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Fin del misterio: el monolito de Utah fue removido por terrícolas

Un fotógrafo captó el momento en el que la estructura pasó de ser una obra admirable a puros escombros. Registró todo el desarme con su cámara

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La realidad suele arruinar nuestra imaginación. Esto fue lo que pasó con el monolito que se vio en Utah, el pasado 18 de noviembre y cuya desaparición fue obra de simples mortales.

Si nos ha escuchado de esta noticia, te contamos que hace unas semanas los miembros de la tripulación del Departamento de Seguridad Pública de Utah, que supervisaban el área en un helicóptero, encontraron «un monolito de metal instalado en el suelo», pero «ninguna indicación obvia de quién podría haber puesto el monolito allí».

Luego, como por arte de magia, o por obra y gracia de los extraterrestres según algunas teorías, el bloque metálico triangular, de más de 3,5 metros de altura, desapareció. ¿Qué pasó? Un fotógrafo tiene la respuesta.

Ross Bernards tiene las pruebas de que cuatro hombres se presentaron la misma noche que él había estado allí, el 27 de noviembre, con sus hijos para visitar el monolito. Según el testimonio del profesional en fotografía, los sujetos desmantelaron el objeto en apenas 10 minutos.

La historia de Bernards, quien asegura haber sido testigo de los hechos, fue difundida primero en Twitter, el 30 de noviembre, por Andy Baio, autor del blog Waxy.org.

Luego, Ross publicó la historia en Instagram, con la siguiente historia:

«Si te interesa saber qué pasó exactamente con el monolito, sigue leyendo porque yo estaba literalmente allí. Acababa de terminar de hacer algunas fotos del monolito bajo la luz de la luna y me estaba tomando un descanso (…) Cuando escuchamos algunas voces que subían por el cañón. Pensamos entonces en recoger nuestras cosas, para que pudieran disfrutarlo por sí mismos como lo habíamos hecho nosotros. En ese momento miré mi reloj y eran las 8:40 de la noche», empezó su relato.

Luego, según el fotógrafo, dos de los cuatro hombres le dieron “un par de empujones al monolito” y uno advirtió: “Será mejor que ya hayan hecho sus fotos”. Tras «un gran empujón», el monolito «se volcó, inclinándose hacia un lado, tras lo que gritó a sus amigos que no iban a necesitar herramientas. El otro chico que estaba con él junto al monolito dijo: ‘Por esto no dejas basura en el desierto'».

Después, «los cuatro se acercaron y lo empujaron casi hasta el suelo por un lado, luego decidieron empujarlo hacia el otro, y aterrizó en el suelo con un fuerte golpe. Rápidamente, lo rompieron y, mientras lo cargaban en una carretilla que habían traído, uno de ellos nos miró y dijo: ‘No dejen rastro’. Eso fue a las 8:48».

Ross explicó que no impidió que el grupo derribara el monolito, porque «hicieron bien en sacarlo», ya que desde que se publicó la historia, atrajo a muchas personas a un desierto que puede ser peligroso, pero que también sufre por el descuido de los humanos. De hecho, en ese momento, según el post en Instagram, al menos 70 carros habían estado en la zona y centenares de personas se habían acercado, «alterando permanentemente el paisaje intacto».

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