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La vieja izquierda se aparta de Maduro para buscar "el legado" de Chávez

La izquierda venezolana, que se convirtió en una referencia internacional con el llamado "socialismo del siglo 21", marca distancia del régimen vertical y autoritario de Nicolás Maduro. Lo hace obligada por el propio devenir del régimen chavista, que ha expropiado los partidos a los fieles líderes tradicionales.

Rodrigo Abad |AP
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Durante las dos últimas semanas la cúpula chavista ha arremetido contra los disidentes que integraron el llamado Polo Patriótico, la coalición formada por Hugo Chávez. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por Nicolás Maduro, les ha arrebatado a los líderes históricos sus pequeños partidos de izquierda para dárselos a socios incondicionales. Líderes de la disidencia cuestionan el autoritarismo.

Voces que acompañaron al chavismo, como la del poeta Néstor Francia, reflexionan: “No sé a dónde va este país”. Pide “dar presencia a un pensamiento renovador, que apunte a un proceso de apertura nacional, que una a los venezolanos”.

Militante chavista en una manifestación el 4 de febrero de 2020. (Foto: Daniel Hernández/El Estímulo)

En las alocuciones públicas y al lado de sus principales voceros, Nicolás Maduro se esfuerza en intentar ofrecer una imagen de buen conductor de la revolución. Desde las cámaras toma pausas para recomendar series de Netflix, bromea con su esposa Cilia Flores y da órdenes económicas con nuevos planes similares a los que ha anunciado desde 2013. Su hegemonía parece inalterada a pesar de que gobierna sobre una fractura interna que apenas se manifiesta.

Aún con varias autoridades del alto gobierno contagiadas con el coronavirus, y cifras oficiales aterradoras que hablan del crecimiento de la pandemia en toda Venezuela – que los expertos consideran que están por muy debajo de las reales-  y un país en modo de supervivencia, la cúpula que gobierna parece haber mantenido a raya a quienes podrían intentar disputarles el control hegemónico interno del partido y del país.

Una sensación de tranquilidad se asienta además sobre una oposición dividida, que apenas comienza a hacer esfuerzos por comunicarse para reconstruir la unidad y, tal vez, lograr articular una estrategia que lleve al cambio.

La realidad cotidiana

Pero la inestabilidad del país se refleja continuamente en los permanentes derrames petroleros en la costa y en tierra, o en taladros abandonados sin personal en campos de la estatal Pdvsa; frecuentes explosiones en centrales eléctricas; devastación de la región de Guayana; riñas y colas por gasolina; guerra entre bandas de delincuentes comunes; asesinatos de mujeres a manos de pranes (jefes criminales de las cárceles) y reclamos diarios y protestas callejeras por servicios públicos y alimentos.

En la Venezuela de hoy, justamente los segmentos más vulnerables de la población son los que están sometidos a mayores penurias cotidianas, como el hambre. (Foto: Daniel Hernández/El Estímulo)  

Son hechos que no se pueden ocultar, a pesar de que el gobierno no publica cifras económicas y sociales, porque afectan la imagen tanto a de la cúpula del chavismo, que mantiene sus grandes privilegios, como la moral de quienes todavía piensan que el socialismo es la vía redentora.

Aún con esos escenarios, los dos altos jefes del chavismo (Maduro y Diosdado Cabello) y los principales miembros de la cúpula parecen mantener a raya a quienes los cuestionan internamente o piden el regreso a métodos democráticos para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el país. Esos sectores exigen un cambio en las políticas para salir del estancamiento económico y de la corrupción.

Pero la hegemonía en regímenes autocráticos tiene su propia dinámica y siempre está por encima de principios o conceptos que pongan en peligro la continuidad de quien tiene tomado el timón.

En estas dos últimas semanas, las “purgas de Maduro” sobre la disidencia tuvieron un momento crucial. Es una nueva etapa, diferente a la de años anteriores, en la que terminaron presos o en el exilio ex ministros, altos militares, importantes funcionarios y hasta líderes históricos.

