Llegar al millón de viviendas en 2015 implica entregar más de un Caricuao semanal
El gobierno hace entrega este viernes de la vivienda 900.000, con lo cual afirma haber culminado 100.000 unidades en tan solo tres semanas.
Economía
El Ejecutivo ha acelerado el otorgamiento de viviendas el último mes de una forma que los expertos en el área consideran demasiado rápida para ser verdad. La meta antes de que se acabe 2015 es llegar al millón de unidades construidas por la Gran Misión Vivienda desde 2011, para lo cual el gobierno debe «rematar» y entregar en un mes 100.000 viviendas más, el equivalente a casi 80% de todo lo que se construyó en 2014.
Suena fácil. Aunque no hay forma de verificar qué compone el impactante récord de la Gran Misión Vivienda -si se trata de una mezcla de unidades nuevas, remodeladas o expropiadas-, lo cierto es que las pocas cifras oficiales que existen sobre el desempeño de este programa social hacen palidecer algunos de los más importantes logros residenciales de los años 70.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos González, detalló recientemente en un foro que Caricuao, considerada la urbanización más grande del país, posee aproximadamente 20.000 apartamentos, distribuidos en 250 edificios. Para alcanzar la meta del millón de viviendas, el gobierno tendría que entregar más de una urbanización a la semana del tamaño de Caricuao.
Con este ritmo, no queda duda de que se dejará lo mejor para el final. En abril de este año, el presidente Nicolás Maduro acudió a la entrega de la vivienda 700.000. Le tomó casi 9 meses llegar a la vivienda 800.000, pero solo 3 semanas otorgar las llaves de la número 900.000.
Esta velocidad implicaría que entre noviembre y diciembre el Estado habrá entregado más de 200.000 hogares, lo que superaría lo adjudicado en todo 2012, el mejor año de la misión, creada en 2011 por el presidente Hugo Chávez.
Este hito se lograría en un período en el que se proyecta una contracción económica cercana a 10% y una escasez severa de insumos básicos de la construcción, denunciada por los propios representantes del sector.
A esto, añade González, se suman las deficiencias que han venido presentando algunas estructuras en cuanto a servicios públicos y detalles técnicos. «No se le da cumplimiento a los parámetros de uso. Criterios como densidad, altura, estacionamiento y áreas verdes son ignorados», sostuvo.
