Consumo

Crisis económica tumba ventas de cerveza hasta 70% en el año

La situación económica ha golpeado fuertemente al sector licorero con una importante caída en sus ventas de aproximadamente 60% en lo que va de año. Mientras, las licorerías sobreviven con la venta de bebidas que antes eran menos populares como ron, aguardiente y cocuy.

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Cada vez este tipo de comercio tiene menos compradores. En medio de la crisis y escasez de bienes básicos, los venezolanos destinan menos de su presupuesto a la recreación. Con salarios como los actuales, los precios del alcohol resultan impagables y los alimentos son prioridad. «Las licorerías abren y trabajan lo que puedan trabajar», dice Carlos Salazar, presidente de la Asociación de Licoreros de Caracas (Asolicorca).
Asegura que la disminución del poder adquisitivo de los venezolanos producto de la galopante inflación es el principal factor que ha perjudicado al negocio, sumado a la conflictividad política del mes de abril. Al tiempo añade que el problema no afecta únicamente al sector licorero, sino que también perjudica las ventas de productos vinculados como hielo, snacks, refrescos y embutidos. «La caída de las ventas es general. Todo se ha dejado de comercializar».
«Todas las actividades económicas están igual. Hasta que no haya un cambio en el modelo económico y en las políticas financieras que se están implementando, va a seguir disminuyendo el poder adquisitivo del venezolano», dice Salazar.
Desde hace un tiempo las importaciones del sector son de grandes corporaciones, quienes las realizan a dólar libre. Sin embargo, Salazar señala que a pesar de que es cierto que las importaciones han caído por la situación país y que la falta de divisas está debilitando a todos los sectores, aún les es posible traer productos. «El detalle es el alto costo».
Hace un año una botella de ron añejo costaba aproximadamente Bs 2.000, hoy en día una botella de aguardiente cuesta entre Bs 8.000 y 10.000, una botella de ron ronda los Bs 20.000 e incluso existen rones super premium cuyo costo varía entre Bs 1.000.000 y 1.200.000.
Haile Acosta, gerente de Destilería Veroes e Industrias Bravo, agrega la escasez de caña para producir la melaza necesaria para la elaboración de los licores. A eso se le suman los altos impuestos: «Somos el único país donde compras una botella de licor y casi el 70% de lo que estás pagando va para el Estado, 50% impuesto al precio de venta al público, 12% por impuesto al valor agregado, más el impuesto de percepción».
– Producción nacional –
La elección por excelencia de los venezolanos ya no es la más popular. Salazar señala que las ventas de la cerveza han caído entre 65 y 70% desde enero a abril por el incremento de su precio. «Anteriormente la persona que ganaba sueldo mínimo tenía una fiesta  se compraba cinco o diez cajas de cerveza, ahorita no se puede porque la plata no alcanza. La bebida popular deja de ser popular cuando el costo se incrementa considerablemente y ya no tiene la misma demanda, anteriormente se podían vender dos o tres camiones de cerveza semanales, ahora se venden cien cajas».
«Evidentemente ya nadie está tomando lo que quiere tomar. Salvo una cúpula muy pequeña que todavía puede darse el lujo de tomar lo que quiere», explica Acosta.
Ambos coinciden en que hay un traslado del consumo. «El que tomaba whisky 12 años está tomando whisky 8 años, el que tomaba 8 años ahora está tomando whisky sub-estandar y así sucesivamente».
«Ese reacomodo en el mercado ha ayudado a que se mantenga cierto nivel de consumo pero definitivamente ha caído considerablemente. Existe un consumo y de ahí estamos viviendo todos, pero para los que viven de la venta de licores la situación ha sido muy fuerte en comparación con los años anteriores», dice el empresario.
Agrega que el caso de la cerveza ha ayudado a que se vendan más licores. «Hoy en día una caja de cerveza cuesta Bs 25.000. En cambio, con eso se pueden comprar dos botellas de licor seco a base de ron o a base de whisky con refresco y hielo y toman más personas».
Con la caída de las ventas de los licores tradicionales es en los segmentos más económicos en donde se ha concentrado el consumo. Aquí destaca que los productos son elaborados localmente como el licor seco a base de ron, el segmento con mayor crecimiento en los últimos dos años. Otras bebidas como el aguardiente o el cocuy, exento de impuestos por denominación de origen, se han vuelto más populares por ser alternativas más económicas.]]>

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