Es un gran invento del chavismo este personaje. De la nada irrumpe tratando de convencernos de ciertos atributos: autoridad moral, respaldo, proyección pública, ser de oposición… la “verdadera”, según dice. Lo único que logra en cada aparición es consolidar esa imagen de muchacho de los mandados, altanero y gritón, pero a fin de cuentas siempre ocupado en algún encarguito hecho desde el poder; gestor, casi, una cosa así como decirte ¿Hay que darle su coñacito a la primaria? Tranquilo hermanito, ya te resuelvo eso, claro que sí vale, una mano ayuda a la otra…
Luis Alejandro Ratti decidió salir de la nada política aceptando ese papel. Creerá que aún es joven y el tiempo pasa y el dicho ese de que “el venezolano tiene la memoria corta” y contando con eso juzgará como buena la inversión de hacerle algunas diligencias a los que mandan. Después de todo, debe ser más divertido y rentable que estar en un comando chavista o que gerenciar, digamos, una papelería en Maracay, que es lo que dicen que hacía antes de todo esto. Y lo es, sin duda. Míralo ahí, en la pantalla de Globovision, convertido hoy en el centro de la noticia; es más, siendo él la noticia del día: camisa rosada -camisa y bien planchada, no como el gordito aquel-, paltó oscuro, rozagante, rodeado de micrófonos, hablando con una seguridad tal que cualquiera diría que sabe de lo que está hablando, que las pruebas las tiene en la mano y las consignó ahí mismo en el Tribunal Supremo de Justicia cumpliendo normas y formalismos como un ciudadano correcto.
Pero Ratti en realidad ha ido al tesejota a dar un paso para que se cumpla su propia profecía de que no habrá primaria: ante la Sala Electoral metió -10 de julio- nada menos que un recurso contra el proceso interno de la oposición –una cosa que ni siquiera le incumbe, la verdad- porque la primaria será “un instrumento de María Corina para convocar la violencia y el caos”.
“Esto es terrible, esto es delicado y es mejor apagar cualquier tipo de intención contra la democracia ahorita y no esperar que sea el 2024 para que ella haga todas las marramucias que está acostumbrada a hacer”, declaró ante los micrófonos de canales de televisión y emisoras de radio controladas por el chavismo o forzadas a la autocensura pero que hoy estaban allí a la hora justa para captar las importantes declaraciones del señor Ratti, que además de candidato como que también ve el futuro.
Ratti, como Doctor Strange, ya examinó todos los futuros posibles y encontró que María Corina va a prender un peo si la primaria sigue como va. Ratti vive en el mundo de «Minority Report» y es agente de la policía PreCrimen o quién sabe si él mismo es uno de los tres precognitivos que anticipan las acciones criminales de otros. Strange, Minority Report, es las dos cosas al mismo tiempo, uno de los personajes más interesantes que se han inventado en esta política local que tiene una franja de la oposición que parece más chavista que el chavismo originario.
Guardián del orden, quiere cerrar el paso a la primaria para desbaratar los maléficos y marramucios planes de María Corina y salvar al país del caos. Y arma su carpetica y le pide a alguien que redacte unos folios y le ponga –seguro que dice “le coloque”- muchos “de conformidad con el artículo” y “ejusdem” y suelta aquello en un despacho en el que seguramente estarán ahorita mirando hacía arriba clamando por la iluminación que les oriente sobre cómo proceder en este momento. O cuándo, porque esa es la otra: a lo mejor esa bombita se queda ahí latente sin pararle mucho al lapso procesal esperando el momento oportuno porque, claro que sí hermanito, ya la chamba se hizo, ¿oyó?