Ante el anuncio de la llegada de una nueva cepa de coronavirus a Venezuela las alarmas se encendieron en la población. La cepa que viene de Brasil parece tener una mayor transmisibilidad, aunque aún no hay evidencia científica de que sea mas letal
Nicolás Maduro encendió las alarmas en un nuevo capítulo de la pandemia: la variante brasileña del coronavirus ya se encuentra en Venezuela. El primer caso oficial se trata de un trabajador del aeropuerto de Maiquetía, en el estado Vargas. Otros dos casos están en Caracas y otro par en Miranda. El estado Bolívar, fronterizo con Brasil, tiene seis casos reportados.
Sin ninguna autoridad en materia sanitaria a su alrededor, el mandatario expresó que esta cepa «es más contagiosa, transmite más carga viral (…), es más peligrosa, más grave». Las declaraciones de Maduro dejaron más dudas que respuestas: ¿Por qué esta mutación del coronavirus es preocupante? ¿Cómo apareció? ¿Qué síntomas produce? ¿En qué países se encuentra? ¿Las vacunas existentes crean inmunidad contra ella?
El linaje P.1 tuvo su origen en Manaos, una de las ciudades más grandes de la región amazónica de Brasil, a finales de 2020. Sin embargo, no fue allí donde se reportó su existencia por primera vez, sino en Japón, cuando un grupo de ciudadanos se realizaron pruebas de rutina para ingresar al país.
De acuerdo con un reporte preliminar de la Universidad de São Paulo, la cepa se extendió rápidamente y causó numerosas reinfecciones a partir de noviembre. Si bien el estudio indica que la probabilidad de volver a enfermar varía entre 25% y 60%, los síntomas no fueron tan graves para los pacientes que contrajeron el virus en la primera oleada de casos porque crearon inmunidad.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) explicaron que las personas volvieron a contraer la enfermedad porque «la variante contiene un juego de mutaciones adicionales que podrían afectar su capacidad de ser reconocida por los anticuerpos».
Esta información se corresponde también con los resultados que ha obtenido el Instituto Tropical de la Universidad de São Paulo, los cuales determinaron que la variante es entre 1,4 y 2,2 más contagiosa.
En una entrevista para Unión Radio, el infectólogo venezolano Julio Castro señaló que no existe evidencia que la nueva cepa del coronavirus detectada en Brasil sea más letal. “No tiene un comportamiento clínico peor y eso es importante aclararlo”, señaló.
Lo que sí se sabe de la nueva cepa es que su transmisibilidad es mayor que el virus original de la covid-19. Al ser más transmisible, entonces puede generar un aumento en los casos y mayor desborde en los centros de salud.
Hasta marzo de 2021, la variante brasileña del virus se ha encontrado en países del continente europeo y americano. En Reino Unido, donde se hallaron 6 casos, los centros asistenciales mantienen observación directa sobre los contagios para evitar su propagación.
Ester Sabino, investigadora de enfermedades infecciosas en la Universidad de São Paulo en Brasil, dijo a la BBC: «Se necesitan muchas introducciones (de un virus) para iniciar una epidemia. Seis son muy pocas. Yo diría que si se monitorean estos individuos y se rastrean los contactos, los casos van a disminuir (de la cepa brasileña)».
Natália Pasternak, una microbióloga de la misma universidad, explicó que la mutación brasileña se generó porque no hubo un control de la pandemia: «(…) no se puede decir simplemente que la variante en sí misma haya causado el aumento de las cifras. Se relajaron las precauciones y la gente descuidó el aislamiento, lo que dio lugar a las variantes que ahora pueden ser más contagiosas (…)».
Por esta razón, los expertos recomiendan la implementación de medidas más drásticas de confinamiento. En Brasil, por ejemplo, las autoridades del cuerpo sanitario solicitaron cancelar eventos, cerrar las escuelas, playas, bares y la restricción del transporte público para evitar el colapso de hospitales. Hasta el 3 de marzo, en Brasil se contabilizaron 71.704 casos activos y 1.910 fallecimientos en 24 horas. La cifra de muertes rompió el récord de 1.595 muertes que se reportaron el 29 de julio de 2020.
El hecho de que la variante brasileña se expandiera luego de comprobar la eficacia de las vacunas existentes preocupa a los CDC, ya que «se desconoce cómo puede afectar a los tratamientos, vacunas y pruebas». No obstante, ya se inició el ajuste de las dosis anticovid-19 y podrían estar listas en unos meses.
La «actualización» de una vacuna no es algo nuevo, algunas se han rediseñado periódicamente, como la de la influenza, y continúan siendo efectivas y seguras.
Además, la mejor forma de combatir la amenaza de las mutaciones es inmunizando a la mayor cantidad de personas posibles.
Este último factor sería el más complejo de realizar en Venezuela porque las dosis de Sputnik V y Sinopharm son limitadas. De la vacuna rusa hay 100.000 unidades y se necesitan dos inyecciones por persona. Del recién llegado tratamiento chino hay 500.000 inmunizaciones y también requiere dos dosis por paciente.
Si bien las autoridades venezolanas han dicho que la prioridad es el personal de salud, miembros del gremio desconocen y exigen el cronograma de vacunación.
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