Sexo para leer

Iván Matta: “Yo no debería pasar tanto trabajo”

Decidido a fotografiarse en bikini para una venidera edición especial de UB, el locutor más elocuente de la radio jóven de Venezuela nos ofrece unos minutos de su tiempo –que vale oro- para conversar sobre algunos temas casuales. Algunos profundos, otros banales, pero todos dichos en perfecto castellano e impoluta dicción

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“Tengo un recreo a las 6:30”. Con su característico timbre de voz, me suelta que puede salir de la cabina por 20 minutos en mitad del programa que conduce junto a Henrique Lazo y Michelle D’Narcisian, por la emisora 107.3 fm, La Mega Estación. Es un típico martes de “guarimba” en Las Mercedes, con mucho calor, mucho tráfico y mucho peligro. Caracas te quiero.
La última vez que nos vimos estaba mucho más flaco y aún vivía con sus padres. Unos cuantos kilitos más, pero la misma impronta. Esa que estalla toda en los espejos de sus lentes de sol polarizados tipo Chips Patrulla motorizada. Siempre del otro lado de la acera, como debe ser. Siempre procurando vanguardia y siendo la voz de miles que comparten su criterio y su peculiar forma de analizar el entorno. Como los verdaderos hipsters. Los de Allen Ginsberg.
Sunglasses at night.

-EC: ¿Segunda o tercera vez que te entrevisto?
-IM: Algo así.
-EC: Esto como que habla de una escasez de líderes de opinión. ¿Será verdad que toda la gente se terminó yendo de este país en verdad?
-IM: (Risas) Bueno hay un catálogo muy comprimido de líderes de opinión. La industria tiene un tamaño menor al que tuviéramos en una economía desarrollada. Pero si te pones a ver, me entrevistaste hace bastante tiempo, o sea que no somos tan pocos.
-EC: ¿Has vivido en carne propia el exilio masivo? ¿Se te ha ido mucha gente?
-IM: Sí, claro, muchísimos. De mi promoción de la (universidad) Católica éramos 130 y actualmente estamos en el país menos de 30. Eso, claro que no es indicador, pero te dice lo limitado del consumo, de la publicidad y la oferta.
-EC: Pero en ese aspecto sales más bien favorecido…
-IM: (Risas) Bueno, eso diría uno, pero fíjate que no. La empresa privada ha recortado gastos publicitarios y muchas marcas ya no tienen productos en existencia. Prefieren gastar en materia prima y en producción.
-EC: ¿Y tú tienes planeado irte de Venezuela?
-IM: En realidad mi ingreso económico es superior al que yo pensaba que iba a tener en cualquier momento de la vida, pero no me sirve para invertir en lo que quiera. No me sirve para hacer planes a mediano plazo y es menos de lo que yo creo que merezco por el spot que tengo y porque me lo he ganado.
En un país civilizado, con una industria publicitaria seria -que no merecemos, nada más por la cantidad de pobladores que tenemos- yo no debería haber sufrido tanto para tener la casita que me compré, no debería estar -anulando, obviando- la opción de tener un carro porque sencillamente es estúpido, por inalcanzable. Yo no debería, por la importancia que tiene este medio, ni por el esfuerzo que hago pasar tanto trabajo.
-EC: Bueno mi pana, te informo que todos los venezolanos estamos en las mismas…
-IM: Correcto.
-EC: Háblame del sueldo y el carro que debe tener el editor de Maxim en Chicago…
-IM: (Risas) Quizás esas podrían ser las razones para pensar en una emigración junto a la cuota de mal humor que uno sufre todos los días. Pero en realidad, todos ganamos menos de lo que creemos que deberíamos ganar.

La radio es cultura
-EC: Lo que yo escucho cuando prendo la radio es una cosa totalmente diferente a lo que había hace 5 años. El proyecto radial del gobierno se cumplió. Ustedes ahora son una rareza y las radios privadas son la excepción. ¿Cómo les afecta eso?
-IM: Nos afecta comercialmente porque hay una especie de presión indirecta en la partida de ingresos publicitarios que por ley, el Estado suministra. Eso termina siendo una fuerza en contra que está indirectamente conectada a la renta publicitaria que le toca a cada radio. En cuanto al público, no nos afecta mucho, no veo que haya una oferta atractiva en la propuesta radial oficialista más que una herramienta de propaganda que nada tiene que ver con entretenimiento.
-EC: Alguna vez me topé en el dial con una emisora juvenil del Estado que era una especie de “La Mega” del mundo bizarro. Donde había como un Henrique Lazo socialista y un Iván Mata miembro de un “colectivo de paz” o algo así…
-IM: (Risas) Sí, sí, probablemente haya sido Radio Arsenal.
-EC: ¿Has sufrido ataques directos de estos locutores?
-IM: Sí por supuesto, me han mandado segmentos de radios comunitarias, donde cortan, borran y montan partes de nuestro programa para armar un discurso artificial de lucha de clases, de ricos contra pobres… lo mismo de siempre. Y eso no es para nada así. A fin de cuentas nuestro programa es –taimadamente- una revista cultural.
-EC: Taimadamente, como dices… de pana…
-IM: ¡Claro que sí! Hasta este momento que va a aparecer una entrevista mía en una revista como UB.
-EC: (Risas).
-IM: (Risas).
-EC: ¿No sientes que ya están agotados los temas de conversación en el programa?
-IM: Bueno lo dirás por Lazo (Risas).
-EC: ¿No te descubres a cada momento hablando de lo mismo?
-IM: Bueno creo que la repetición de un tema es algo bueno para el escucha que nos oye por primera vez.
-EC: ¿Cuál es la fecha de caducidad de un programa de radio?
-IM: Yo creía que seis años hasta que arrancamos con “A La cuenta de Tres” hace ya ocho.
-EC: ¿Te has planteado estar solo en esa cabina?
-IM: No. creo que no. Porque necesito siempre un interlocutor. Siempre necesito a alguien al lado que me recuerde que no todo programa debe ser interesante.

Ivan-Matta-Mayo-2014-2
El veterano
-EC: ¿Qué hacer falta para armar una guarimba?
-IM: Seis personas y la voluntad.
-EC: ¿Y para lanzarse una bomba lacrimógena a sí mismo?
-IM: No ver lo que tienes en frente.
-EC: ¿El que se cansa pierde?
-IM: En el sexo es una fija.
-EC: ¿Qué le dirías a Leopoldo López si lo tuvieras en frente?
-IM: Que sería mucho más útil que pensara en plural en vez de en la primera persona del singular.
-EC: ¿Has estado en alguna fiesta de “Huguito” en La Casona?
-IM: No. Tampoco iría si me invitan. No me gusta la vibra de la gente que no quiere hablar de cómo tiene tanta plata.
-EC: Recuerdas alguna portada en particular de la revista UB?
-IM: ¡Sí claro!, no se me olvidan Las Veteranas.
-EC: ¿A quién te gustaría ver de nuevo en nuestras páginas?
-IM: A nuestra mujer de porcelana, Astrid Carolina Herrera.
-EC: ¿Es verdad que estás preparando un libro? ¿De qué va?
-IM: Son cuentos futuristas con realidad social, algo así.
-EC: ¿Qué vamos a ver de Ivan Mata en los próximos meses que nos va a sorprender?
-IM: Bueno todavía me falta negociar con el medio, porque son gente muy difícil, sobre todo Eric Colón, pero en verdad quiero salir en bikini en esta revista. Y no estoy jugando.

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