Espectáculos

#Entrevista|Nuno Gomes y el "cliché" de los videos musicales en Venezuela

El pasado 20 abril, los cantantes Chino y Nacho estrenaron el video de su última canción, Andas en mi cabeza. En pocas horas, las visitas en Youtube se multiplicaron y el dúo encabezaba de nuevo los trending topics del país; actualmente la pieza tiene más de 41 millones 364 mil reproducciones. Y aunque Chino y Nacho llevan años haciéndose un nombre en la industria musical, hay otra huella detrás de sus últimos éxitos que ha firmado en el mercado audiovisual para fijar pauta con un producto que ya no vende por parámetros de bikinis o marcas de carros, sino por una narrativa que se sale de los lugares comunes. Las apariencias engañan, y de dejarse llevar por ellas, Nuno Gomes puede pasar por ese chamo bonito caraqueño que sale a rumbear todos los jueves y  acomoda su pelo con un tic a lo Justin Bieber . Sin embargo, apenas se expresa demuestra aquello de que juzgar a un libro por su portada no es lo más recomendable.

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FOTO Y VIDEO: ABRAHAM SÁNCHEZ

A los 22 años se convirtió en el director más joven en realizar un comercial de Pepsi en Latinoamérica. Todavía no llega a la treintena -tiene 28 años- pero sus ganas de trabajar traspasan el cansancio y los trasnochos laborales. Sus premisas son concretas y precisas, y no tarda menos de dos segundos en formular lo que quiere decir con un ritmo acelerado que apenas detiene para tomar aire. Es mejor conocido por ser el cerebro tras la dirección de los últimos videos de Chino y Nacho, Me voy enamorando y Andas en mi cabeza, pero si hay algo que ha dejado claro es que su carrera busca otros horizontes, al igual que sus aspiraciones.

«Desde que tengo uso de razón mi papá alquilaba películas y nos sentábamos a ver por lo menos tres en una noche. Este hambre por hacer cine surgió desde muy temprana edad,  mi madre me regaló una cámara casera como para salir del paso porque yo quería un Nintendo y ella no me lo quería comprar. No se imaginó que esa cámara iba a formar toda mi vida; con ella hice cortometrajes con todos los panas de la cuadra, hice el noticiero del colegio, escribía y grababa mis obras de teatro», recuerda.

Nuno es uno de esos venezolanos que ha logrado destacarse por la calidad de su trabajo, que desde hace 7 años ha ido desarrollando con su propia productora audiovisual Compostela Films. El concepto que busca materializar en pantalla es ese que cautiva a una audiencia con una narrativa alejada de los clichés y los lugares comunes. Para él cada proyecto es como si fuera el último, y cuando le preguntan cuál es su mejor trabajo responde «el que viene». Estudió Ingeniería Informática en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), más adelante se incorporó a varios talleres de dirección y cámara, donde conoció a quien le daría su primera oportunidad laboral: el director Mauro Demoor. Con su productora Demoor Movie colaboró por más de 7 años. Ha trabajado en dirección de arte, producción, dirección de actores, de casting, publicidad, mercadeo e inclusive en actuación.

Su incursión en los videos musicales inicia luego de conocer a Victor Drija como invitado especial en un programa web en el que solía participar. Con el cantante comienza la dirección de una serie de piezas audiovisuales que se han salido de la horma por su estética y narrativa.

«Me formé en un medio donde estaba bastante descontento por la temática que siempre he visto, sentía que era bastante monótono el hecho del cliché  de las mujeres en bikinis, yates, playas, rumbas, discotecas. El nivel del cine digital y todo nuestro avance en el medio audiovisual le han dado al consumidor la potestad y el poder para tener la capacidad de decidir qué ver; siento que es necesario exigirnos a nosotros como realizadores y siempre darle al espectador un material digno de disfrute que sea distinto a lo que ellos hayan visto antes. Si hay 550 mil proyectos que son de la misma temática, por qué se van a gastar 3 minutos de su vida en verlos. Creo que la gente quiere ver cosas distintas, o por lo menos estéticas completamente ajenas a las saturadas por el medio».

-Paréntesis- En colaboración con UB también aprovechamos para interrogarlo sobre sus preferencias musicales, amorosas y demás. Si prefiere a Chino o a Nacho, aquí la respuesta.

Trabajo en equipo: «Si yo fracaso ellos fracasan y viceversa»

No se cataloga como un director que se generaliza por hacer historias. Ha hecho desde videos de performance hasta comerciales y spots publicitarios completamente distintos a lo que quizás la gente asocia a su marca; sin embargo, asegura que todos tienen el mismo sello de calidad porque a todos les da «el mismo trato y cariño sin importar el cliente».  «Yo trabajo con la filosofía de que ningún cliente es mayor o menor que nadie, y ningún proyecto es de menor envergadura que otro, involucro a mi equipo completo y hago que mi proyecto sea su proyecto, si yo fracaso ellos fracasan y viceversa».

