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Estos son los retos de las marcas comerciales en tiempos de coronavirus

Venezuela, por ejemplo, fue pionero en ventas en línea en la región. Pero el presente es distinto y aunque el consumo no cesa, muchos lo piensan dos veces antes de comprar por esta vía

Nölck Red América y el poder de las marcas en Instagram
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En tiempos de crisis lo primero a lo que se le pone una pausa en los negocios es a la publicidad. La frase luce como una norma; sin embargo, para las marcas comerciales los tiempos de pandemia también representan una época para mostrarse e imponerse con la necesidad de sobrevivir en una economía agrietada por la incidencia del brote.

No hay rincón del mundo en donde no se busque vender de forma masiva. La misión es clara, reactivar el aparato productivo y dejar atrás un año para el olvido desde lo financiero.

Actualmente, aquellas marcas que se prepararon para el futuro y adaptaron sus operaciones para vender en línea llegaron a la carrera por no verse en quiebra mejor parados que otras.

Para Gizzella Bruck, especialista en mercadeo, «las marcas que se prepararon en línea sacaron provecho de esta situación». La publicista venezolana mencionó a aquellas que se desarrollan en el ámbito tecnológico y alimenticio como las que encabezan esa marcha.

Sobre la incidencia de esta dinámica en la región, señaló que Estados Unidos, Chile y Colombia están «a la punta de la carrera digital».

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El coronavirus obligó a tomar medidas extremas que aún se recomiendan para evitar su propagación. De la mano con la normativa también se desarrollaron altos niveles de estrés y ansiedad, sensaciones a veces traducidas en consumo desmedido de productos, especialmente de alimentos.

Para Bruck, «Hay un tema de autoindulgencia típico de la gente cuando está bajo estrés. Pasa en las crisis económicas de los países y se ha visto mucho en Latinoamérica».

«En una crisis como esta, que implicó que mucha gente se quedara sin trabajo, otros viven con bajos ingresos y las empresas no saben cómo van a recuperarse, ves a la gente comprar cosas que no parecieran prioridad, pero de alguna manera es su forma de consentirse», agregó.

Esto permitió a las marcas mantenerse con vida; no obstante, el proceso no es posible sin la confianza del cliente.

«Con la pandemia hay un pico de gente comprando en línea», indicó la experta, quien recordó que «hay un tema de ganarse la confianza, pero también influye el sistema en general, confianza en las instituciones en las marcas y los bancos».

Venezuela, por ejemplo, fue pionero en ventas en línea en la región. Pero el presente es distinto y aunque el consumo no cesa, muchos lo piensan dos veces antes de comprar por esta vía. «Aunque existe la tecnología para hacerlo, hay países en los que las personas son temerosas de poner su tarjeta de crédito en línea», añadió Bruck.

«Arma de doble filo»

Vender como primera necesidad y apuntar a un 2021 de reinicios y obligaciones. Desde el ámbito comercial no hay otro norte, por lo que imponerse es menester; sin embargo, la carrera actual involucra a un sinfín de participantes.

De acuerdo con la especialista, es buen momento para publicitar, pero «desde el punto de vista de atención». A su juicio, esto también «es un arma de doble filo porque tienes a todas las marcas diciendo cosas y llega un punto que no se sabe quién dijo qué y como consumidor no se captan los mensajes. Eso no es bueno para las marcas porque invierten dinero en publicidad que no llega a ningún lado».

Asimismo, apuntó a los retos a corto plazo que deben ser superados para mantenerse a flote tras un año irregular.

«A todos nos queda el aprendizaje de estar preparados y planificar. Las marcas deben tener preparado su escenario de crisis y no debe ser el típico protocolo de qué hacer si un cliente habla mal o cómo defenderse en redes sociales, sino también el qué pasa si los niveles de consumo se ven afectados», concluyó.

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