Salud

Pacientes renales se movilizan porque están en “cuenta regresiva para morir”

Pacientes renales de Caracas y Barquisimeto manifestaron este jueves ante la abrupta suspensión de los servicios de diálisis por toda Venezuela. Organizaciones humanitarias advierten que 16.000 personas están sentenciadas a muerte porque dependen de unos filtros que no se encuentran para echar andar a las máquinas dializadoras; vitales para mantener su tratamiento.

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FOTOGRAFÍA: andrés gerlotti | el estímulo

Grupos de pacientes se plantaron ante la sede de la gobernación de Lara para exigir soluciones inmediatas a las autoridades porque, advirtieron, no pueden aguantar más de una semana sin diálisis. Otro grupo, de la Unidad de Hemodiálisis Riverside en el municipio caraqueño de Chacao, también salieron a las calles para advertir que enfrentan una carrera contrarreloj por la vida, constató un reportero de El Estímulo.

Unas doce personas cerraron por minutos ambas vías de la avenida Libertador (a la altura del centro comercial Sambil, cerca del centro asistencial) como esperanza a que sean atendidos sus reclamos. Denunciaron que no reciben tratamiento desde el lunes y que muchos de ellos no «pueden aguantar» más allá del domingo sin diálisis.

Karina Betancourt, quien tiene cinco años como paciente de diálisis, dijo que vive en incertidumbre porque lleva cuatro días sin conectarse a la máquina. Dijo que su suerte está en manos de Dios y a la agilidad del Seguro Social.

010218  Pacientes Renales FOTO Andrés Gerlotti

«Queremos que nos resuelvan esto. Nuestras vidas dependen de la hemodiálisis. Y si no nos dializamos, entonces es una ruleta; nos sabemos si uno está o si el otro no está», dijo la paciente a El Estímulo.

La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) mantiene una intensa campaña en las redes sociales para recordar que 16.000 personas con problemas renales  están en riesgo porque desde finales de enero se suspendieron las sesiones de diálisis en el sistema de salud pública.

De ese grupo, más de 600 pacientes del estado Táchira tienen una «sentencia a muerte a cuestas» porque solo cuentan con un tratamiento que será aplicado en un día emblemático para la llamada «revolución»: 4 de febrero, explicó el diputado a la Asamblea Nacional (AN) Franklyn Duarte.

“Para prolongar la última diálisis que será aplicada a este grupo de personas, ellos decidieron que fuera el próximo sábado 4 de febrero la fecha en la que sea suministrada, quedando en adelante a la buena de Dios… casi con una sentencia de muerte a cuestas”, denunció el legislador a El Estímulo.

Los pacientes urgieron al ministerio de Salud,  al Instituto Venezolano .del Seguro Social (IVSS) e inclusive, la Presidencia de la República, atender sus llamados, dijo Duarte, quien cuestionó la omisión del Defensor del Pueblo del estado Táchira, Hugo Caro, para parar la incertidumbre.

El legislador criticó que el gobierno central le pidiera a quienes sufren de la falta de insumos esperar para reiniciar las diálisis.

“Como si la situación no se tratara de vida o muerte, como si con la vida se puede jugar y esperar. Acto inhumano de quienes no han padecido en carne propia el dolor de tener un familiar al borde de la muerte, gracias a la incapacidad de quienes gobiernan Venezuela”, dijo.

La situación se complica para los trasplantados pues no cuentan con el medicamento suprarrenal, que deben tomar de por vida, alertó Duarte. Contó que los trasplantados de Táchira se deben movilizar a la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta para comprar esta medicina a un costo de diez millones de bolívares.

“Sin el tratamiento suprarrenal quienes ya han sido trasplantados corren el riesgo de caer nuevamente en diálisis y como no hay pues también están signados por la muerte”, alertó el parlamentario nacional.

Con información de Rosalinda Henández y Andrés Gerlotti

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