Cine y TV

"House of the Dragon": ¿hacia dónde va la relación Daemon-Rhaenyra?

En el cuarto episodio sucede lo que todos esperábamos. Pero, ese encuentro entre los dos personajes más importantes de la serie podría ser el principio del fin de una tensa relación. Aquí lo analizamos

Publicidad

Y pasó lo que se nos estaba insinuando desde el primer capítulo: Daemon y Rhaenyra tienen su trompo enrollado, enrolladísimo podríamos decir. A la heredera del Trono no solo le gustan familiares y mayores, sino también malos, lo que no es novedad en las historias de amor, aunque hoy, con tantos mensajes de autocuidado físico y mental, es difícil de aceptar.

King of the Narrow Sea, el cuarto episodio de la serie de HBO, significa el meridiano de la producción y deja el terreno servido para ver en la próxima entrega un salto temporal importante. Nos despedimos de Milly Alcock (un aplauso para ella) para darle la bienvenida a Emma D’Arcy como la princesa Rhaenyra Targaryen adulta.

Pero es Alcock la que ha tenido sus primeros escarceos con un hombre que parece tener una relación complicada con el sexo. Antes de profundizar en este tema, debemos advertir que vienen grandes spoilers, así que si sigues leyendo es bajo tu propio riesgo.

Ese oscuro objeto del deseo

Es extraño, al menos para quien escribe, que tras los enormes saltos en el tiempo entre un capítulo y otro, el cuarto se base casi en su totalidad en un paseo que tío y sobrina dan por los oscuros y eróticos pasadizos de Westeros, vestidos como Obi-Wan Kenobi. El punto climático es el intento de copulación que termina con un Daemon (Matt Smith) impotente y una Rhaenyra con ganas de seguir explorando su sexualidad.

Si notamos cómo se ruedan los dos encuentros de la princesa, podemos encontrar muchas claves de lo que estamos por ver ahora en el enésimo salto temporal que se avecina. La lujuria entre los familiares, que parte de una relación que se disputa el poder (legal y figurado), contrasta con el delicado desmontaje de la armadura de Ser Criston Cole (Fabien Frankel).

La gran pregunta que nos plantea este capítulo es si Daemon realmente tiene sentimientos románticos por Rhaenyra. La respuesta no puede ser absoluta. Se trata de un personaje egoísta y cobarde, que no sabe aún cómo jugársela por lo que quiere y que, en el fondo, convive con una gran inseguridad. ¿De allí su problema de disfunción erectil?

Si repasamos toda la secuencia, desde que Rhaenyra consigue la ropa para camuflarse con los plebeyos y la clave para encontrar una puerta escondida en su propia habitación, no queda claro si existe algún tipo consideración romántica entre tío y sobrina. Pareciera, por el contrario, que fue una movida para que se presentará una oportunidad: la aprobación de Viserys (Paddy Considine) para un matrimonio que pondría a Daemon de nuevo en camino a la sucesión del Trono.

¿Quiso Daemon exponer a la futura reina? ¿Fue una estrategia para desacreditarla? Está claro que por cualquier vía, el rey se enteraría de esta excursión. Incluso si no fuera así, el carácter del hermano de Viserys queda retratado en ese patético intento de sacarle provecho a la situación que propició como un juego.

Es obvio que todos los movimientos nos acercan a una guerra civil. El mismo rey se ha dado cuenta de que ha sido manipulado para escoger una esposa y encontrar un heredero con Alicent Hightower (Emily Carey), de allí que termine despidiendo a su mano derecha, Ser Otto Hightower (Rhys Ifans). Pero la misma Rhaenyra consigue en este capítulo manipular a su padre para conseguir uno de sus objetivos, decirle adiós a la vigilancia del propio Otto.

Si repasamos el inicio y el final del 4 episodio, queda claro que el viaje del héroe de Daemon ha finalizado muy mal. El capítulo empieza con el agradecimiento y perdón de Viserys por haber matado al Benefactor de Cangrejos y termina con un nuevo destierro para el príncipe. Todo lo contrario ocurre con Rhaenyra, que no solo ha visto la impopularidad que su figura tiene entre los ciudadanos de a pie (esto seguro tendrá algún tipo de influencia en sus decisiones posteriores), sino que se apodera de su sexualidad aún cuando sabe que debe aceptar un matrimonio arreglado.

Por lo tanto, es imposible que Daemon y Rhaenyra no terminen enfrentados. Así como su tensión sexual desde el primer episodio debía desembocar en un encuentro íntimo, las circunstancias los obligan a mirarse desde extremos muy diferentes.

En este contexto, no es casualidad que se nos muestre cómo el conquistador de Peldaños de Piedra es humillado por su antigua amante, Mysaria (Sonoya Mizuno). Sin amor, sin poder, sin honor, sin erecciones ni orgasmos, ¿hay otro camino para el ego de Daemon que no sea el de prevalecer en la guerra?

Publicidad
Publicidad