La izquierda ortodoxa

Uno de estos golpes se lo propinaron a Patria Para Todos (PPT), al Movimiento Tendencias Unificadas Para Alcanzar Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaro) y Compromiso País (Compa). Todos fueron intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Los despojaron de sus tarjetas electorales y se les impuso una nueva directiva. Aunque hace tiempo estaban en la oposición, la razzia también le cayó a Bandera Roja, un histórico movimiento de izquierda, marxista leninista, quien mantuvo distancia del chavismo desde sus primeros años. El nombre de uno de sus fundadores (1972), Américo Silva, ha sido un símbolo para el chavismo.

Al Partido Comunista de Venezuela (PCV) le llegó a la sede de Puerto Cabello, estado Carabobo, el SEBIN, la tenebrosa policía política; luego de distanciarse de Maduro y hacer severas críticas a las políticas y la corrupción del gobierno.

Detenciones

Otros hechos aparentemente no relacionados con «la purga” han llamado la atención y algunos los señalan como parte de una persecución a disidentes. Algunos de estos carecen de explicación.

Uno de ellos ha sido la detención del ex diputado de Anzoátegui del PSUV Giovanni Urbaneja, por “difamación de investidura e instituciones públicas”, que incluye a críticas a Maduro. El 20 de agosto funcionarios de la brigada del Servicio de Investigaciones Penales, de la región de Guanipa, en el estado Anzoátegui, detuvo a este ex diputado del Consejo Legislativo. Urbaneja había introducido numerosas denuncias por las condiciones de vida de los sectores populares, y de presuntos actos de corrupción por parte de funcionarios públicos de la entidad.

“Creí en Hugo Chávez»

Nicmer Evans fue un consecuente seguidor de Hugo Chávez, y por eso militó en el chavismo desde los tiempos del Movimiento V República (MVR). Fue precandidato a diputado de la Asamblea Nacional por el circuito 1 del Distrito Capital en 2010. Las llamadas Unidades de Batalla (UBCHs) lo postularon en 2013 como candidato a la alcaldía de Caracas, quedando dentro de los primeros cincos postulados válidos; pero las primarias fueron suspendidas y quedó fuera. Su último cargo público fue como asesor en la presidencia de la Asamblea Nacional ese mismo año.

Evans rompió con el gobierno en 2013, poco después de la muerte de Chávez y se incorporó al partido de izquierda, disidente, Marea Socialista, donde estuvo hasta julio de 2017. De allí en adelante formó su propia organización: Movimiento por la Democracia y la Inclusión, desde las filas de la oposición al gobierno de Maduro y desarrolló el portal de información política Punto de Corte. bloqueado por las agencias tecnológicas de Maduro.

El 13 de julio fue detenido por efectivos del SEBIN, acusado de “promoción o incitación al odio” y desde entonces está detenido.

Una columna escrita por el politólogo, publicada en The New York Times, el 27 de agosto de 2019, sintetiza las razones de su ruptura con el “madurismo”. En ese trabajo, Evans se dirige al chavismo que no ha caído en la corrupción y mantiene ideales de una Venezuela democrática, y lo insta a reconocer el error de haber creído en un chavismo transformado en un modelo autoritario.

En el artículo de opinión, bajo el título “Creí en Hugo Chávez y fue un error”, expresa: “la historia, veinte años después de que Chávez llegara al poder, demuestra lo equivocados que estábamos yo y muchos venezolanos que nos considerábamos chavistas, muchos de los que lo asesoraron, de los que lo defendimos y justificamos en privado y en público, de los que votamos por él”.

