Economía

Fedeagro propone plan rápido para sembrar 430.000 hectáreas de alimentos

En dos o tres meses se pueden cosechar 30.000 toneladas de frijol y caraota, mientras que en máximo cuatro meses se puede duplicar la producción de frutas, hortalizas y tubérculos.

Publicidad
arroz

La idea es paliar -en el menor tiempo posible- la crítica situación de desabastecimiento de alimentos que vive el país. Este es el objetivo del plan de emergencia que presentó Fedeagro al país, el cual contempla la posibilidad de incrementar en cerca de 430.000 hectáreas la superficie de siembra de 10 rubros básicos que, de acuerdo con expertos, suplen las necesidades nutricionales mínimas esenciales para una persona.

“Los agricultores queremos contribuir a mejorar la crítica situación de abastecimiento que vive el país y para ello planteamos un conjunto de acciones en el corto plazo, dirigidas a contrarrestar la caída sostenida de la producción agrícola e impulsar la disponibilidad de nutrientes esenciales en estos momentos de crisis que vive el país”, señaló Tony Pestana, presidente de Fedeagro, quien destacó que en algunos cultivos es posible obtener resultados en apenas dos meses.

Tras señalar que el proyecto fue presentado al gobierno (incluso a la vicepresidencia de la República) unos 20 días atrás, Pestana recalcó que los productores están dispuestos incluso a sacrificar el rendimiento por hectárea por cultivarse en períodos no apropiados, pero ello solo será posible si reciben el apoyo de las autoridades en el suministro de insumos como semillas, agroquímicos, herramientas, maquinarias y repuestos para las equipos.

Al referirse al plan en sí, el dirigente señaló que es posible extender un mes la siembra de maíz y cultivar 50.000 hectáreas adicionales, con lo cual se podría ampliar el abastecimiento del grano para la producción de alimento balanceado para animales, lo que a su vez impactaría la disponibilidad de proteína animal (carnes y huevos).

Para ellos se requieren 65.000 sacos de semilla de maíz amarillo, fertilizantes, herbicidas e insecticidas, y garantizar que prevalezca su precio de venta actual, además de incentivar la siembra con la liberación del precio del maíz amarillo.

El plan contempla otros ocho rubros cuya siembra y cosecha puede rendir frutos en tiempos que van de dos a cuatro meses, distribuidos de la siguiente manera:

Existe la obligación y la necesidad de armonizar esfuerzos públicos y privados para cultivar, en el ciclo norte-verano 2016-2017, un mínimo de 380.000 hectáreas, discriminadas de la manera siguiente:

– 100.000 hectáreas de hortalizas raíces y frutales de ciclo corto
– 20.000 hectáreas de papa
– 100.000 hectáreas de arroz
– 50.000 hectáreas de sorgo
– 40.000 hectáreas de leguminosas (caraota, frijol)
– 40.000 hectáreas de ajonjolí
– 50.000 hectáreas de girasol
– 30.000 hectáreas de soya

Explicó que el caso de caraotas y frijol, la cosecha de más de 31.000 hectáreas permitiría producir cerca de 30% de la demanda nacional, que en la actualidad es casi por completo abastecida con importaciones, pero que por la caída de las compras externas son rubros casi inexistentes en estos momentos.

Sobre la soya -rubro 100% importado-, dijo que además de aumentar la disponibilidad de aceite en cerca de 10.000 toneladas, se producirían más de 43.000 toneladas de torta de soya, insumo básico para la producción de alimentos para animales, que a su vez impactaría en la oferta de proteína animal (carnes y huevos). En ello también contribuirían las 80.000 toneladas de sorgo que se podían sembrar este mismo mes, y que aportarían más de 3% de la demanda.

“No es verdad que hay guerra económica, no es verdad que los productores no queremos sembrar, estamos dispuestos a hacerlo porque ese es nuestro trabajo y para ellos proponemos este plan de emergencia, pero necesitamos del apoyo del gobierno, que es el único que dispone de los insumos necesarios”, dijo Pestana.

Recordó igualmente que de los 1.761 millones de dólares destinados a las importaciones de materia prima agrícola y alimentos en 1998, se pasó a 10.125 millones de dólares en 2014 (último año reportado por el INE), un crecimiento de 474%, mientras que en ese mismo lapso el valor de la producción agrícola solo subió 7%, según datos del Ministerio de Agricultura y Tierras.

– Arroz liberado –

La posibilidad de elevar para el próximo ciclo de siembra de arroz que inicia en octubre en unas 100.000 hectáreas, tendrá un impacto más que positivo en uno de los rubros que más escasean en el país, cuyo precio en el mercado negro alcanza los Bs 3.500 el kilo.

“Podemos elevar en 850.000 toneladas la disponibilidad de arroz, lo que significa cerca de cuatro meses de consumo nacional”, dijo Pestana, asegurando que por la falta de semillas e insumos solo se sembró este año el equivalente a poco más de un mes de demanda.

Al respecto, Fuaz Kassen, presidente de la Federación de Productores de Arroz, Fevearroz, propuso la liberación del precio del arroz a nivel del consumidor, pese a lo cual aseguró que el precio no excedería los 850 bolívares, 75% por debajo del monto cobrado por los bachaqueros, los únicos que disponen del producto.

– Otros de importancia –

Aunque se trata de rubros de ciclo más largo o permanente, Pestana destacó que es esencial acometer acciones urgentes para recuperar las siembras de caña de azúcar y café, rubros de los cuales Venezuela llegó a autoabastecerse y que en estos momentos apenas se contribuye con cerca de 30% y 25% del consumo, respectivamente, con producción nacional.

Destacó que es necesario este año renovar 15.000 hectáreas de café y tratar con pesticidas de nueva generación para el combate de la roya otras 50.000 hectáreas, con lo cual se podría elevar la oferta en más de 30%.

Sobre la caña, dijo que con solo un aporte de 8 millones de dólares para la compra de repuestos y reparar 85% del parque de cosechadoras que está inutilizado, se podría elevar en un millón de toneladas la disponibilidad de caña para la molienda. Ello significaría elevar en más de 5% la oferta de azúcar.

– Hablan las expertas –

“Esto sería de gran ayuda no solo para elevar la producción sino para incrementar la disponibilidad de calorías para los venezolanos”, destacó la doctora Luisa Elena Molina, del Centro de Investigaciones Agroalimentarias (Ciaal) de la Universidad de Los Andes, experta consultada por Fedeagro para la preparación del plan de emergencia, quien afirmó la importancia de estos rubros por su rápida respuesta y el alto valor nutricional que aportan.

“Por cada dólar invertido en la agricultura se obtienen muchas más calorías iniciales para la población que por cada dólar invertido en materias primas semi-procesadas o productos procesados provenientes del exterior”, destacó la especialista en temas relacionados con la producción y disponibilidad de alimentos en Venezuela.

Opinión similar sostuvo la doctora Yngrid Candela, nutricionista e investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo (Cedes) de la Universidad Central de Venezuela (Cendes) quien destacó la necesidad de implementar un plan de emergencia de cultivos de ciclo corto ante la abrupta caída de la disponibilidad de nutrientes que según las últimas investigaciones, han disminuido de forma alarmante.

“Productos como el maíz, frijoles y caraotas pueden suplir mucho de los nutrientes esenciales que demandan las poblaciones más vulnerables, en especial los niños, cuyo desarrollo se está viendo afectado por la falta de nutrientes básicos”, dijo la experta en Políticas Públicas enfocadas en nutrición.

Publicidad
Publicidad