Después de tres meses de aislamiento dentro de sus fronteras nacionales, los europeos tienen desde el lunes la posibilidad de viajar más fácilmente de un país a otro, debido a la disminución de la pandemia del coronavirus.
Pero es necesario prestar atención antes de hacer las maletas ya que el regreso a la libre circulación dentro de Europa se producirá en forma escalonada y diferenciada.
A partir de este lunes, en el mapa de Europa hay luces verdes, amarillas y naranjas según el origen o el destino del viaje.
Ya están accesibles
Italia había dado la señal el 3 de junio al reabrir sus fronteras a todos los viajeros, a pesar de que la mayoría de los estados mantuvieron restricciones con este país, que fue uno de los focos más importantes de la pandemia en Europa.
Otro país con prisa por salvar su temporada turística es Croacia, que también se anticipó y reabrió sus fronteras el jueves, al igual que Polonia, accesible para todos los ciudadanos europeos desde el sábado.
Muchos países han elegido la «estrategia de la cebolla», abriendo primero las fronteras con los países vecinos y ampliar luego el perímetro de circulación. Por lo tanto, ya es posible circular sin control en Europa central o de un país báltico a otro.
En un continente donde cada país se había atrincherado desde mediados de marzo, dos estados, Suecia y Luxemburgo, fueron más flexibles con los viajeros de la Unión Europea.
Reabren el lunes
Bélgica, Francia y Grecia restablecieron la libre circulación este lunes por la mañana con todos los países del continente.
Grecia, cuya economía se basa principalmente en el turismo, va más allá e invita a venir a viajeros de varias regiones fuera de la UE, como Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur y China.
En Alemania y Austria, los controles de llegada por carretera, ferrocarril o aire se levantarán a la medianoche del lunes.
Entre los países que reabrieron sus fronteras, o que ya lo han hecho, muchos de ellos (Hungría, Bulgaria, Austria, República Checa, Eslovaquia, Letonia) mantienen restricciones para los viajeros de destinos europeos donde la tasa de infección todavía se considera demasiado alta.
Cada país ha compuesto su lista, más o menos larga, de áreas de riesgo. Suecia y Gran Bretaña están invariablemente incluidas, y se le suman España y Portugal. En algunos países la lista abarca Holanda, Bélgica y Francia. Las listas se revisan regularmente.
En algunos casos está prohibido viajar hacia o desde estos destinos, o se requiere una prueba de detección de la COVID-19 con resultado negativo o un aislamiento de 14 días.
Francia advirtió que aplicará «reciprocidad» a los países que imponen restricciones a sus nacionales.
Todavía cerrados
Rumanía no reabrirá sus fronteras el lunes para los extranjeros y por el momento no estableció una fecha de apertura de fronteras.
Establecida inicialmente para el 1 de julio, la fecha de reapertura de España a los turistas finalmente se adelantó al 21 de junio, excepto en la frontera terrestre con Portugal, donde los controles continuarán hasta el 1 de julio.
Por «reciprocidad», Francia planea continuar en el futuro inmediato sus controles en la frontera con España. Como parte de un proyecto piloto, Baleares dará la bienvenida a casi 11.000 alemanes a partir del 15 de junio.
Noruega, en tanto, reabrirá sus fronteras el lunes solo a los otros países nórdicos, con la excepción de Suecia. Dinamarca es igual de selectiva, limitando en esta etapa su recepción a personas procedentes de Alemania, Noruega o Islandia.