Desde 2014, el general Vladimir Padrino López ejerce como ministro de la Defensa del régimen de Nicolás Maduro, rompiendo así un récord de permanencia en el cargo al ser ratificado para un año más. Sin embargo, entre tantas noticias, sucesos y fake news esto pasó por debajo de la mesa.
Desde que se establecieron de forma institucional las fuerzas armadas, justamente hace un siglo, nadie había estado tanto tiempo en este cargo de forma ininterrumpida.
No es un asunto menor que Padrino López es un obsecuente admirador del castrismo. Tal como lo reseña el reciente libro La invasión consentida, que retrata los estrechos vínculos entre el castrismo y el chavismo, Padrino López también se ha sometido a tratamientos médicos en Cuba.
Por lo general esos viajes de salud han tenido lugar en secreto, salvo en septiembre de 2015 cuando Padrino López quiso mostrar públicamente su devoción a Fidel Castro.
La imagen de aquel momento, muestra a López sentado en una silla más baja, venerando a un Castro demacrado. El rostro del general venezolano transmite muy claramente su admiración, el ya entonces ministro escribió luego en Twitter: “¡Gracias, Comandante! Seguiremos aferrados a las ideas y a las causas más nobles de la humanidad ¡Hasta la victoria!”.
El general, quien a la fecha también ha sido el único en ocupar de forma simultanea el cargo de ministro y jefe del Comando Estratégico Operacional. Esta fue una posición que obtuvo entre 2014 y 2017, justamente los dos años de más cruda represión ejercida por el chavismo, usando a militares y policías.
La permanencia prolongada de Padrino López en el cargo de ministro de Defensa, según la analista de temas de defensa y seguridad, Rocío San Miguel, obedece a la perdida de influencia de Maduro y del número dos del régimen, Diosdado Cabello, sobre el estamento militar.
Padrino López “continúa siendo percibido como un elemento conciliador entre los diferentes grupos de poder”, en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”, sostiene San Miguel.
De acuerdo con la analista, la merma de los ingresos petroleros está teniendo un impacto directo en la FANB, así como la decisión de Maduro de orientar a los militares al control del orden interno, pues los han involucrado abiertamente en tareas represivas.
En Barquisimeto, un coronel me explicó, a condición de que no lo identificara, que la situación es caótica, incluso para alimentar a los soldados: “Para que mi tropa pueda comer, yo mismo debo buscar los alimentos. En general, le pido ayuda a comerciantes o distribuidores de alimentos. Los recursos ya no llegan desde Caracas”. Un hecho como este demuestra los problemas cotidianos que deben enfrentar los militares en medio de la aguda crisis que vive Venezuela.
Otro factor que genera malestar, y por ello la presencia de Padrino López podría ser necesaria, ha sido la derrota que le dieron los grupos guerrilleros colombianos que operan dentro de territorio venezolano a la FANB. Esto es un hecho que quedó en evidencia tras los recientes sucesos del estado Apure. De forma inaudita, militares venezolanos permanecieron en cautiverio, dentro de Venezuela, a manos de irregulares colombianos.
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“Quedó demostrado que la iniciativa en el teatro de operaciones y el dominio del terreno, lo tiene la guerrilla colombiana”, sintetiza San Miguel.
Padrino López fue ratificado en el cargo el pasado 24 de junio por un año más. Desde que el dictador Juan Vicente Gómez (1908-1935) creó el ejército moderno de Venezuela, exactamente hace un siglo, en 1921, nunca una misma persona había permanecido tantos años al frente del ministerio de la Defensa.
En la era democrática (1958-1998), los ministros de la Defensa eran rotados anualmente con el fin de facilitar el ascenso y la alternancia entre las diversas fuerzas (ejército, aviación, marina). Dado que Padrino López proviene del ejército, en los últimos siete años se ha visto truncada la posibilidad de que oficiales de las otras ramas alcancen la preciada posición de ministro de la Defensa.
El libro La invasión consentida recuerda que pese a la abierta amistad y cercanía entre Hugo Chávez y Fidel Castro, y a la amplia presencia cubana en Venezuela, en materia militar no fue sino hasta 2008 que se firma un primer convenio. Esto estuvo precedido de la decisión de Chávez de romper, en 2005, un tratado de cooperación militar con Estados Unidos.
Dado su papel frente a una FANB involucrada de forma directa en la cruda represión en el país, Padrino López, así como el general Néstor Reverol (por varios años ministro del Interior), están señalados de forma explícita junto a Nicolás Maduro en el examen preliminar que adelanta la Corte Penal Internacional sobre la existencia de crímenes de lesa humanidad en Venezuela.