El 21N o el camino al desastre político
La fragmentación opositora, en algunos casos incentivada por el propio chavismo y en otros casos producto de una suerte de guerra de egos entre los liderazgos democráticos, incapaces de sentarse en una misma mesa a debatir una estrategia común, terminaran por consolidar al chavismo como la primera fuerza política, pese a su impopularidad