¿Cómo es el flat white, el café con leche de moda en el mundo?

El café con leche siempre se ha pedido, en las tradicionales barras de las panaderías venezolanas, como «un conleche«, pronunciando todo pegado. En los últimos años y en las nuevas cafeterías, se prefiere el vocablo latte, que hace referencia a «leche» en italiano. Pero, de repente, surgió otro término: el flat white. ¿En qué se diferencia de los otros cafés con leche?

El origen de los flat white está en Oceanía, aunque no queda muy claro si fueron baristas de Australia o de Nueva Zelanda quienes lo bautizaron así. Pero lo que sí se sabe es que su fama global comenzó cuando la cadena Starbucks lo incluyó en el menú.

Ahora bien, ¿qué es exactamente un flat white? Es un café que, actualmente, se prepara con dos shots de espresso, y un poco de leche batida y de espuma. Para muchos esto puede sonar a capuccino, con un poco más de café que de leche.

El flat white, al menos en sus inicios, se distinguió del capuccino en que tenía menos espuma y de allí toma su nombre que, en español, puede traducirse a «blanco plano». La altura de esa microcapa de espuma, según los tecnicismos del barismo, debería medir medio centímetro. Además, el capuccino suele prepararse con solo un shot de espresso. En síntesis: el flat white es más café, menos espuma.

Según declaró el especialista australiano Ben Bicknell a la página especializada Perfect Daily Grind, en Oceanía, la esencia del flat white se ha diluido en prácticas de barismo poco rigurosas y, en muchos sitios, lo sirven muy parecido al capuccino o al latte.

Así que, si quieres que el flat white que te tomas en una cafetería de moda sea un flat white de verdad, mide el tamaño de la espuma.