huevo que sale, lo da a comer crudo con casabe. Confiesa que hasta ahora no los ha probado en ese formato. Aporta más de 100 calorías. El chef confiesa tener un tatuaje en honor a esa araña llamada Goliat.
La carne de la araña mona es muy blanca, y de sabor suave. En textura es similar a la carne de cangrejo.
Por su parte, el chef Nelson Méndez, mejor conocido como «El Chamán», ha utilizado este producto. Hace unos años eran muy famosas sus «chupetas de araña», con la carne preparada en forma de albóndiga.
La tan temida piraña es un manjar. Se come mucho en los Llanos venezolanos, donde abunda y es de fácil pesca a orillas del río. También en el sur de Venezuela se suele disfrutar.
La piraña se encuentra en los ríos Orinoco y Amazonas, la consumen asada, frita o en sopa, y también se se puede obtener un polvo de las ahumadas y luego llevadas al pilón. A este pescado lo asocian con la fuerza, la agresividad y lo afrodisíaco.
En Ciudad Bolívar, el chef Néstor Acuña la ofreció en su restaurante Sarrapia Gastrobar en forma de risotto, en el famoso pelao guayanés (un arroz caldoso) o en una mixtura de fritos.
Según Yordana Medrano, comunicadora indígena warao, el gusano de moriche es totalmente comestible y medicinal para los warao y, por lo general, los consumen asados, con ocumo sancochado o crudo.
«Se le arranca la cabecita y se mastica, es totalmente jugoso«, indica.
Cocineros como El chamán, que han llevado el producto a otras latitudes, han optado por envolverlos en masa para convertirlos en tequeños. De esta forma, la gente tiene más disposición para probarlos y si no te dicen de qué están rellenos, los disfrutas bastante.
Para poder obtener este ingrediente, Egidio Rodríguez, explica: «Primero se debe tumbar la palma de moriche, hacerle unas perforaciones y dejarla ahí por dos meses aproximadamente. El chef aclara que incluso el gusano que viene de la palma de seje es mucho más sabroso que el de moriche. Después de ese tiempo, se extraen los gusanos, se asan o se pueden comer crudos. Egidio sugiere comerlo a la brasa o con piña amazónica o en formato tequeño.
4. Hormiga limonera
Además de ser «alimentos extraños», estos insectos pertenecen a las especies de hormigas cortadoras de hojas. Por su tipo de alimentación presentan un sabor cítrico y se pueden comer frescas o asadas.
Tan solo ponga un puñado de estas hormigas en una sartén, deles un golpe de calor para que salga su aroma y se pongan más crujientes y utilícelas como topping de un carpaccio o como ingrediente para un bombón.
Y, sí, tienen un aroma y un sabor a limonero.
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En Caracas, puedes probarlas en la heladería Fragolate, especializada en productos amazónicos. Tiene 4 tiendas: en Metrocenter, Valle Arriba Market Center, Centro Comercial San Luis y Centro Sambil Chacao.
Conocido también como «bachaco culón», los pemones lo llaman «catara» y el chef Egidio Rodríguez comparte que este picante de catara goza de mucha popularidad debido a sus atribuciones afrodisíacas utilizadas por diferentes etnias así como la sociedad criolla del Amazonas.
Se extrae el yare del prensado de la yuca amarga en el sebucán, se pone hervir cinco horas para que pierda las propiedades tóxicas y se le agrega ajíes y bachacos culones. También existe el kumanche o kumachí que es muy parecido a la catara.
En este caso, son muchos los emprendedores que ofrecen en el mercado nacional distintas marcas de picante con este producto.
Nota: este trabajo fue publicado originalmente en mayo de 2017 y actualizado en noviembre de 2024.