Su faena ha tenido ese efecto placebo que tienen aquellas ideas que logran traspasar la estrechez del cerco. Como una cadena de favores, luego de realizar la trilogía de los videos de Victor Drija, las recomendaciones vinieron solas. Con Chino y Nacho comenzó trabajando para el video de “Me voy enamorando”. “Tuve una semana y media básicamente para aterrizar la idea,  el concepto que quería yo. Esta historia de amor de la niña con cáncer pero abordada desde una idea no amarillista, una parte muy romántica y noble, ese amor de niño que es puro en su más linda esencia”.

Alternativamente, la amistad con el dúo creció y repitió con Nacho en el videoclip de Victor Muñoz y Nacho, con quienes se reunió una vez más para hacer Mi felicidad, un tema que surgió con el único propósito de incentivar a la gente a ir a votar el 6D. “No había presupuesto para hacerlo pero yo me sumé a la causa. Éramos tres amigos rodando básicamente lo que salía para poder  lanzar algo en las redes que motivara a la gente y les diera esperanzas de salir a votar”, recuerda.

Luego vino la dirección de Se acabó con San Luis ft Chino y Nacho, una historia de un trío amoroso en donde el triángulo cliché de siempre llega con el acostumbrado giro de sus videos. «Yo no quería irme al clásico de ‘te vi con una mujer y entonces estoy triste en un bar tomando curda y después me emborracho y lloro’», afirma.

Andas en mi cabeza y la leyenda del pabilo rojo

Nuno relata que Andas en mi cabeza es una canción que le quiso dedicar  Nacho a su esposa por su matrimonio. La idea del director fue hacer lo mismo a nivel audiovisual con un catálogo de propuestas matrimoniales «espontaneas y divertidas”. Originalmente escribió 27 propuestas que se redujeron a 10. El videoclip se rodó en cuatro días: dos en Caracas, uno en Barquisimeto- en donde se grabó la escena del pabilo rojo- y uno en Miami  -todas la escenas de Daddy Yankee-

La historia plasma el momento exacto de diez peticiones de matrimonio en “donde el hombre tiene la fuerza y el valor de decir: cásate conmigo”. Nuno explica que quería realizarlo dentro de su país y acorde con las posibilidades de la situación. Recuerda que por  más que él y su equipo pudieran ir a La Guaira y estar todo el día con un artista dibujando una propuesta de matrimonio «tú no sabes si en la noche vienen una cuerda de locos con una rumba y una Machito y lo destrozan todo».

La escena del pabilo rojo procede de una leyenda china en donde la unión de dos personas está vinculada por un cordón, y sin importar si este se tense o se recoja siempre van a estar unidas. «Lo quise llevar a nivel metafórico en el plano audiovisual. También quería abarcar el sector humilde porque al fin y al cabo en Me voy enamorando yo hice parte del video en el barrio de Petare, por eso la historia de esta persona que ha trabajado honestamente para comprarle un anillo a su pareja y ella tiene una sorpresa mucho más hermosa que es que va a ser papá. Para mí ese es un mensaje implícito de las ganas de superación que hay en el país. Cada una de las historias fueron escritas para que independiente de tu raza social, tu sexo, tu etnia, te sintieras identificado»

Producir en Venezuela: «Si me dices que no tienes un pony y un unicornio no pasa nada»

La situación del país oscurece las dificultades que puede tener cualquier profesional para llevar a término un producto. En el medio audiovisual, Nuno sostiene que es cuesta arriba conseguir locaciones, los espacios son cada vez más restringidos. Por ejemplo, antes los hogares eran más accesibles gracias a las invitaciones, ahora nadie quiere gente extraña en su casa. «Locaciones que te presten sus aposentos para ir con una cámara o un equipo que no conocen ya no se da. Los lugares del poder gubernamental cada vez son más difícil para que te den permiso, los monumentos, el Teatro Municipal, tienen su agenda ocupada para ciertos eventos. Cada vez el espacio es más reducido», afirma.

Aunque ha hecho exclusivamente  piezas para venezolanos, busca la manera de que su discurso audiovisual llegue a nivel internacional y se pueda aplicar a cualquier parte del mundo. “En Venezuela hay talento de sobra y  no tienes que recurrir a otro país para hacer trabajos de calidad. Aquí tienes las mejores locaciones,  las mejores mujeres, todo de sobra para hacer cosas. No tenemos nada que envidiarle a la gente de afuera», sostiene.

Su meta es hacer cine. Aunque la primera película la quiere hacer en Venezuela, el deseo puede más que el sentimiento: el país no se lo está permitiendo en estos momentos. «Qué más quisiera yo que quedarme y dar mi grano de arena para que este medio audiovisual crezca». Y aunque ese sabor de veto se mantiene, no ha sido impedimento para que la perseverancia haya cedido sus recompensas.

«Yo soy de los directores que juega para el equipo, si me dices que no tienes un pony y un unicornio no pasa nada. Hay que pensar que puede aportar cada uno y agarrar esos ingredientes para escribir a favor de eso. Porque si no nos ayudamos y no existe camaradería no somos nadie».

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