El resultado coincide con las expectativas promedio de los analistas consultados por la agencia Bloomberg.
Respecto al primer trimestre de 2016, el Producto Interno Bruto (PIB) de la principal economía latinoamericana registró una caída de 0,4%, precisó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El PIB de Brasil sufrió un derrumbe de 3,8% en 2015 y de 3,6% en 2016.
Las estimaciones del mercado prevén un crecimiento en torno al 0,5% este año.
El presidente Michel Temer ya había celebrado el martes por adelantado «el fin de la peor recesión de la historia» de Brasil, aunque paradójicamente el dato positivo surge en momentos de recelo de los mercados, a causa de la grave crisis política que tiene al mandatario conservador contra las cuerdas.
Por sectores, el aumento trimestral registró un impresionante crecimiento de la agricultura, de 13,4%, basado en un mayor volumen de las cosechas y en la buena resistencia de los precios de las commodities. La industria creció 0,9% y los servicios se mantuvieron estables (0%).
El trimestre de crecimiento no configura una salida oficial de la recesión, que requiere para la mayoría de los analistas dos trimestres consecutivos de expansión.
«Un trimestre no configura una tendencia. A partir de un trimestre resulta difícil decir si un cuadro se alteró de forma estructural», explica Mauro Rochlin, profesor de macroeconomía de la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Río de Janeiro.
Rochlin cree pese a todo que varios indicadores marcan una «tendencia de recuperación, aunque aún sobre bases muy pequeñas».]]>