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Sonia Chocrón se enfrenta a las mafias judiciales con "La Dama Oscura"

Le dicen Toledana por cariño, a conciencia de su primer poemario publicado en 1992 bajo el mismo título, Sonia Chocrón no busca las historias, las historias la buscan a ella; poeta, guionista, novelista, eterna escritora, en esta ocasión incursiona en el género policial y la novela negra con  La Dama Oscura.

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Foto: Manuel Kalin Reverón

La Dama Oscura es la segunda entrega de una trilogía de crímenes e intrigas judiciales cuyo primer título, Sábanas Negras, comienza con el asesinato de una reina de belleza justo antes de entregar su corona a la sucesora. En La Dama Oscura, Sonia Chocrón  retorna con una ficción que, como ella misma reconoce  “se parece demasiado a la realidad”.

Personajes y voces familiares reaparecen en las páginas de esta historia, en donde la justicia y los vericuetos de la ley serán los principales incentivos para que el periodista y fotógrafo Cacho Rondón, y la secretaria Nina Medina se enfrenten al poder judicial o a la dama oscura de la corrupción.

La mafia judicial, su alianza con los pranes de las cárceles del país, la corrupción y la constante de la muerte persisten en la novela de Sonia,  cuyas páginas corren vertiginosamente como en la escena de una película, cosa que a la escritora no le molesta, como ella mista admite, es algo que le sale natural gracias a su experiencia como guionista, es un monstruo que conoce desde adentro

Qué más conveniente que escribir desde un entorno que conoces como la palma de tu mano,  porque te moviste allí mucho tiempo, ese monstruo lo conozco desde adentro.

La Dama Oscura forma parte de un encargo por parte de ediciones B, cuya tercera entrega todavía está en progreso.

Tendría que terminar la tercera novela negra de la trilogía, voy aproximadamente por la mitad, lo que pasa es que tengo metida entre  ceja y ceja otra historia que no tiene nada que ver con la novela policial, una novela que quiero escribir desde hace mucho tiempo cuyo  tema es el amor y la amistad.

En esta tercera y última parte de la trilogía, la autora promete el reencuentro con caras familiares, los invariables Cacho Rondón, Nina Medina, el motorizado Cochino Frito  y  el viejo periodista Santiago Mariño, personajes que admite haber creado gracias a su experiencia en los canales de televisión y a una que otra entrevista con periodistas inconformes.

Sonia Chocrón La Dama Oscura

La idea del periodista frustrado y maleteado, que  no está conforme con el diarismo sino que quiere hacer algo más, surge de mi  contacto en entrevistas con periodistas reales  de los medios venezolanos, y a partir de la inconformidad de ellos surge Cacho Rondón. Nina Medina, una secretaria de producción  en un canal de televisión, también viene de mis memorias  de cuando yo transitaba por  los pasillos de los canales de televisión, cuando comencé a trabajar.

Una ficción muy parecida a la realidad

La trama policial y la novela negra no son géneros que Sonia Chocrón se había planteado antes, en esto de las intrigas y las esferas de la justicia como catarsis para una historia es primeriza; sin embargo, cuando Beatriz Rosado le pidió que escribiera una novela de este corte hace un par de años, aceptó el reto con gusto. Admite que el proceso requirió de asesoramiento con personas que “de alguna manera conocen mejor que los que  estamos fuera los intríngulis de todo lo que se mueve allí adentro”.

Pero si la ficción se parece demasiado a la realidad, y la historia de cómo las confabulaciones de un sistema judicial venezolano viciado afecta la vida de los protagonistas de este texto, podríamos decir que el libro se acerca a una especie de denuncia social enmascarada en una novela negra criolla. A Chocrón esto no la cohíbe.

En todo caso digamos  que podría funcionar de espejo, no es algo que hago  a conciencia, pero no me estorba, es el país que tenemos.

Sin embargo, la escritora admite que si en una situación hipotética, se encuentra atrapada en un enredo como el de la Dama Oscura, en una situación judicial, el sistema venezolano no se encuentra entre sus opciones más confiables para resolver el conflicto.

No sé llegar ni abordar los problemas desde otro punto de vista que no sea el que me deja dormir en paz. Ahora, que yo confié en el sistema judicial venezolano bueno… tampoco. Desafortunadamente tampoco, porque he tenido muestras de que no es limpio, lo he experimentado personalmente. No es mi intención generalizar, seguramente quedan algunos jueces honestos, pero sin duda alguna la justicia venezolana se ha envilecido, y eso se ha acrecentado en los últimos años.

Sobre Sonia Chocrón: «A menos que me bajen la santa maría yo no pretendo irme de aquí»

-¿Tienes planes de irte de Venezuela?

No, este es mi país, este es el lugar donde tengo mis amigos, mis difuntos en el cementerio, mi hogar, mi familia, la familia que he construido, y no tengo planes de irme, a menos que me bajen la santa maría yo no pretendo irme de aquí.

– ¿Sonia es vanidosa como escritora?

Creo que todo el que hace algún tipo de trabajo artístico en el fondo tiene una pequeña dosis de vanidad, el pequeño deseo de ser reconocido, porque sino, que se yo, estaría dedicada a bordar macramé; pero no es lo que me mueve, me mueven otras cosas, me mueven más bien mis miedos, me mueve el deseo de no morirme, de permanecer, más que la vanidad.

-¿Qué te ves haciendo hacia el final de tu vida?

Escribiendo. Me encantaría hacer un curso de joyería, no pierdo las esperanzas de poder en algún momento de mi vida hacer un tipo de trabajo manual, me parece que me daría muchísima paz, lo que pasa es que no tengo grandes talentos para eso, debo reconocerlo, pero yo sé que la tenacidad podría funcionar. No descarto que en algún momento de mi vida pueda pensar menos y divertirme más.

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