El gerente de Operaciones Técnicas de Sambil San Cristóbal, Nelson Pérez, dijo a El Estímulo que el centro comercial ofrece sus servicios en la medida de lo posible y según como se los permita el más reciente cronograma de racionamiento implementado por Corpoelec.
A pesar que el mall cuenta con una planta con capacidad de 1.400 KW, equivalentes a 1.600 KVA, con la que se apoya a los inquilinos y propietarios de tiendas, la misma solo opera con 80% de efectividad en áreas comunes como escaleras, ascensores y estacionamiento.
La demanda eléctrica del Sambil San Cristóbal es de 3.200 KVA, por lo que es imprescindible que el centro comercial esté conectado siempre al sistema eléctrico nacional para tener efectividad y ofrecer los servicios plenamente.
“Ofrecemos los servicios en la medida de lo posible. Con el racionamiento solo trabajan las tiendas y restaurantes que operan con transferencia, pago en efectivo o tienen puntos inalámbricos y los han cargado previamente”, precisó el gerente de operaciones técnicas.
Durante el miércoles 21 de marzo, cuando entró en vigencia el aumento en el número de horas de racionamiento, la actividad del centro comercial se limitó al apoyo del sistema bancario con el pago de pensiones, pues desde la apertura del centro comercial las entidades bancarias atienden hasta las 3:00 pm porque a partir de esa hora se suspende el servicio.
“El horario se alterna por lo que la actividad comercial inicia un día a las 3:00 pm. Los bancos no podrán abrir en horas de la mañana. Un día se afectan unos y el otro día otros con la alternabilidad del cronograma de racionamiento”, explicó.
Desde el Sambil San Cristóbal, se ha elevado una solicitud a la junta directiva nacional a fin de que estén al tanto de la situación que afecta al único mall con actividad comercial y diversión del estado. También está previsto una reunión con representantes de la junta de condominio para plantear la problemática.
“Estamos en plena Semana Santa y se espera un importante número de visitantes tanto locales como foráneos al centro comercial y no sabemos cómo vamos a garantizar el servicio, teniendo en cuenta que el cronograma de Corpoelec estará vigente hasta el 31 de marzo, según lo anunciado”, señaló el gerente técnico del Sambil San Cristóbal.
– “Parece un castigo” –
En un recorrido realizado por El Estímulo, se consultó a algunos comerciantes sobre el impacto en la jornada laboral ante el nuevo racionamiento de hasta 15 horas. Las respuestas fueron diversas y hasta se dejó escuchar que el plan eléctrico “es un castigo a los tachirenses”.
“A nivel laboral es muy complicado. Yo trabajo con criptodivisas (Onix) y mi trabajo prácticamente depende de un computador para poder hacer transacciones. Yo lo hago para mitigar el problema que hay de escasez de dinero en efectivo a través de un criptoactivo. La situación me afecta bastante porque tengo que adivinar como juega el horario de suspensión eléctrica para poder hacer las transacciones y trabajar en función a ello”, dijo Gerson Casanova.
Los tachirenses no justifican un racionamiento de manera tan extensa pero en vista de “la ineptitud e ineficiencia del gobierno qué más nos queda. Esto solo ocurre aquí, en ningún otro país del mundo. Nadie tiene porqué adaptarse a una situación de estas, lamentablemente los venezolanos todo lo asumimos con jocosidad y por acostumbrarnos por eso es que nos pasan las cosas”, agregó Casanova.
Para los restaurantes la situación se complica aún más. No solo con el manejo del escaso dinero en efectivo y las fallas en la utilización del punto electrónico, sino también con los alimentos que se descomponen por falta de refrigeración.
“Hemos presentado muchos problemas con los alimentos que se dañan. Los lácteos se cortan y eso nos genera bastantes pérdidas. Los cortes también nos afectan en lo que se refiere a la seguridad y los equipos se dañan con las bajas. Tuvimos que reparar una planta eléctrica. Sin embargo, esto no garantiza la llegada de clientes al local, sin luz la gente no sale”, se quejó Jorge Rivas del restaurant Mango’s, ubicado en el sector comercial de barrio obrero.
Los comerciantes pidieron a Corpoelec mayor información en lo que se refiere a la suspensión del servicio pues a su juicio no se cumplen con puntualidad.
Beatriz Palacios, propietaria de un centro estético, expresó su preocupación tras los constantes y prolongados cortes de luz que a diario la dejan de manos cruzadas y sin poder hacer nada.
“Los cortes nos afectan mucho porque de la luz depende nuestro trabajo, ¿Cómo secas un cabello, aplicas un químico o cualquier otro tratamiento capilar o corporal si no hay luz? Nos dejan sin trabajo y sin qué comer porque ya no podemos trabajar, cuando llega la luz a las 4:00 pm ya nadie viene”, dijo Beatriz a El Estímulo.
La demanda de plantas eléctricas ha aumentado en la entidad tachirense ante los prolongados cortes, sin embargo los comerciantes no están seguros de que sea la solución para paliar el problema.
“La farmacia trabaja 24 horas cada dos días y hay cortes muy extensos. La planta trabaja con gasoil y no es tan fácil conseguirlo aquí. Es difícil lidiar cada día con las dificultades que nos ponen para trabajar”, explicó Carolina Castillo, administradora de la farmacia Santo Domingo.
Como inaudito catalogó José Carles, ingeniero jubilado de la empresa eléctrica del Táchira, la situación que se vive en torno a los prolongados racionamientos.
“Esto es algo que se suma al cúmulo de problemas que ya tenemos que soportar los venezolanos. Ha sido provocado por la mala gerencia de Corpoelec que no tomó las previsiones para hacer el mantenimiento a las líneas. Además, han despilfarrado dinero en cosas que no son importantes. Los equipos con que cuenta el sistema eléctrico están obsoletos y perdieron vigencia lo que trajo como consecuencias las fallas que estamos sufriendo en el servicio”, precisó el trabajador jubilado de la empresa eléctrica.
Medidas urgentes y costosas deben ser tomadas por el gobierno nacional para solucionar la grave crisis, añadió Carles, de lo contrario, vaticinó un escenario peor al que ya se está viviendo.
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