Se acercan las elecciones del próximo 28 de julio. Una de las grandes preguntas que se hace la sociedad venezolana es: ¿realmente está dividido el apoyo al chavismo? A continuación algunos testimonios para intentar responder esa interrogante
Tras el fracaso del intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 y sus dos años de prisión, el indultado exmilitar Hugo Chávez Frías apostó por la vía de la democracia. Y ganó. En 1998 recibió el respaldo del 56,20% de los electores. Es decir, 3.673.685 votos de ciudadanos que creyeron en su propuesta de cambio radical que rompía con el bipartidismo.
Y así se instauró en el país la autodenominada «Revolución Bolivariana», con su proyecto de «Socialismo del Siglo XXI».
Chávez ganó cuatro elecciones presidenciales, 1998, 2000, 2006 y 2012. Antes de fallecer en 2013, designó como heredero político a Nicolás Maduro, quien dio continuidad a la hegemonía chavista, imponiéndose en los comicios de 2013 y 2018. Este 2024, como se sabe, busca prolongar su mandato.
Han pasado 25 años desde que este grupo de militares y representantes de la izquierda venezolana llegó al poder, pero en el transcurso de este lapso el apoyo de los votantes ha cambiado.
En El Estímulo quisimos conocer, desde el testimonio de algunos simpatizantes, militantes y ex militantesde este variopinto movimiento, las razones por las cuales siguen apoyando esta corriente, así como también las razones por las que otros, desencantados, le retiraron su apoyo. Estas son sus respuestas.
Por el pensamiento del Comandante Chávez
Alfredo Canchica se define como «un luchador social» de la parroquia 23 de Enero. Asegura haber trabajado desde hace más de 35 años en proyectos para mejorar las áreas deportivas, de producción y educación, especialmente dirigida a los niños y jóvenes. Dice que defendería con su vida a «la revolución».
“Yo soy un revolucionario que sigo el pensamiento y legado del Comandante Hugo Chávez y apoyo a Nicolás Maduro, por todos esos programas y estructura sociales que se han creado bajo la revolución bolivariana, que ha traído muchos beneficios para el pueblo que ha estado por más de 60 años en una lucha por ser libre», argumenta Canchica.
Luego explica el motivo que le lleva a seguir creyendo: «Apoyamos este proceso por todas las misiones que han sido creadas para la atención de la población más vulnerable, como los adultos mayores, los niños y niñas, así como a las personas con discapacidad. Se ha ofrecido un impulso al deporte y la recreación en las comunidades, se han creado más universidades, mejorado la infraestructura de escuelas y liceos, multiplicado la atención de la salud con la Misión Barrio Adentro, se han instalado las misiones para acercar los servicios a los territorios, entre otros logros que estamos dispuestos a defender, hasta la muerte”.
«Se han creado más universidades, mejorado la infraestructura de escuelas y liceos, multiplicado la atención de la salud con la Misión Barrio Adentro, se han instalado las misiones para acercar los servicios a los territorios, entre otros logros que estamos dispuestos a defender, hasta la muerte”
Alfredo Canchica, luchador social
Por el apoyo a la juventud
Lahayi Cairos, desde muy joven, se ha dedicado a apoyar a la juventud de la parroquia 23 de Enero y Sucre, en el oeste de Caracas. Cuenta que creció en un hogar con padres militantes de la izquierda y que se siente satisfecho con los logros del chavismo: «Yo mantengo mi apoyo a la revolución, pues gracias a Chávez en Venezuela secomenzó a hacer frente a este modelo capitalista que nos ha absorbido y generado graves problemas a la sociedad».
¿Cuáles han sido los cambios que el socialismo le ha ofrecido al país? Cairos se explaya: «En tiempos de revolución, los jóvenes han sido visualizados; se les ha ofrecido la oportunidad de ocupar cargos de importancia política; se les ha escuchado y ofrecido la oportunidad de estudiar, trabajar y ayudar al desarrollo del país. Se impulsa en los centros educativos la educación en artes y oficios. Se han creado las Misiones Venezuela Joven, el Movimiento Jóvenes del Barrio, que impulsan el emprendimiento juvenil. Con la revolución, los jóvenes son protagonistas y tienen mayor oportunidad de cumplir su proyecto de vida”.
