Los equipos de fútbol viajan. Casi siempre en autobús y a veces en avión. Cada cierto tiempo cae un avión, por lo que una tragedia de este tipo no es un evento 100% improbable. Lo que no quiere decir que no deje profundas secuelas en el equipo afectado.
El Chapecoense, un equipo brasileño de cuya existencia muchos no nos enteramos hasta 2016, ha desaparecido. O mejor dicho, desapareció casi toda su plantilla actual. Se disponía a jugar la ida de la final de la Copa Sudamericana con el Nacional de Medellín. Por cruel que parezca, el fútbol (y la vida) deben continuar. Por los momentos, obviamente la final ha sido suspendida por las autoridades de Conmebol. A algunos les parecería lógico que se diera el título al equipo de Colombia, aunque esto rompería los códigos del fútbol y probablemente sería considerado deshonroso por los propios jugadores del Nacional de Medellín: obtener un campeonato sin ganarlo en la cancha.
Queda la posibilidad de disputar la final (probablemente ya en 2017) ante un equipo juvenil o de reserva del Chapecoense. Otra opción es que la Conmebol declare desierto el título de la edición 2016 de la Copa Sudamericana.
¿Cómo se han resuelto competitivamente otras tragedias aéreas similares? Cuatro casos entre los más recordados: el Torino de Italia en 1949, el Manchester United en 1958, el Alianza Lima en 1987 y la selección nacional de Zambia en 1993.
* Club: Torino (Italia). Tragedia: 4 de mayo de 1949 en Superga, cerca de Turín. Sigue siendo lo más parecido a que se hubiera caído hoy un avión con el Real Madrid o el Barcelona, porque el Torino era entonces la base de la selección de Italia. Mueren 18 futbolistas que regresaban de un amistoso en Lisboa. Faltaban cuatro jornadas por disputar en la primera división de Italia y el Torino marchaba líder con cuatro puntos de ventaja. Se le decretó campeón honorífico de la serie «A» (el cuarto título en fila). Tanto el club como sus rivales jugaron los partidos restantes con juveniles. El club granate, que nunca se ha recuperado del todo de la tragedia de Superga, ha quedado desde entonces como un equipo del montón y eterno segundón de la Juventus en la ciudad de Turín.
* Club: Manchester United (Inglaterra). Tragedia: 6 de febrero de 1958 en Munich. Mientras en Venezuela acababa de caer la dictadura de Pérez Jiménez, en un accidente en una escala en Alemania mueren ocho jugadores, aunque sobrevive el crack Bobby Charlton, que será campeón del mundo en 1966. Venían de clasificar a la semifinal de la Copa de Europa (actual Champions League) tras eliminar en cuartos de final al Estrella Roja de Yugoslavia en Belgrado. El Manchester continuó la temporada con suplentes, los sobrevivientes que no quedaron muy heridos o shockeados y algunos refuerzos que en ese momento estaban sin equipo. En la semifinal de la Copa de Europa (8 de mayo), llegaron a derrotar 2-1 al Milan en casa, pero perdieron 4-0 en la vuelta. En Inglaterra estaban peleando el título y finalizaron novenos. El Man-U no volvería a ganar otro título en primera hasta 1967, aunque ha seguido siendo un grande y una de las marcas más valiosas del deporte mundial.
* Alianza Lima (Perú). Tragedia: 8 de diciembre de 1987 en el océano Pacífico cerca de Callao. Mueren 16 jugadores, entre ellos uno cuyo nombre se nos hizo inolvidable a los que entonces éramos niños y vimos la noticia desplegada en toda la tapa del diario Meridiano: Aldo Chamochumbi. Alianza había ganado 0-1 en campo del Deportivo Pucallpa y estaba de líder en el fútbol peruano. El torneo se suspendió hasta enero. El equipo «Íntimo» (así le apodan) completó la temporada con algunos juveniles, futbolistas que regresaron del retiro, caso del astro Teófilo Cubillas, y otros cedidos en un gesto solidario por el Colo Colo de Chile (entonces las normas de traspasos internacionales eran más flexibles). Alianza llegó hasta la final del torneo descentralizado 1987-1988 (primera división) y clasificó a la Copa Libertadores 1988 pero perdió con el Universitario de Deportes. Casi descendió a segunda división en la temporada siguiente, quedó último en su grupo en la Libertadores y no ganó otro título nacional hasta 1997.
* Selección de Zambia, Tragedia: 27 de abril de 1993 en la costa atlántica de Gabón. Mueren 18 futbolistas, pero no la estrella de Zambia, Kalusha Bwalya, que estaba jugando en el PSV de Holanda e iba a viajar por su cuenta desde Europa para incorporarse al equipo en Senegal. La selección apodada como los “Chipolopolos” (“balas de cobre”) había clasificado para la fase final de la eliminatoria africana para el Mundial Estados Unidos 1994 y se disponía a disputar su primera partido del grupo “B” (una zona de tres que completaba Marruecos) en campo de los senegaleses. El Senegal-Zambia se movió de fecha de abril para julio de 1993, y a pesar de la catástrofe los zambianos liderados por Kalusha Bwalya (héroe en los Juegos Olímpicos Seúl 1988) estuvieron muy cerca de su primera clasificación a un Mundial, con cinco puntos en cuatro partidos, a solo una unidad de Marruecos. Quizás más nunca volverán a estar tan cerca. Siempre es más fácil la recuperación de una selección nacional (que sigue contando con una base de jugadores de todo un país) que de un club pequeño como el Chapecoense, que probablemente más nunca competirá en estas instancias en ningún torneo de nivel sudamericano.
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