Cáncer de testículo: un mal curable que en Venezuela mata
Esta enfermedad tiene altos niveles de curación, incluso cuando ya hay metástasis. Pero en Venezuela la gente muere por falta de atención. Un oncólogo especializado está creando una fundación para salvar esas vidas
El cáncer de testículo avisa desde el principio: aparece una pelotita en uno de ellos que duele y crece muy rápido. A la misma velocidad, si no se atiende, hace metástasis en forma ascendente en el cuerpo hasta replicar los tumores en el cerebro.
En todo esto hay una buena y mala noticia. La buena es que, a pesar de su velocidad en evolucionar, tiene altísimos niveles de curación, incluso cuando ya hay metástasis. La mala es que, en Venezuela, se atiende muy lento y muchos pacientes que no deberían morir, mueren.
El oncólogo venezolano Sunil Daryanani se ha especializado en cáncer de las vías reproductivas y muy especialmente en el de testículos. Este 2022 regresó a Venezuela después de trabajar como especialista en estos tumores en Inglaterra. Ante el panorama que encontró, de atención letalmente tardía a los pacientes, creó Funda Orquídea, para garantizarles acceso a los tratamientos oportunos.
Cáncer de testículos en Venezuela
Este tipo de cáncer no es tan frecuente como otros, y tiene características muy particulares.
En primer lugar, a diferencia de muchos tumores en otras partes del cuerpo que son silenciosos, este es notorio desde el principio. La segunda característica es que suele responder rápido y bien a los tratamientos. La tasa de curación general es de 95%, la de los pacientes metastásicos, 85% y en el caso de aquellos a los que se les trata desde el principio es prácticamente de 100%.
Sunil Daryanani explica que es un cáncer que suele afectar a hombres en plena edad reproductiva. La mayoría de los diagnosticados se ubica entre los 24 y los 40 años.
«Son tumores neoplásicos de células germinales que crecen muy violentamente. Un día, sienten un dolor y casi enseguida una pelota que se hace cada vez más grande», describe Daryanani.
Los tratamientos curativos y preventivos
La cirugía es obligatoria en los casos de este cáncer. Se retira solo el testículo afectado. En caso de metástasis, se aplica quimioterapia o algún otro tratamiento oncológico, según decida el equipo médico.
No hace falta retirar los dos testículos porque es muy excepcional que el cáncer aparezca en el órgano sano. La tasa de reincidencia es menor a 1%. Si el paciente no tiene problemas previos de fertilidad, tampoco los tendrá a futuro si solo se le hace una cirugía, sin quimioterapia.
«Muchas veces hacemos medición de espermatozoides antes de la cirugía porque, a veces, tienen problemas de fertilidad a futuro y responsabilizan a la operación quirúrgica. Y no es así», comenta Sunil Daryanani.
En caso que el paciente con cáncer de testículos requiera de quimioterapia, como los pacientes suelen ser jóvenes y muchos no han tenido hijos aún, se les recomienda la congelación de semen.
Funda Orquídea para garantizar vidas
El oncólogo estima que en Venezuela pueden producirse cerca de 1000 diagnósticos de cáncer al año. «Todos se podrían curar», dice. Pero no es así, pues no se le da tratamiento adecuado.
Para revertir esta triste tendencia, Daryanani está constituyendo Funda Orquídea. La iniciativa surgió precisamente por un paciente condenado por la crisis de salud pública en Venezuela: un joven de Maturín, de bajos recursos, con tres hijos, quien en septiembre empezó con los dolores y la presencia de un bulto en los testículos.
Cuenta Sunil que el joven fue al médico prácticamente de inmediato y obtuvo el diagnóstico correcto: cáncer de testículo.
«En otros países lo hubieran operado a la semana siguiente», refiere. Aquí lo hicieron en diciembre, cuando la metástasis ya había llegado al cerebro. Aún así habría chance de curarlo con radioterapia, pero no es posible suministrarla por falta de equipos en los hospitales públicos.
«Es lamentable conocer de casos de hombres jóvenes que fallecen por cáncer de testículos solo por no tener cuidado adecuado y acceso a tratamiento curativo. Igualmente, muchos pacientes reciben tratamiento precario o incompleto que redunda en un calidad de vida inferior o con limitaciones a la que obtendrían de recibir un tratamiento y soporte acorde y de altura. Funda Orquídea buscará dar ese soporte económico para estudios, tratamientos y seguimiento a cinco años», refiere.
Para este oncólogo, ningún paciente debería tardar más de 60 días en recibir diagnóstico y completar su tratamiento.
El tema educativo es otro ítem importante para esta fundación. «El plan es desarrollar entrenamiento de postgrado para Urología y Oncología Médica y generar experticia y protocolos desde la base para propiciar ese ambiente de excelencia a nivel nacional», agrega.
Para fortalecer a la fundación, que se encuentra en etapa constitutiva, Daryanani y su equipo se encuentran haciendo alianzas con instituciones médicas nacionales como foráneas, como la Sociedad Anticancerosa, la Sociedad Venezolana de Urología y la misma Universidad de Oxford donde el oncólogo venezolano se especializó en años recientes, entre otras.
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