El mandatario anunció que emprendería otra gira por «países clave» del mercado energético mundial, sin precisar cuáles, en una nueva ronda de conversaciones para defender la cotización del crudo, que se han vuelto a acercar a los niveles de principios de año. No obstante, los principales actores de esta industria están dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, en la que Venezuela participa como miembro fundador.
El informe oficial más reciente muestra que el bloque ha hecho lo opuesto a lo que propone Maduro y más bien ha elevado su producción. El bombeo total de los países miembro, exceptuando Irak, subió en 99.000 barriles en agosto para cerrar en 27,48 millones de barriles diarios, según fuentes secundarias. Si se cuenta Irak, el impulso de la producción en agosto hubiese sido de 13.200 barriles diarios.
En lo que va de año, el gigante del grupo Arabia Saudita ha mantenido su bombeo por encima de los 10 millones de barriles diarios. El reporte indica que en agosto su producción alcanzó los 10,36 millones de barriles, subiendo 30.000 barriles con respecto al mes anterior.
En este contexto, será difícil que Maduro revierta la estrategia de mantener los precios bajos para afectar la producción norteamericana de esquistos. Según la OPEP, «la producción de petróleo de Estados Unidos está dando señales de reducirse».
Rusia, otra puerta tocada recientemente por Caracas, tampoco se unió a la causa de Maduro, que propone establecer un precio mínimo del barril en $70. Este miércoles, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, informó que Venezuela y Ecuador le habían pedido a Rusia que reduzca la producción de petróleo, sin embargo su gobierno no ve esa opción como necesaria.
Según las estimaciones de la OPEP, la explotación de crudo en este país subirá 40.000 barriles diarios en 2015, para cerrar con un promedio de 10,72 millones de barriles diarios.
«Creemos que una reducción artificial no traerá nada bueno sino lo contrario, exacerba la situación en el futuro», afirmó Novak.