Para obtener financiamiento a través de la cartera hipotecaria, que ofrece tasas de interés preferenciales, los constructores deben vender las viviendas a precios entre Bs 747.500 y Bs 1,7 millones, dependiendo de la región.
Sin embargo, este monto es inferior al costo de producir una unidad habitacional de interés social en la periferia de las grandes ciudades, que se construya sobre un terreno relativamente plano, y que está por el orden de los Bs 2 millones, explicó el directivo en el marco de la XXV Convención Nacional de la Industria de la Construcción, realizada este miércoles 27 de mayo, en Caracas.
«El sector privado no solo tiene que adquirir el terreno, tiene que urbanizarlo, sacar los permisos, hacer todos los proyectos, pagar los servicios, impuestos, patente de industria y comercio, en fin tenemos que pagar cualquier cantidad de costos adicionales a los del Estado», resaltó.
Para Gómez, lo más importante en este momento es sentarse a discutir con el gobierno estos temas y «sincerarse» al respecto. Informó que hace un mes, el sector se reunió con el Ministerio de Vivienda y Hábitat. «Fue una reunión corta, pero muy buena, inclusive nos fuimos muy contentos porque nos dijeron que tendríamos noticias mucho antes de lo que esperábamos. Lamentablemente, esas noticias no nos han llegado. Esperemos que nuestras propuestas hayan sido tomadas en consideración», dijo.
El ejecutivo detalló que las noticias que se esperan tienen que ver con la liberación de los topes para la construcción de viviendas o aumentarlos acorde con el alza en el sueldo mínimo. «Si el salario sube los topes tienen que subir de forma automática de tal manera que el constructor se sienta seguro de que el producto que vaya a hacer pueda ajustarse», sostuvo.
– Retrasos e insumos –
Gómez señaló que es necesaria una revisión urgente de la producción nacional de insumos. «La información que tenemos es que Sidetur esta prácticamente paralizada«, dijo. Esta empresa estatal manufactura productos vitales para la construcción como tubos, perfiles, ángulos y pletinas. «No hay en el mercado ningún tipo de inventario de estos materiales, lo que queda en algunas ferreterías es existencia vieja», expresó.
Lo mismo ocurre con otro material básico, las cabillas. Reiteró que Sidor está produciendo 120.000 toneladas mensuales de acero, cuando antes de la expropiación despachaba más de 400.000.
«Ahora por lo menos tenemos un problema gravísimo con la parte de repuestos de maquinaria pesada. No hay divisas y se está quedando cualquier cantidad de máquinas paralizadas. Esto afecta incluso al sector público. Con pasar por La Carlota pueden ver una cantidad de máquinas estacionadas y que lamentablemente están paradas por falta de repuestos sencillos», reveló.
La falta de insumos afecta los tiempos en los que se ejecutan las obras, pero en el caso del sector público existe un problema adicional: los retrasos en los pagos. «El avance es sumamente tímido», consideró.
– Asociaciones público-privadas –
Las llamadas Asociaciones Público Privadas (APP) han probado ser un modelo exitoso para la construcción de proyectos de infraestructura de gran envergadura en diversas partes del mundo, señaló el directivo de la CVC. El sector privado no solo ejecuta la obra sino que también contribuye al mantenimiento.
Afirma que este tipo de esquema es posible en Venezuela y es clave para hacer que las políticas de obras públicas sean sostenibles en el tiempo. Según datos de Datanálisis, 91,3% de la población está de acuerdo con que el sector privado participe en los programas de administración de servicios públicos.
En Colombia, por ejemplo, se están ejecutando más de 7.000 km de autopista mediante la modalidad APP. Citó también experiencias en China. «No entiendo como no estamos sentados en una mesa (con el gobierno) buscando soluciones, no solo en el área de infraestructura sino también de vivienda», manifestó.]]>