La batata es una planta trepadora perenne, que se puede utilizar como forraje para los animales, así como cultivo de rotación en los campos de arroz ya que contribuye al control de enfermedades y malezas del arroz. Actualmente se siembra en todo el mundo, en especial en los países en desarrollo debido a su fácil propagación y pocos requerimientos de insumos, agua, fertilizantes y a su habilidad de crecer bajo altas temperaturas.
Esta es una de las plantas que se puede aprovechar completamente a nivel gastronómico, ya que tanto hojas, flores y raíz son comestibles. Las flores son de tamaño mediano con forma de corazón, las flores son tubulares y coloridas y la raíz dulce con alto contenido de fibra.
En el área nutricional, la batata a pesar de ser dulce tiene un índice glucémico bajo, es decir, libera lentamente el azúcar al torrente sanguíneo, lo que ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en la sangre, además de tener en todas sus partes (raíces, hojas y flores) vitamina A, B2 y C.
El tubérculo, que es lo más utilizado, por cada 100 gr aporta 113 Calorías, 41 mg de Sodio, 24 gr de Carbohidratos, de los que solo 7 son azúcar, 2,3 gr de proteínas y vitaminas A, C, Calcio, Hierro, B6 y Potasio.
Debido a los niveles de resinas glicosídicas, la batata puede producir flatulencias, diarreas e incluso la purgación drástica, por lo que siempre se debe consumir cocido. Lo bueno es que la batata se puede cocinar, hervida, al vapor o al horno manteniendo buena parte de sus características nutricionales.
¡Ahora no queda más que ir al mercado local y comprar batatas!
Por cierto, el nombre batata proviene del lenguaje taíno y posteriormente arawaco con el que se refieren al fruto mientras que en Náhuatl se llamaba Kamohtli de donde origina el nombre camote.
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