Cuando fue candidato a alcalde del municipio Libertador, Nicmer Evans, Foto: Juan Barreto AFP

Tupamaro y Cabeza e’ Mango

Una figura comunicacional emblemática del chavismo en la estatal Venezolana de Televisión (VTV) criticó públicamente la intervención del partido Tupamaro. El conductor del programa de televisión Zurda Konducta y dirigente de Tupamaro, Oswaldo Rivero, conocido como “Cabeza e’ Mango”, declaró que “el partido fue asaltado”; luego de la intervención ordenada por la Sala Constitucional del TSJ.

“El partido no fue intervenido; fue asaltado. Nos lo quitaron desde el TSJ por una querella que introdujo un grupo de personas, unos militantes de la organización y otros del PSUV, que ahora extrañamente son tupamaros”.

Ante las acusaciones de “divisionistas” que recaen sobre algunos movimientos de izquierda como Tupamaro, PPT y el PCV, dijo que se preparan para debatir su futuro de cara a las parlamentarias. “Nos estamos encontrando para el debate y la discusión”, aseveró.

El TSJ suspendió el 18 de agosto a la junta directiva de Tupamaro y nombró en su lugar una dirección ad hoc; tal como ha ocurrido con otras organizaciones tanto opositoras como de izquierda. Su secretario general, Ares Di Fazio, respondió señalando que “se ha consumado el robo del partido”; por lo que instó a la militancia a “preservar la bandera de lucha” y atender próximas convocatorias a la movilización; así como las acciones de calle.

En entrevista ofrecida a El Estímulo en 2018 Rivero expresó: “Nosotros no tenemos armas. Las armas residen en el pueblo, a través de la Milicia, la construcción de los consejos comunales y la guerrilla comunicacional. A la pregunta: ¿eres madurista o chavista?, el disidente resuelve declararse revolucionario. Lejos de considerarse enemigo de Maduro, se reconoce crítico, cualidad que, según afirma, delinea su estilo de hacer política’. Soy crítico ante las situaciones que perjudican al pueblo”, dice y remata con un cuestionamiento aún más enfático: “El pueblo se pregunta quién lo defiende para conseguir la comida, quién lo defiende de una banda”.

Alias «Cabeza e’mango» un activista del chavismo radical que ha sido filmado atacando diputados opositores en el Parlamento, y a periodistas en coberturas (Foto: Archivo)

Alianza de izquierda

Hace 15 días nueve partidos y movimientos políticos de izquierda, entre ellos el PCV y el PPT, que durante 22 años apoyaron al chavismo, anunciaron la conformación de una alianza electoral sin el PSUV, con miras a su participación en las elecciones legislativas del 6D.

La alianza, que se denomina “Alternativa Popular Revolucionaria”, fue anunciada el pasado 11 de agosto. Busca agrupar el voto del chavismo que está descontento y ha comenzando a cuestionar la gestión de Maduro. Esta nueva plataforma de izquierda quiere ofrecerse como alternativa para ese electorado chavista que ha dejado de respaldar a Maduro por los efectos de la crisis que vive el país.

El nuevo bloque está encabezado por el PCV y una fracción de PPT (liderada por Rafael Uzcátegui) junto a Izquierda Unida, Corriente Marxista Lucha de Clases, Partido Revolucionario del Trabajo, MBR-200, Red Autónoma de Comuneros, Compromiso País (Compa) y Somos Lina.

En el comunicado de su lanzamiento, la Alternativa Popular Revolucionaria se presenta como una alianza antiimperialista y “verdaderamente socialista”, en un claro mensaje de marcar distancia con el PSUV, el partido oficialista, que ha intentado mantener la hegemonía incorporando en sus listas electorales a los jefes de esos movimientos de izquierda en el país.

El poeta disidente

Dentro de este espectro de nuevos disidentes aparece Néstor Francia, licenciado en Letras, poeta y profesional de la publicidad, un marxista con formación y fiel al chavismo hasta hace dos semanas; aunque nunca fue de los que gozaron de los privilegios económicos del poder.

