Repsol, el grupo petrolero español, informó este martes de una pérdida neta de 487 millones de euros (unos 530 millones de dólares) en el primer trimestre. El resultado se atribuye a la caída de los precios del petróleo provocada por la pandemia del nuevo coronavirus.
El beneficio neto ajustado alcanzó los 447 millones de euros. Se trata de una baja de cerca del 28% pero superior a la meta de los 328 millones de euros para este indicador financiero, esperados por los analistas consultados por el proveedor de informaciones financieras Factset.
En el primer trimestre de 2019, Repsol había obtenido un beneficio neto por 608 millones de euros.
«La variación se explica en la caída de los precios del crudo durante el mes de marzo, consecuencia de la rápida propagación de la Covid-19 y su impacto en la demanda», explica Repsol, que cita también los efectos del «exceso de oferta de crudo debido a la ausencia de acuerdo entre los países productores».
La pandemia de Covid-19 ha obligado a rehacer muchas de las predicciones sobre los escenarios del negocio energético.
La petrolera española es una de las pocas trasnacionales que opera en Venezuela.