Se ríe antes de responder la primera pregunta porque quizás, risueña como es, le hace gracia que le digan que es una locutora “seria”.
Pero es cierto. Lo suyo ha sido compartir música desde una cabina, pero aportando siempre una buena cantidad de información sobre artistas y bandas, sobre lo que suena y lo que viene. Y eso se agradece.
Ahora, de sus días en la Radio del Ateneo y en La Mega, a Pata Medina se le planteó el reto de conducir un programa con mucha historia: el Hit Parade de Venezuela, que fue concebido por Oswaldo Yepes en 1957. Lo hizo primero como un asunto temporal durante unos días y las cosas fluyeron de tal manera que la gente de Kys FM entendió que ella era la indicada para tomar el testigo e introducir aires de renovación a ese espacio por el que han pasado figuras de la locución como Gustavo Pierral, Napoleón Bravo, Mariahé Pabón, Alejandro Rhode y Enrique Hoffman.
El turno de Pata Medina arrancó oficialmente el 2 de julio. Y allí está: de lunes a viernes de 10 de la mañana y hasta el mediodía.
-Generalmente has manejado tus espacios radiales con cierto grado de seriedad en el tono, sin andar pasando por chistosa y muy centrada en la música. ¿Encargarte del Hit Parade es como asumir ya que estás grandecita y madura?
– Bueno, ciertamente siempre he sido muy seria en cuanto a mi “approach” al aire, no sé si fue la escuela (La Radio del Ateneo de Caracas) o algo personal. Siento profundo respeto por la música y por la audiencia que sintoniza, que elige escuchar la música que colocas, y veo como una falta de respeto expresarse inadecuadamente o no estar preparado para dar la información pertinente. Por eso desde que entré en radio estuve clara de que lo mío sería hablar de música siempre, pues para ello me he formado, al igual que para la gastronomía aunque eso haya venido luego. En cuanto a la madurez que requiere asumir un programa como el Hit Parade, claro que sí, generalmente los melómanos que nos dedicamos a hacer radio caemos en poner con bastante frecuencia la música que nos gusta, pero uno no está haciendo radio para uno mismo. La magia de comunicar en radio a través de la música es compartir tus gustos pero estar muy pendiente de aquello que sabes que a la audiencia le va a gustar y lograr esa mezcla particular es la clave y lo que te va a diferenciar. Mi “personaje radial” hasta ahora ha sido muy parecido a Pata, la verdad… El Hit Parade requiere de un crecimiento y madurez profesional para saber cuándo debo incluir temas que, aunque no me gusten o considere muy comerciales, son parte de la cultura pop y la audiencia los quiere escuchar. Eso sí, siempre con el criterio de saber lo que esté bien hecho y lo que no.
-Este es un espacio que tiene 60 años y por el que han pasado algunos personajes importantes en la historia de la radio venezolana. Tiene además un récord Guinnes… ¿Eso representa un peso, una presión o un reto? ¿O todas las anteriores?
-Lo siento más que todo como un reto, un reto de darle continuidad a un legado radial que tiene historia, que ha marcado un antes y un después en la promoción de música en el país. Representa una oportunidad de ocupar aún espacios dedicados a la música en la radio venezolana, algo que ya casi no pasa, por no decir que no pasa. Lo veo como una responsabilidad de hacerle conocer a una audiencia nueva un espacio que de repente no conocía y que tiene la trayectoria que tiene. Y para aquellos que son oyentes de siempre, pues dar la talla y hasta lograr que se abran a las nuevas propuestas que traigo. Es un reto para el cual me siento completamente preparada y honrada de asumir.
-¿Cuál crees que ha sido la clave para la longevidad de este programa?
-La música sin duda alguna, el amor por difundirla de todos aquellos que han conducido el espacio, comenzando por su creador, el señor Oswaldo Yepes. Y el amor de los músicos por su arte. Siempre he pensado que esa magia que crean los músicos con su arte, que se reproduce cada vez que la escuchamos y que en cada quien genera sensaciones diferentes es lo que mantiene al mundo girando. La música es amor, es vida y es el verdadero lenguaje universal. Un programa concebido para difundir este arte, la música, nunca morirá.
-¿Qué tan abierto a los cambios estará el formato del Hit Parade bajo tu conducción? ¿Qué sientes que le aportarás? ¿Qué novedades tendrá el programa en la “era Pata”?
– ¡Guaooo! La “era Pata” suena grande… Y es que aún no me creo que estoy al lado de grandes nombres de la radiodifusión. Cuando te digo que me he formado para esto, no sólo me refiero a ser “ratoncito de biblioteca” averiguando acerca de la música, también he tenido la fortuna de formarme al lado de grandes melómanos y animales de radio, quienes me enseñaron la importancia de saber manejar los tiempos, reconocer qué temas son “radiables” o no, que me enseñaron sobre el funcionamiento interno de una emisora. Entonces, para hablarte de cambios y aportes tendría que decirte que se implementarán poco a poco para pulirlos bien, pues también el programa me irá pidiendo lo que necesita. Lo que sí te puedo decir con seguridad es que se abrirá un espacio mayor para la producción nacional. Quiero que el programa se vuelva a asociar con la movida musical venezolana y su promoción, ya sea la música venezolana que se está haciendo en el país como fuera de aquí. Quiero que la audiencia tenga una referencia de todo lo que ha pasado en estos 60 años de Hit Parade, que se sepa por qué el Hit Parade es un programa con historia. Quiero tener un contenido más rico que solo basarme en los titulares que leemos a diario en Twitter o en cualquier red social. Y por supuesto, quiero meterle “veneno alternativo”… Hay joyas que se esconden por ahí que nadie se atreve a poner o que nadie pone, pero si se hace una buena mezcla estoy segura de que el mainstream y el alternativo pueden convivir, siempre y cuando se haga con criterio y escuchando a los que saben y a la audiencia. Quisiera que la audiencia se involucre con el programa, que opine, que nos enseñen música, que sepan que la música nos une y es para compartirla.