Fue fundador del programa La Hojilla, junto a Mario Silva, por la estatal Venezolana de Televisión (VTV). Este programa es una suerte de paredón dedicado al ataque de líderes opositores y a promover la revolución. Él y su hermana Doris apoyaron a Hugo Chávez y su movimiento bolivariano desde el inicio.

Doris Francia, fallecida hace unos años, fue editora del diario Ruptura, órgano de prensa de la organización guerrillera de tendencia comunista (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN); estuvo presa dos años durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez por vínculos con unos guerrilleros fugados. El delito fue “apología de un hecho delictivo” por escribir el reportaje titulado “Trece presos políticos de la cárcel de La Pica (Monagas) conquistan su libertad”. No fue procesada como civil sino en la jurisdicción militar.

Néstor Francia, siendo miembro de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) creada por Maduro el 30 de septiembre de 2017, reclamó hace unos días a través de su columna, publicada  el 19 de agosto en el portal, Aporrea, que “la ANC está muy lejos de haber cumplido su objetivo principal”. Y reflexiona: “En el chavismo oficial se ha consagrado la frase: “Lo que diga Nicolás”.

Su comentario recibió muchas críticas desde los jefes del gobierno. Uno de ellos provino de Tania Díaz, también de la ANC, quien le mostró una frase del cantante de la denominada nueva trova cubana Silvio Rodríguez que expresaba: “Al preguntársele si alguna vez se sintió tentado a ceder ante halagos y prebendas, dijo en una entrevista algo como esto: el asunto es que uno no puede sentir que es más importante que su país; en lo que un revolucionario se siente más importante empiezan los problemas y acechan las tentaciones”.

La respuesta de Néstor fue: “Aquí quienes se creen más importantes que todo el mundo y viven en medio de halagos y prebendas son quienes integran la cúpula burocratizada que ha secuestrado la dirección del PSUV. Esta cúpula apela a la descalificación calumniadora a aquellos que se oponen a sus ideas y ejecutorias, en vez de debatir con argumentos. Son pichones de dictadores. ¡Prebendas, semejante pendejo como yo!”.

Le recuerda Francia que aún vive en un viejo edificio en el centro de Caracas desde hace 20 años, en el piso 13, que ya no tiene ascensor, suele padecer la falta de agua, ya no posee vehículo, por lo que acude a su trabajo en la ANC en el transporte público o a pie.

“En cambio, conozco de los privilegios con los que viven algunos altos dirigentes del PSUV; pero no voy a pararme en eso. No me van a llevar a que meta los pies en ese pantano con comentarios como el de Díaz”.

Así se lo aclara el constituyente a la también primera vicepresidenta de la ANC sobre este tema de los privilegios que son conocidos y observados por todos los venezolanos; incluyendo el difícil el acceso a la gasolina, al transporte, medicinas y alimentos.

Pero en un nuevo escrito de Francia, el 21 de agosto: “Las brumas del mar” expuso un sentimental anuncio de su separación del PSUV.

El poeta Néstor Francia. (Foto: Contrapunto.com)

“Para mí es doloroso tener que distanciarme, al menos parcialmente, de mucha gente que quiero y respeto en el PSUV y en el chavismo militante en general. Con algunos de ellos he compartido luchas y experiencias desde hace décadas, a otros he tenido el privilegio de haberlos conocido no hace mucho, gente honesta, decente, inteligente, amable, como los hay en otros espacios”.

El poeta alerta: “También me acecha la oscuridad cuando trato de percibir el destino de mi país, y el mío propio en él. En mi más reciente artículo publicado en Aporrea.org, titulado ‘Elecciones y alianza de izquierda’ escribí: No sé a dónde va este país. Esa es la verdad, y privilegio la duda más que la certeza, lo he dicho varias veces, y también que no tengo verdades sino opiniones. No soy de quienes se creen dueños absolutos de la Verdad; esos marxistas dogmáticos demodés o los chavistas prepotentes que se creen herederos universales de Chávez, o quienes medran políticamente alrededor de falsos líderes de última hora, encumbrados forzosamente por grupúsculos encerrados en burbujas mediáticas”.

