Dirigentes de Voluntad Popular cumplen 4 años presos, enfermos y torturados

A Tirado y Baduel, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) les ratificó la sentencia a ocho años de cárcel, este domingo en horas de la mañana.
Este recurso introducido ante la Sala de Casación Penal del Máximo Tribunal, fue consignado hace tres años y no fue hasta el 18 de marzo de 2018, a unos días de que estos presos políticos cumplieran los cuatro años y un día, que fue respondido por el presidente del Poder Judicial, Maikel Moreno.
La defensa de ambos espera que una vez que la sentencia sea enviada al Tribunal de Ejecución en Maracay, estado Aragua, los jóvenes sean liberados ya que han cumplido la mitad de la pena y les corresponden medidas alternativas.
Sin embargo, los antecedentes de otros casos similares no son alentadores. Pero a la par, continuarán denunciando el caso ante instancias internacionales.
Tirado y Baduel fueron detenidos en Maracay durante las protestas de 2014. En el expediente se señalan que portaban un megáfono y una cruz de madera. Los jóvenes fueron los primeros condenados de ese año y los primeros en ser trasladados a una cárcel común.

Son también los que más recuentos penitenciarios han recorrido.
Familiares y abogados denuncian que han sido torturados y también han sido tomados como rehenes por presos comunes.
A eso se le suma el estado de salud. En el caso de Tirado, su prometida, Marian Hernández, denuncia que el joven padece de problemas en el corazón por un bloqueo de la arteria derecha que le está provocando un goteo de una válvula y arritmia.
Tirado fue visto por un médico en Aragua antes de su traslado a Tocuyito.
Desde que está allí, no ha recibido tratamiento médico, alerta Hernández, quien también denuncia el hacinamiento del penal, con capacidad para 300 reos y actualmente hay una población de 800.
Comida en mal estado y las requisas «vejatorias», como las considera, son parte de lo que deben sobrellevar tanto los presos cómo sus familiares.
Ella relata que las custodias la desnudan y ponen espejos en sus partes íntimas «para ver que no lleve una granada. Aquí todos sabemos cómo ingresan armas a un penal», dice molesta mientras que aclara que es una situación que viven todas aquellas personas que tienen alguien preso.
Por su parte Patricia de Ceballos, ex alcaldesa de San Cristóbal y esposa de Daniel Ceballos, también ofreció su relato de estos cuatro años.
Aunque señaló que Daniel le pidió que insistiera en las condiciones de vida de los venezolanos actualmente ante la crisis de alimentos y medicinas, Ceballos también recordó que su esposo sigue aislado en una celda en El Helicoide. Dijo que no ve la luz del sol desde octubre y que no ha podido recibir visita de sus abogados ni familiares.
También señaló que permanece con el grillete electrónico en su tobillo aunque éste no estaría en funcionamiento.
En cuanto a su situación legal, la exalcaldesa recuerda que el caso de su esposo está en un «limbo jurídico», pues el juicio inicio en 2014 y a la fecha se encuentra suspendido. Denuncia la complicidad entre el Tribunal y el Sebin para retrasar el caso.
Steyci Escalona, la joven detenida junto al diputado Gilber Caro en el estado Carabobo, también compartió lo que vivió durante los meses que estuvo detenida.
Relató que fue víctima de constantes agresiones verbales y psicológicas, aunque considera que las mismas la hicieron «más fuerte» para «soportar la prisión». Sin embargo, reconoce que hubo momentos en los que flaqueó.
Dice que en el Sebin la llamaban «Fresa» aunque no sabe porqué y que el día que la dejaron en libertad, los oficiales le dijeron que ésta era «la segunda oportunidad que Dios te dio para que te vayas y te quedes calladita en tu casa». A lo que ella respondió que «al contrario. Seguiré en la lucha por todos aquellos que permanecen presos. Un día preso, es una eternidad», indicó.
En el acto, que no contó con muchas personas, estuvieron presentes diputados del partido y familiares de víctimas de las protestas como Rosa Orozco así como familiares de presos políticos.]]>