«Hacemos un llamado a toda la población de los barrios y comunidades a unirse al paro», a «no asistir a los centros laborales, centros de estudio, no comprar combustibles», instaron las organizaciones en un comunicado leído en rueda de prensa por el opositor Aníbal Toruno.
El paro es parte de la escalada de presión opositora contra Daniel Ortega tras la violenta represión a las protestas que se iniciaron el 18 de abril, que dejan 139 muertos.
El paro cuenta con el apoyo de empresarios, movimientos estudiantiles, de derechos humanos y feministas de León. Manifestantes opositores mantienen bloqueadas las vías de la ciudad, un centro histórico y universitario que depende del comercio, la agricultura y la ganadería. Movimientos similares se desarrollan en todo el país.
«Cada acción ciudadana pacífica contribuye al clamor del pueblo para que se vayan» del gobierno, dijeron las organizaciones leonesas, en alusión a Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.