Una ola de atracos ha tomado la terminal aérea más importante de Venezuela. Entre funcionarios impávidos, falta de puntos de control y vías de escape, trabajadores y turistas no se salvan de los embates del hampa.
El asesinato del ciudadano egipcio Abdelrahman Ismail Elsayeb Hassan Abdelaziz, tras resistirse al robo en la salida del Aeropuerto Internacional de Maiquetía el pasado 19 de marzo abrió una caja de Pandora sobre la seguridad en la terminal aérea más importante de Venezuela. Los atracos a turistas y maleteros se han hecho más frecuentes y ya la zona ha tomado el tinte de «zona roja» por la impunidad de la actividad delictiva.
EL diario más importante del Litoral Central, La Verdad de Vargas, ha dedicado al menos una docena de artículos al tema en lo que va del año 2016. En uno fechado 26 de enero de 2016, trabajadores del aeropuerto denunciaron la presencia de taxis piratas y pedigüeños por falta de personal de seguridad en el ala oeste del terminal internacional. Cuatro días después se supo del desvalijo de 10 carros en una semana, siete de ellos propiedad de una empresa de alquiler de vehículos a las que les sustrajeron todos los cauchos.
Para los días posteriores al feriado de Carnaval, ya el personal de seguridad no se hacía ver en los pasillos del aeropuerto. Los viajeros, como Elis Nolasco, citado por la publicación antes mencionada, comenzaban a sentir miedo de estar en las instalaciones.
“Es evidente que si no están los funcionarios presentes en el aeropuerto, los pasajeros sentimos temor de ser víctimas de robo. Ningún lugar está exento, porque aquí la entrada es libre”.
Y el 19 de marzo fue el día que se abrió la tapa de la caja: aproximadamente a las 4:30 de la tarde de ese sábado, Abdelrahman Ismail Elsayeb Hassan Abdelaziz caminaba por el corredor externo que une los puertos nacional e internacional cuando fue interceptado por dos sujetos en moto que querían atracarlo. Al oponer resistencia, recibió dos impactos de bala. La respuesta del gobernador de la entidad, Jorge Luis García Carneiro, fue prohibir la circulación de motocicletas hacia Maiquetía.
Los robos se han hecho comunes de acuerdo a los maleteros del aeropuerto, quienes son constantemente azotados por el hampa pues algunos pueden recibir propina en moneda extranjera. «El temor nos obligaba a salir en grandes grupos de compañeros para evitar que nos robaran. A quien veían solo, lo pescaban y no había dónde denunciar porque los puntos de control quedan muy distanciados uno del otro», denunciaron a La Verdad.
Los puntos sensibles a los hechos delictivos, relata La Verdad de Vargas, son el estacionamiento, por la falta de alumbrado y funcionarios de seguridad, y en las pasarelas de Barrio Aeropuerto y Santa Eduvigis, pues ofrece una rápida vía de escape a los malhechores.
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