Internacionales

Air France suspende dos vuelos porque Rusia no la deja pasar por su espacio aéreo

Con el objetivo de arrestar al periodista disidente Roman Protasevich,el gobierno bielorrús fingió una situación de explosivos en el avión para obligarlo a aterrizar. Ahora las aerolíneas se niegan a pasar por sus cielos, lo que ha generado conflicto con las autoridades rusas

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Bielorrusia
AFP

El problema de la comunidad internacional con Bielorrusia cada vez es más complejo. Después del secuestro del avión de Ryanair por parte del gobierno bielorrús con el fin de detener a un disidente, varias aerolíneas se niegan a pasar por el espacio aéreo de esta exrepública soviética. Una de ellas es AirFrance.

Esta semana, la aerolínea francesa-holandesa ha suspendido dos vuelos. Rusia se niega a autorizarle el paso por sus cielos, algo necesario para poder bordear Bielorrusia.

El vuelo AF1154 entre París y Moscú fue anulado hoy viernes 28 de mayo. El comunicado de AirFrance explicó que fue «por razones operativas relacionadas con la circunvalación del espacio aéreo bielorruso. Esto requiere una nueva autorización de las autoridades rusas para entrar en su territorio».

El vuelo del miércoles, entre ambas ciudades, también fue cancelado por los mismos motivos.

El hecho

Bielorrusia creó, el domingo, una situación falsa y obligó a un avión de la compañía Ryanair, en el que viajaba un activista de la oposición, a realizar un aterrizaje forzoso en la capital Minsk. El evento suscitó la indignación de buena parte de la comunidad internacional que lo tildaron de secuestro y terrorismo de estado.

Hoy martes 25 de mayo, Ryanair anunció su decisión de suspender todos los vuelos que atraviesen el espacio aéreo de Bielorrusia, por temor a ser secuestrados en el aire otra vez.

El suceso ocurrió el domingo 23 de mayo. La televisión estatal bielorrusa reportó que Roman Protasevich, un periodista disidente de 26 años exiliado en Polonia, fue detenido en Minsk luego de que el vuelo FR4978 fuera desviado, bajo engaños, de su ruta entre Atenas y Vilna.

A principios de la noche, el aparato pudo finalmente continuar sin Protasevich su ruta a la capital de Lituania, país de la UE, donde aterrizó poco después, constató la AFP.

«Se volvió hacia la gente y dijo que le darían pena de muerte» en Bielorrusia, comentó sobre Protasevich la lituana Monika Simkiene, de 40 años, quien viajaba en el avión. Acotó que cuando el activista entendió que sería detenido en Minsk, se vio «muy calmado».

Simpatizantes de la oposición bielorrusa llegaron al aeropuerto de Vilna con pancartas de apoyo a Protasevich.

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Foto PETRAS MALUKAS / AFP

La ONU dice «cuidado»

Al día siguiente del secuestro aéreo, el periodista apareció en televisión visiblemente herido, «confesando» supuestos delitos. Las Naciones Unidas emitió hoy una declaración advirtiendo sobre esta sospechosa aparición y temiendo por la seguridad de Román Protasevich.

Lo más probable es que esa aparición fue forzada, dijo la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet.

«La información obtenida bajo coacción no puede ser usada en el proceso legal. Esas confesiones están prohibidas por la Convención contra la Tortura», recordó el portavoz Rupert Colville.

«Como muchos otros, estamos consternados por el arresto ilegal y la detención arbitraria del señor Protasevich después de que el avión en el que viajaba fuera desviado por la fuerza a la capital de Bielorrusia. Todo aparentemente bajo pretextos falsos y con el propósito expreso de capturarlo», agregó.

Colville indicó que la ONU busca recibir garantías de trato humanitario. Exigen que no lo torturen. La petición se basa en cientos de denuncias de malos tratos a cientos de manifestantes que participaron pacíficamente en protestas contra las elecciones fraudulentas de 2020.

Fuertes críticas

La comunidad internacional reaccionó de inmediato y entre las imputaciones que se le hace a Bielorrusia está el de «terrorismo de estado». Rusia demostró su apoyo hoy lunes, aunque de manera discreta. Tildó la acción de «razonable».

Los mandatarios de la Unión Europea (UE) abordarán el incidente y «posibles sanciones» durante una cumbre esta semana, indicó un portavoz del Consejo Europeo.

Varios países del bloque como Alemania y Lituania denunciaron los hechos, que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó de «terrorismo de Estado» y para los que pidió «sanciones inmediatas».

Francia convocó al embajador bielorruso en París. Y el Reino Unido, que ya no forma parte de la UE, también advirtió al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que se expone a «graves consecuencias».

Estados Unidos «condenó fuertemente» la detención, y el secretario de Estado, Antony Blinken, pidió la liberación de Protasevich.

«Este acto chocante perpetrado por el régimen de Lukashenko puso en peligro la vida de más de 120 pasajeros, incluidos ciudadanos estadounidenses», dijo Blinken en un comunicado.

La OTAN, por su parte, pidió una «investigación internacional» por este «incidente grave y peligroso», indicó su secretario general, Jens Stoltenberg.

Del lado de Lukashenko se asomó Rusia. El jefe de la diplomacia, Serguéi Lavrov, se pronunció un día después de los hechos. Consideró  «razonable» el enfoque de Bielorrusia frente a las críticas por desviar un vuelo comercial de Ryanair.

La cancillería bielorrusa expresó su «voluntad de seguir todas las reglas internacionales, de garantizar una transparencia total e incluso de acoger, si fuera necesario, a expertos internacionales», dijo Lavrov.

La falsa bomba

Según las autoridades, el avión desvió su trayectoria por una «amenaza de bomba».

Sin embargo, el aeropuerto de Minsk, citado por la agencia de prensa oficial Belta, afirmó que la amenaza de bomba resultó ser «falsa» tras un registro del Boeing.

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El avión durante el aterrizaje forzoso. Foto PETRAS MALUKAS / AFP

Todo indica que fue una situación falsa creada por el gobierno de Lukashenko para forzar el aterrizaje y llevarse a Roman.

El presidente bielorruso dio personalmente la orden de que un avión de caza MiG-29 interceptara el avión tras esta amenaza, según su servicio de prensa.

Pena de muerte por disentir

El medio Nexta, fundado en 2015, desempeñó un papel clave en la ola de protestas contra la reelección en 2020 de Lukashenko, en el poder desde 1994. Difundió consignas, fotos y videos de las manifestaciones y de la represión.

La opositora bielorrusa en el exilio en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, condenó inmediatamente la detención de Protasevich. Y aseguró que el activista se enfrenta a la «pena de muerte».

Bielorrusia es el único país de Europa que aplica la pena capital.

La represión de las autoridades bielorrusas le valieron a Minsk una batería de sanciones occidentales. Para enfrentarlas, Lukashenko buscó ayuda con Vladimir Putin.

Esta nota fue publicada originalmente el 24 de mayo. Fue actualizada el 25 con la decisión de Ryanair y la posición de la ONU. Y el 28 de mayo con la suspensión de vuelos de AirFrance.

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