Néstor Francia considera necesario «dar presencia a una representación de un pensamiento renovador que apunte a un proceso de apertura nacional, que una a los venezolanos en lo político, lo económico y lo social, como resultado de un debate amplio, no sectario, fraterno, positivo, libre de descalificaciones y estigmatizaciones; así como de dogmas y sectarismo. Buscar en colectivo, encontrar en colectivo, esa es mi única propuesta”.

Cuestiona las “acciones del TSJ y el robo de los partidos políticos”. Para él deben ser los militantes quiénes decidan quiénes son sus dirigentes y su línea política. Finalmente reconoce como el término “socialista”, “está demasiado manoseado, instrumentado oportunistamente y por lo tanto bastante desprestigiado, lamentablemente”. Concluye: “Aún no se disipan las brumas de mi mar y no termino de atisbar la playa, mientras sobre mí truena y relampaguea”.

Sin elecciones internas desde 2008

La democracia interna para que diriman sus conflictos internos no solo se le impide a los partidos políticos en Venezuela. El PSUV no hace elecciones desde 2008, cuando fue electa la dirección del partido donde varios de quienes hoy constituyen la cúpula gubernamental no fueron favorecidos por el voto de las bases.

El 9 de marzo de 2008 en elección de segundo grado sufragaron 79.448 delegados, en representación de 5 millones de militantes. Para esa elección fueron vetados algunos líderes como Juan Barreto, ahora disidente y dirigente de la organización REDES.

En esa elección quedó de suplente Diosdado Cabello. Igualmente Freddy Bernal, el llamado «protector del estado Táchira» y coordinador nacional de los CLAP (los comités del partido socialista encargados de racionar  los alimentos básicos subsidiados). También quedó fuera Tareck El Aissami.

Nicolás Maduro y Héctor Rodríguez son de los pocos de la cúpula que en ese entonces recibieron el respaldo de las bases.

De los dirigentes electos ya están fuera del partido: Rafael Ramírez, Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio, por cuestionar a Maduro. Lo mismo le ocurrió a Rodrigo Cabezas, Antonia Muñoz y María León. Vanessa Davies se retiró de la dirección a pesar de ser una de las mas votadas; entonces alegó que se retiraba para ocuparse del diario chavista Correo del Orinoco. En la actualidad trabaja en los medios privados Unión Radio y Contrapunto.

Sordera ante las bases

Poco después de la muerte de Chávez, un grupo de dirigentes, que luego fueron expulsados, plantearon en un documento interno la necesidad de hacer elecciones internas y democratizar a la organización. Entre ellos estaba Elías Jaua, que en la actualidad está apartado de cargos en el gobierno y en el partido por plantear: “Hay que oír a las bases”.

Cabello ha sido contrario a elecciones internas. En un encuentro con las bases del PSUV en junio de 2018, según cita en un trabajo el periodista de política, Pedro Pablo Peñaloza, Cabello dijo: “No hagamos parte de grupos, los grupos son dañinos, al final terminan peleando entre ellos imponiéndose las ambiciones, las miserias (…) El congreso del partido es para fortalecernos, para ayudar al hermano Nicolás a construir el socialismo, para hacer una revolución, no es para el grupo A, B, C, D.”

Tanto Cabello como Maduro han salido siempre al paso de cualquier disidencia, atacada como divisionismo, planteando que la revolución está por encima de las necesidades personales. A los recientes disidentes Cabello les dijo: “La invitación a los compañeros del Gran Polo Patriótico, de los partidos, preguntémonos si este es el momento de tratar de dividir a las fuerzas revolucionarias, cuando Venezuela está siendo sometida al más grande ataque del imperio”.

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