Las autoridades portuarias informaron el pasado miércoles que no se permitió partir al petrolero siguiendo las reclamaciones de varias compañías navieras internacionales, que exigen 30 millones de dólares estadounidenses a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por supuestas facturas pendientes de pagarse.
Funcionarios del gobierno de la pequeña isla caribeña apuntaron a medios locales que no se dispone de detalles concretos del asunto, ya que se trata de un tema comercial privado.
Destacaron que el asunto tiene que ver con acuerdos comerciales de Pdvsa y que refleja los problemas financieros de la empresa.
Sin embargo, indicaron que hay temor a que el asunto afecte a las relaciones con Caracas y las operaciones de la refinería de Curazao, fundamental para la economía local.
El gobierno de Curazao teme que la retención en puerto del barco con el crudo de Pdvsa agrave más la tensión entre Venezuela y esta isla que proporciona apoyo logístico a la industria petrolera del país suramericano.
El incidente se registró después de que el vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, anunciara a principios de esta semana la extensión del cierre de comunicaciones con Aruba, Curazao y Bonaire hasta que no se concreten con las autoridades de estas islas caribeñas medidas que combatan las mafias, que según el gobierno de Venezuela perjudican gravemente a su economía.
Las tres islas caribeñas, ligadas a los Países Bajos mediante distintos acuerdos político-administrativos, pidieron ayuda al país europeo para afrontar la decisión del gobierno venezolano de cierre de comunicaciones hasta que no se acabe con las mafias.]]>