Por el apoyo social al pueblo
ManuelEscalona hace vida en el barrio San José, de Petare. Se define como una persona solidaria y que siempre ha mantenido su compromiso de ayudar a los más necesitados, que, según él, tienen una mejor calidad de vida gracias a la revolución.
“Desde que comenzó el gobierno del Comandante Hugo Chávez y ahora con el presidente obrero Nicolás Maduro,sentí un gran apoyo a las poblaciones más vulnerables, las cuales no tenían oportunidadde poder lograr una mejor calidad de vida. Tengo 63 años y muchos conocimientos, vivencias de modelo político de la cuarta república, en donde el pueblo llegó a unos niveles de pobreza sin precedentes,pero con la revolución hemos visto grandes avancesen materia de vivienda, educación, salud, recreación, alimentación», asegura Escalona.
«Tengo 63 años y muchos conocimientos, vivencias de modelo político de la cuarta república, en donde el pueblo llegó a unos niveles de pobreza sin precedentes,pero con la revolución hemos visto grandes avancesen materia de vivienda, educación, salud, recreación, alimentación»
ManuelEscalona, vecino de Petare
Ante las dificultades económicas y de otra índole que los venezolanos actualmente viven, Escalona asegura que los programas del chavismo «han sido afectados por las sanciones que nos han impuesto de manera despiadada desde los Estados Unidos, con apoyo de la derecha radical venezolana, pero no lograrán doblegarnos, seguiremos apoyando el proceso revolucionario. Las comunidades han recibido recursos directos para la ejecución de obras de interés común, apegado a los proyectos que ha diseñado la gente, llevando a cabo la contraloría social y obteniendo excelentes resultados… Se han sumado a la agricultura urbana, se han creado unidades de producción en los territorios… Yo creo que vamos por buen camino».
Por la organización popular
Víctor Méndez tiene 71 años, es historiador y habitante del Municipio Sucre. Compara la historia de Venezuela en la época del bipartidismo, con la situación actual y dice que agradece que Hugo Chávez le haya abierto los ojos a los venezolanos para que tomaran las riendas del país y se revelarán «contra los oligarcas».
“Yo he apoyado este proceso desde sus inicios, con Chávez y ahora con Maduro porque se desarrolló y consolidó la organización comunitaria, en maquinarias tan interesantes como los consejos comunales y comunas, los comités de trabajo, que desde los territorios dan a conocer y ofrecen soluciones a los problemas que se presentan, en el área social y de infraestructura», explica.
Y continúa: «Con la revolucióncomenzó la lucha contra la miseria extrema, selogra que los estudiantes tengan acceso a todos los niveles educativos, controla la represión policial, impulsa el emprendimiento, mejora el servicio de salud, se enfrenta a la oligarquía que controlaba los medios de producción, los bancos, las grandes empresas para explotar a los trabajadores».
Sobre los logros en estos 25 años, el historiador enumera: «Con la revolución se genera mayor cantidad de puestos de trabajo; se logró la entrega de pensiones a todos los adultos mayores, sumado a programas de atención médica, posibilidad de seguir siendo productivos y estudiar. Hemos logrado muchas reivindicaciones y no solo hay que apoyarla, también defenderla. Con Chávez y Maduro, Venezuela ha tenido grandes cambios. Ambos personajes han defendido la patria dentro y fuera de nuestras fronteras, impulsan el diálogo y la paz”.
No era lo que quería para mi país
Oly Millán Campos es economista, profesora universitaria e investigadora. Ejerció varios cargos públicos, entre ellos el de ministra de Economía Popular. Explica que ofreció su respaldo a la revolución porqueesperaba que se lograran cambios importantes en las políticas y en los procesos de gobernabilidad. Pero con el paso del tiempo comprendió que este nuevo modelo no era lo que esperaba para el país.
“El modelo político de la cuarta república ya estaba desgastado, necesitábamos un cambio y yo creía que este proceso era la respuesta acertada, pues prometida inclusión, justicia social, pagar la deuda social acumulada y la construcción de una democracia participativa y protagónica, eso fue lo que me convenció. Pero al transcurrir del tiempo se comenzaron a observar las desviaciones que fracturaron el proyecto que se había prometido», explica la exfuncionaria.
