Los fiscales que investigan a Luiz Inacio Lula da Silva detallaron este viernes sus principales sospechas de «posibles crímenes de corrupción y lavado de dinero» contra el exmandatario (2003-2010), una de las figuras políticas más importantes de América Latina.
Lula quedó bajo fuego este viernes luego de que la policía allanara su casa y lo llevara a declarar por el escándalo de corrupción en Petrobras, que desvió más de 2.000 millones de dólares de la petrolera estatal.
A continuación, los principales trechos del comunicado donde la fiscalía del estado de Paraná (sur), a cargo de la investigación, detalla sus sospechas:
«Hay evidencias de que el expresidente Lula recibió valores oriundos del esquema Petrobras por medio del envío y reforma de un apartamento tríplex y de una finca en Atibaia (Sao Paulo), de la entrega de muebles de lujo en ambas propiedades y de almacenamiento de bienes por una empresa de transporte. También son investigados pagos realizados al expresidente de parte de empresas investigadas en Lava Jato, a título de supuestas donaciones y conferencias».
«Se acumularon evidencias muy consistentes de que el esquema de desvío de dinero de Petrobras beneficiaba a empresas que se enriquecían a costa del Estado, directivos de Petrobras que vendían favores, lavadores profesionales de dinero que entregaban sobornos y políticos y partidos que sustentaban a los directivos de Petrobras y a cambio recibían la mayor parte de los sobornos, que los enriquecían y financiaban sus campañas».
«Ese gran esquema era coordinado por las cúpulas y liderazgos de los partidos políticos que integraban la coalición del gobierno federal, especialmente el Partido de los Trabajadores (PT), el Partido Progresista (PP) y el PMDB».
«Lula, además de líder partidario, era el responsable final de la decisión de quiénes serían los directores de Petrobras y fue uno de los principales beneficiarios de los delitos. De hecho, surgieron evidencias de que los crímenes lo enriquecieron y financiaron campañas electorales y la caja de su fuerza política. Más recientemente, incluso, surgieron en la investigación referencias al nombre de Lula como alquien cuya actuación fue relevante para el éxito de la actividad criminal».
Existen indicios de que Lula «recibió en 2014 por lo menos un millón de reales (unos 263.000 dólares) sin justificativo aparente lícito de (la constructora) OAS, por medio de reformas y muebles de lujo en un apartamento tipo triplex, número 164-A, del Condominio Solaris, en Guarujá. Pese a que el expresidente alegó que el departamento no era suyo por estar a nombre de una empresa, varias pruebas dicen lo contrario».
«Hay evidencias de que OAS pagó gastos elevados para reformar el departamento (más de 750.000 reales), costeó muebles de lujo para la cocina y dormitorios (cerca de 320.000 reales) y que todo ocurrió de modo inusual y con la participación del propio presidente de la OAS, Leo Pinheiro».
«Existe la sospecha de que la reforma y los muebles constituyen sobornos de favores ilícitos de OAS en el esquema de Petrobras, empresa cuyos ejecutivos ya fueron condenados por corrupción y lavado de dinero en Lava Jato».
«El expresidente Lula, en 2010, adquirió dos fincas en Atibaia mediante interpuestas personas, por el valor de 1,59 millones de reales, habiendo fuertes indicios de que, entre 2010 y 2014, recibió al menos 770.000 reales sin justificativo económico lícito de (el empresario) José Carlos Bumlai y de las empresas Odebrecht y OAS».
«Surgieron fuertes indicios de pagos disimulados de aproximadamente 1,3 millones de reales de la empresa OAS en favor del expresidente, entre el 1/1/2011 y el 01/2016, para el amacenamiento de ítems retirados del Palacio de Planalto cuando terminó su mandato».
Está siendo investigados también pagos «realizados por constructoras beneficiarias del esquema de Petrobras en favor del Instituto Lula y de LILS Palestras (firma donde el exmandatario tiene el 98% y el presidente del Instituto Lula Paulo Okamato tiene un 2%, según la fiscalía)». «La mayor parte del dinero que ingresó en ambas empresas, entre 2011 y 2014, provino de firmas del esquema de Petrobras: Camargo Correa, OAS, Odebrecht, Andrade Gutierrez, Queiroz Galvao y UTC».
«En el Instituto Lula, fueron 20,7 de los 35 millones (de reales) que ingresaron. En LILS, 10 de los 21 millones».