-Llevas ya unas cuantas semanas al aire con el Hit Parade. En estos días, ¿has sentido que “suenas” más que antes, que tu audiencia se expande?
-La verdad es que sí siento una apertura de ambos “lados”. Me explico: digamos que el Hit Parade me ha dado la oportunidad de generar mayor contenido y expandirme tanto al aire como en las redes sociales, razón por la cual he sentido la receptividad de la audiencia y mayor manifestación por parte de los radioescuchas y mis seguidores en las redes. El horario del programa y la variedad musical que debo manejar para llevar el Hit Parade ha hecho que comunique mucho más y eso me mantiene motivada y muy emocionada, y eso abre canales de feedback importantísimos y enriquecedores.
-¿Qué revela este programa sobre el gusto musical del llamado “adulto contemporáneo”? Más allá de si es bueno o malo lo que oyen, ¿qué están escuchando, hacia dónde se inclinan sus preferencias?
-Siento que en ciertos momentos las personas cuando escuchan el término “adulto contemporáneo”, arrugan la cara… Pero la verdad es que es una etiqueta que se usa para dar a entender que el target no es juvenil, lo cual no quiere decir que a los más chamos no les pueda gustar. Y como la industria ha cambiado tanto, pues probablemente lo que se considera “adulto contemporáneo” hoy en día también esté mutando. Creo que hablar de bueno o malo en la música tiene que ver más con la calidad de la producción que con nuestros gustos musicales porque hay gustos y público para todo. En el caso del “adulto contemporáneo” sus preferencias pueden pasearse desde un Ed Sheeran, U2, Maroon 5, Imagine Dragons, Portugal, The Man, Foster The People, Florence and The Machine, P!nk…
-Y las tuyas, ¿por dónde van ahora? ¿Qué estás escuchando recientemente?
-Por el Hit Parade me toca consumir mucha música nueva y con mucha rapidez. Y me toca mantenerme al día, sobre todo con lo comercial. Tengo que prestar mucha atención a los lanzamientos semanales que hacen los artistas. Así como la industria ha cambiado, los programas que se encargan de difundir música también tienen que mantenerse al día.
¿Qué escucho ahorita? Pues realmente me toca consumir eso. De lo nuevo que ha salido me ha dejado impactadísima el disco de Panic At The Disco, una banda a la que se le nota ya una madurez musical y a la que hay que escuchar. Estar en el Hit Parade ha hecho que dentro mi malcriadez musical de no pararle a todo lo mainstream que salía ahora tenga que darme cuenta de que allí hay ciertas joyas. Por ejemplo, Justin Timberlake sacó un disco a principios de año de mucha calidad. Imagine Dragons también me sorprendió y me encanta. Descubrí a una francesa que se llama Jain, muy pop con elementos de afrobeat y está muy bueno su trabajo. Y siempre voy a seguir la pista de las bandas alternativas que ponía mucho cuando estaba en la Radio del Ateneo. Y, por supuesto, escucho mis “clásicos”: Charly García, Sui Generis, Serú Giran; siempre vuelvo a Cerati, a Soda Stereo, a Peter Gabriel. En realidad estoy todo el día escuchando música.
-La radio ha estado “amenazada” siempre por el desarrollo de la tecnología. Por ejemplo, se supone que la televisión acabaría con ella, o que lo haría Internet y sin embargo, sigue firme. ¿O no tan firme? ¿Sigue siendo un medio importante, con trascendencia?
-Es un medio que nunca morirá. No es lo mismo que selecciones un playlist o que estés suscrito a algún servicio de Internet que prácticamente adivina tus gustos, porque no hay nada como ese locutor que te acompaña, que sientes que te habla a ti y que sientes que ha puesto tal canción para ti. Ese tipo de magia no pasa en otros medios. Hay algo en la radio, una magia oculta. Hay algo incluso diferente cuando haces radio por Internet a cuando la haces en una emisora “de verdad”. Es posible que exista la amenaza contra la radio, pero siempre sobrevivirá a todo. Y lo ideal es que uno como locutora reproduzca lo que pasa en la radio por otros medios: por las redes, aprovechar esa tecnología para transmitir igual el mensaje a quienes no escuchan radio. Pero nunca abandonar el generador de contenido que es la radio. Creo que reproducir en otros formatos o en otros soportes lo que haces en la radio es también una vía para preservarla y sobrevivir dentro de la vorágine comunicacional en la que vivimos. No hay que abandonar al medio tradicional porque es el principal eje de tu ecosistema.