Millán ejemplifica cómo fue su desencanto: «Yo denuncié y documenté varios casos de corrupción, los entregué en la Fiscalía, sin respuesta. Al paso del tiempo entendí que esto no era lo que yo quería para mi país. Se perdieron los principios, los valores del proyecto que nos habían presentado. Al final, vemos como se crean vasos vinculantes entre los líderes de la revolución y la oposición que muestran el mismo comportamiento en el ejercicio del pode: unos que quieren mantenerse en el poder y otros que quieren llegar al poder mientras que en el medio hay un pueblo que se siente triturado. Se corporativiza a la Fuerza Armada Nacional, no se cumplen con los programas de ayuda a la microeconomía social; el pueblo no aprueba una reforma de la constitución, pero estos cambios se llevan a cabo a través de leyes habilitantes, lo que da muestra de un gobierno autoritario… Eso no es lo que quiero para mi país”.
«Yo denuncié y documenté varios casos de corrupción, los entregué en la Fiscalía, sin respuesta. Al paso del tiempo entendí que esto no era lo que yo quería para mi país. Se perdieron los principios, los valores del proyecto que nos habían presentado»
Oly Millán Campos, economista, profesora universitaria e investigadora
Acabaron con la democracia participativa
Carlos Molina, antropólogo y profesor universitario, formó parte de un movimiento crítico que hacía análisis sobre el desgaste de los partidos políticos en la llamada cuarta república.
Asegura que conoció a Hugo Chávez, que lo visitó en la cárcel y entonces decidió apoyar el proyecto, pues lo veía como la solución para superar la pobreza, atender el deterioro de las instituciones y hacer frente a la corrupción. Sin embargo, se separó del chavismo porque, según sus palabras, se transformó en un modelo autoritario.
“Una de las principales razones por la cual desistí de seguir apoyando la revolución fue por los planes a través de los cuales acabaron con el poder popular, con todas esas políticas que abolieron la democracia participativa. Hicieron desaparecer todas las organizaciones autónomas que existían en los sectores populares y las encapsularon en los llamados consejos comunales, que posteriormente pasan a ser anexados al Poder Ejecutivo Nacional, desdibujando la democracia participativa, que es la capacidad que tienen los ciudadanos de controlar a sus representantes, que además supone un proceso de pedagogía política, que debe tener un contenido educativo», explica.
Para aterrizar sus palabras, el profesor indica: «Por ejemplo, la Constitución señala que las decisiones de las asambleas de ciudadanos son vinculantes y obliga a los poderes públicos a respetar esas decisiones, sin embargo la Ley de Consejos Comunales mutila ese carácter vinculante, señalando que las decisiones solo obligan a los consejos comunales a cumplirlas. Esta es una concepción en la que el actor político busca una rentabilidad en corto plazo, por lo cual no construye tejido social. Es una concepción meramente instrumental y utilitaria de la política en donde el fin último es acumular poder.Desde el año 2008 me separé de este movimiento, que se ha convertido en un modelo autoritario, que se inició con Chávez y se consolida con Nicolás Maduro».
«Es una concepción meramente instrumental y utilitaria de la política en donde el fin último es acumular poder.Desde el año 2008 me separé de este movimiento, que se ha convertido en un modelo autoritario, que se inició con Chávez y se consolida con Nicolás Maduro»
Carlos Molina, antropólogo y profesor universitario
Estamos peor que hace 25 años
El abogado Juan Luis Soso señala que siguió el movimiento iniciado por Chávez pues creía que su programa de gobernabilidad era una esperanza para salir de la crisis que vivía Venezuela. No obstante, hoy dice que estaba equivocado y que ahora la situación política y social es mucho más grave.
Soso razona: “Antes de comenzar este proceso revolucionario, considero que habían tres rupturas, una institucional, una política y una económica, mientras que la corrupción era la línea transversal de los gobiernos. Entonces se presenta la propuesta de Hugo Chávez, que se transformó en la esperanza de la gente que se sentía excluida, no tomada en cuenta y de allí mi decisión de apoyarlo».
«Pero Venezuela entra en un proceso de polarizaciónde los extremos del chavismo y la oposición, siendoimposible para estructuras moderadas pensar en el país. Esa dinámica fueperjudicial y el gobierno estuvo dispuesto a llegar más lejos para mantenerse en el poder, sigue la corrupción y la gente deja de ser la prioridad. Estosy otros hechos se fueron alejando cada día más del proyecto originario progresista de izquierda que se había planteado en un principio. Haciendo algunas comparaciones, considero que hoy en día estamos, peor que hace 25 años”.
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