Curiosidades

Las predicciones cumplidas de la revista Clímax

Como una esfera gitana, revista Clímax también predijo, en su momento, varios sucesos que conmocionaron la opinión pública. En su décimo aniversario, recapitulamos aquellos tubazos que coparon las portadas de su versión impresa, movieron al país e hicieron que todos hablaran del tema mucho antes de que otros medios lo hicieran

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Noviembre 2005. Edición 1.

Edgar Ramírez. El comienzo de un sueño, por Jonathan Gutiérrez.

“Hace poco más de un año, en el verano de 2004, Edgar Ramírez viaja a Los Ángeles como protagonista de la película venezolana Punto y raya (de Elia Schneider), con el objetivo de promocionar el filme ante la Asociación de Prensa Extranjera de esa ciudad. Al llegar a California, su agente en los Estados Unidos se pone en contacto con él y le hace llegar el guión de la próxima película de Tony Scott –el conocido director, hermano de Ridley Scott. En una mezcla entre la eficiencia de su agente y los buenos azares que el devenir dispone, Edgar consigue la audición para un casting directo con Scott. Un encuentro privado que los norteamericanos llaman director sessions. Emocionado, pero sin sospecharlo en ese instante, el fortuito hecho le daría al joven actor su entrada a Hollywood”.

La revista Clímax estampó en la portada de su primera edición a Edgar Ramírez apostando, acertadamente, a que él tendría un futuro prometedor en la meca del cine. El actor venezolano considera que la suerte se interpuso en su camino, claro que esta es una mezcla de talento y sentido de la oportunidad. Una serie de eventos muy afortunados lo llevaron a ser uno de los protagonistas de la película Domino dirigida por el ahora fallecido Tony Scott. Su papel como Choco le dio presencia internacional y también le brindó la fortuna de llamar “pana” a Mickey Rourke y a Brian Austin Green. En la entrevista que le realizó Jonathan Gutiérrez relata con entusiasmo febril todo el proceso que transitó desde el cine venezolano hasta el estrellato de Hollywood. En 2004 la ansiedad lo invadía por su inexperiencia, ahora se codea con Robert De Niro -por segunda vez- y Jennifer Lawrence con quienes compartirá la pantalla grande en Joy.

Abril 2006. Edición 5.

Teodoro Petkoff: listo para la pelea, por Jonathan Gutiérrez

2006 estaba lleno de expectativas, era año electoral, la esperanza para muchos de que hubiera una alternancia en la presidencia. En abril todavía no estaba claro quiénes serían los contrincantes de Hugo Chávez, pero en la palestra de la opinión pública se vislumbraban algunas opciones. Teodoro Petkoff era uno de los nombres que resonaba y él estaba dispuesto a asumir el reto, pero no lo había anunciado públicamente. Su revelación a la revista Clímax circuló antes de que él postulara su candidatura.

“¿Cuál es la única motivación que puede estar detrás de mí en un momento de mi vida como este?, pues servir y querer a mi país. Hacer posible que una Venezuela que se encuentra hoy muy traumatizada por el gobierno de Hugo Chávez encuentre una forma de expresarse a través de mí. Y como te acabo de decir, definitivamente creo que me voy a montar en ese ring”. Petkoff terminó retirando su precandidatura en favor de Manuel Rosales, gobernador del Zulia y quien asumió la candidatura unitaria de la oposición en las elecciones presidenciales, donde finalmente fue reelecto Chávez.

Edición 16. Junio 2007.

El humor es de oposición, por Paula Quinteros

A principios de mayo de 2007 Emilio Lovera, Laureano Márquez y Claudio Nazoa cambiaron la sonrisa por un rostro serio para discutir con la revista Clímax el futuro que se le avecinaba a RCTV después de 53 años de transmisión. Al momento de la tertulia el cierre del canal era solo un posible escenario, pero cuando la edición 16 circuló en junio ya se había convertido en un hecho de facto. La salida del aire de RCTV, el 27 de mayo de 2007, solo sirvió para afirmar las opiniones que los humoristas habían compartido en nuestras páginas.

Emilio Lovera decía en aquella entrevista que “el acto de cerrar un medio de comunicación igual que el acto de cerrar un periódico, diga lo que diga el periódico, es un acto propio de una dictadura, entonces yo creo que hay que darle una oportunidad, nosotros tenemos que tener una televisora con quien comparar para así saber qué nos gusta y qué no, y debemos tener el derecho de elegir”.

Noviembre 2010. Edición 46.

Chino y Nacho en su “bla, bla, bla”, por Manuel Gerardo Sánchez.

En noviembre de 2010 se eclipsaron dos momentos fortuitos para el dúo musical Chino y Nacho: en Venezuela aparecían en la portada de la revista Clímax, mientras que en Las Vegas recibían un Grammy Latino al Mejor álbum de música urbana por Mi niña bonita. Ese año los artistas dieron un viraje a su estilo musical, pasaron de las calenturas del reggaeton a las canciones románticas con un tono tropical.

“Con ‘Mi niña bonita’ siento que encontramos nuestra verdadera identidad. El propósito es que, en las discos, la gente baile y escuche música que no necesariamente verse sobre sexo. Y si se habla de él que sea, cuando menos, de la forma bonita. Desde entonces, después del cambio, brotan con más fluidez las canciones. Compongo más rápido”, decía Nacho hace cinco años y no hay quien cuestione que al fin hallaron su rumbo. Los éxitos se han sumado y en la 16ª edición de los Grammy Latino, en 2015, estuvieron nominados al premio de Mejor álbum de fusión tropical.

Edición 48. Agosto 2011.

Por los siglos de los siglos, por Manuel Gerardo Sánchez

19 personas perdieron la vida el 11 de abril de 2002 tras los sucesos de Puente Llaguno. En la búsqueda de culpables se les arrebató la libertad a varios que no apretaron ningún gatillo.

Ivan Simonovis, Silvio Mérida, Otto Gebagüer, José Sánchez “Mazuco” y Erasmo Bolívar fueron juzgados por crímenes que aseguran no haber cometido. Manuel Gerardo Sánchez los entrevistó en agosto de 2011 y cada uno contó sus penurias. Cuatro meses después, solo “Mazuco” obtuvo la libertad. El resto de ellos aún espera por justicia y continúan formando parte de los 89 presos políticos que hay en Venezuela, según las cifras de la Fundación para el Debido Proceso (Fundepro).

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