Espectáculos

Sabina temió desmayarse durante su concierto en Madrid

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Foto: Efe Kiko Huesca

El cantante Joaquín Sabina temió desmayarse sobre el escenario durante el primero de la tanda de dos conciertos que tenía previsto ofrecer en Madrid. El representante de Sabina afirmó que en Tijuana (México), «hace unos tres años, tuvo un cuadro parecido, se pensó que podría ser algo del corazón, suspendió y al día siguiente hizo un concierto memorable». Sabina ha confirmado que se mantiene el segundo concierto en la capital española, previsto para mañana 16 de diciembre, y añadió que se encuentra «bien» tras el episodio de pánico escénico que le llevó a terminar antes de tiempo el accidentado primer «show» en la capital española.

«Si Joaquín estuviese mal, sería el primero en pararlo», insistió, en un intento por apaciguar las aguas y tranquilizar a las más de 10.000 personas que asistirán a esta nueva cita y que agotaron en un par de horas todas las entradas puestas a la venta.

Fue el mismo Sabina quien reveló durante su primer directo en el Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes de Madrid) que acababa de sufrir «un Pastora Soler», en referencia a un hecho similar que llevó a esta cantante andaluza a dejar temporalmente los directos y del que solo unos días antes hablaba con sus más allegados de la forma más «normal».

El sábado le tocó a él, pero cuando saltó a las tablas haciendo gala de su acostumbrado humor ácido, nada hacía presagiar cómo se desarrollaría después su concierto, más allá de unas declaraciones iniciales. «A mí Madrid me rejuvenece. Lo digo por los nervios que he pasado antes de juntarme con ustedes», comentaba.

Fue tras un receso en el que entregó el mando a dos de sus músicos, un interludio habitual en las actuaciones de este tour, quizás solo un poco anticipado respecto a citas previas, cuando Sabina volvió con el semblante cambiado y contó lo que le había sucedido.

«Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar -llegando a cosas feas- un Pastora Soler», señaló.

Aún así, aguantó estoico hasta completar el grueso del «show», casi dos horas en las que cumplió el cometido principal de la gira: celebrar los 15 años de la publicación de «19 días y 500 noches», desde «Ahora qué» hasta «Noches de boda».


El músico tendrá mañana la oportunidad de desquitarse y coronar el concierto ante su «gente» con los bises que no pudo realizar entonces, clásicos como «Contigo» o «Princesa», rescatado del álbum «Juez y parte» (1985), justo después de sus tiempos «cantautoriles» y «paleolíticos» en el famoso y extinto local La Mandrágora.

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