Este jueves Yadira Díaz salió desde Los Teques, estado Miranda y planeó desde que empezó marzo bajar a La Guaira en Semana Santa para compartir con su familia. Como tiene una casa al frente de la playa se ahorra los gastos de hospedaje, por lo que se llevó varios bolsos con potes de comida, en los que había arroz con pollo y plátano, chucherías, refresco y agua para ella, su hijo, su nuera y sus tres nietos.
«Ahorita no se puede, el efectivo está caótico, pero uno aprovecha de pasar estos días especiales con la familia», dijo a El Estímulo mientras aguardaba por el autobús en la estación de metro Gato Negro en Caracas, donde tenía más de dos horas esperando pacientemente, para ir a la costa venezolana.
Su hijo Julio Capote contó que solo pudo conseguir 500.000 bolívares en efectivo para los pasajes. Debido a la escasez de papel moneda tuvo que cancelar 50% más por la transferencia para que le dieran esa cantidad en billetes.
Merian Rochi se animó también a bajar a La Guaira, pero tratando de gastar lo menos posible. Con la finalidad de ahorrar efectivo y con tal de no comprar nada en la playa se llevó sánduches rellenos de jamón y queso, galletas de soda, chucherías, jugo natural y agua para ella y su pareja.
Entre ambos solo pudieron conseguir Bs 300.000 solo para los pasajes. Entre sus intenciones, no estaban alquilar toldos y sillas, al menos que los puedan cancelar con la tarjeta de débito.
Lucy Hernández fue más preparada y llevó arroz con pollo para el almuerzo y llenó una cava grande con agua, refrescos y cervezas para disfrutar las vacaciones. Gastar plata en el litoral para ella, su esposo, su hermano y su bebé no era una opción. Obtuvo Bs 1 millón en efectivo gracias a una transferencia bancaria pero por el cual le cobraron un porcentaje adicional de 100%. Con este dinero pretende pagar pasaje y alquiler de toldo y sillas.
Frente a la estación del metro Gato Negro donde tradicionalmente se toman los autobuses para bajar a La Guaira, el costo de los pasajes para Camurí Chico, Los Cocos, Macuto, Playa Verde y Catia La Mar es de Bs 18.000, mientras que para Naiguatá tiene un valor de Bs 20.000. Durante el asueto, el pasaje tiene un recargo de 20%. Esto generó molestias en los usuarios, quienes manifiestan que los transportistas cobran los precios de los pasajes arbitrariamente.
En la parada del transporte ubicada en Capitolito, Ernesto García, junto a su esposa y tres niños esperó paciente para abordar una camioneta rumbo al litoral central.
“Empezando el recorrido nos informaron que el pasaje se encontraba regulado en Bs 8.000, pero que si había camioneta disponible de las líneas registradas y si queríamos llegar a nuestro destino deberíamos tratar de montarnos en una camioneta pirata, cuyo costo de cada pasaje se ubica entre los 10.000 y 15.000 bolívares, en efectivo lo que se traduce en 150.000 bolívares por toda la familia”, dijo García.
-Llevar la comida-
Los altos costos del pasaje, así como los precios de los alimentos, bebidas y alquiler de toldos hacen que menos familias puedan realizar estas actividades recreativas, obligándolas a llevar hasta el agua que van a consumir en la playa.
Además de los bolsos con las toallas, los documentos y el dinero, esta familia lleva por lo menos otros tres en donde llevan diferentes envases plásticos, en uno de ellos las arepas rellenas de queso blanco y un termo de café para el desayuno, en otro envase llevan un arroz aliñado con salchichas en salsa y una botella plástica con jugo de parchita para el almuerzo.
“Además llevamos otras botellas de agua congelada, una cava con hielo y unos helados, así como algunas bolsas de golosinas, pues vamos a la playa pero no podemos darnos el lujo de comprar nada, ya que tenemos el presupuesto recortado”, señaló García.
En la misma cola para abordar una unidad estaba Maria Ciciliani, que junto a sus dos niños también planificaba pasar el día para disfrutar del mar y el sol.
“El pasado sábado unos familiares fueron a playa Los Ángeles y me informaron que los precios estaban dolarizados, por un plato de tostones con salsa les pedían Bs 500.000; por almuerzo que incluía un pescado, arroz, tostones y ensalada rallada Bs 450.000 y por una botella de agua de 5 litros que actualmente tiene un precio de Bs 150.000 en cualquier establecimiento, solicitaban Bs 300.000, imagínate con estos precios, se tiene que llevar todo de la casa y más si tienen niños pequeños”, dijo Ciciliani.
Oscar Avendaño junto a su familia se encontraba esperando abordar una camioneta rumbo a las playas de la zona de Macuto y así como otras familias, también llevaba sus bolsos llenos de comida, frutas y agua para no tener que comprar nada a orilla de playa “tengo tres niños que les encantan los helados. Es imposible complacerlos cuando las barquillas cuestan entre 100.000 y 200.000 bolívares».
*Con información de Maira Ferreira]]>
