76 nuevos bartenders se suman a las barras venezolanas
Con el programa Aprendiendo para la vida, Diageo gradúa a su segunda cohorte como auxiliares de bartenders
Con el programa Aprendiendo para la vida, Diageo gradúa a su segunda cohorte como auxiliares de bartenders
El programa «Aprendiendo para la vida» de Diageo se enfoca en facilitar a jóvenes venezolanos, la formación en oficios que permitan la incorporación de una fuerza trabajadora preparada y con potencial, que ayude a crecer el mercado laboral del país y, al mismo tiempo, establezca las bases para la industria del entretenimiento y la hospitalidad. El jueves 1 de febrero graduó a 76 nuevos bartenders, todos menores de 40 años.
El programa, nacido en Latinoamérica y que ya tiene 15 años, es 100% gratuito. Con el tiempo pasó de ser un diplomado a un curso intensivo que ha ido actualizándose según los requerimientos de aprendizajes y del mercado. En esta nueva redimensión del programa de Bar Academy, los participantes cumplen con 56 horas académicas o en su defecto dos meses de entrenamiento para ser auxiliares de bartender, distribuidas en varios núcleos que van desde la hospitalidad, marketing, estructura de costos hasta la práctica en la coctelería.
“Nuestros programas están dirigidos a jóvenes de entre 18 y 40 años y de sectores vulnerables, porque no tienen la posibilidad de estudiar. Nuestra formación es un abreboca para que puedan llegar incluso a formarse a nivel internacional y para mejorar su vida y la de su familia. Buscamos que tenga impacto transformacional, no solamente en su educación, sino en la industria. La industria lo necesita, es una industria de la hospitalidad donde es muy movida y necesitamos muchachos que estén preparados para brindar experiencias”, comenta Mariana Plaja, de Diageo.
De los 76 alumnos de esta promoción, Diageo está creando una estructura para que al menos cinco de los mejores estudiantes del programa se incorporen al mercado laboral inmediatamente, a través del networking de la empresa e insertándolos en puestos de trabajo en restaurantes como Modo Caracas, La Paisa o el Alazán, entre otros.
Desde la visión de Diageo, el programa de «Aprendiendo para la vida. auxiliar de bartender», ha logrado una valiosa transformación en la calidad de vida de quienes han sido seleccionados para el programa y, por ende, también en la de sus familias.
Bienmesabe conversó con algunos de los graduandos, y estas son sus historias.
Meyling Rojas, militar retirado, sargento primero del Ejército y paracaidista, vio una oportunidad en el programa y la coctelería.
En un primer encuentro con el mundo de la hospitalidad, Meyling Rojas trabajó como anfitriona de eventos, lo que dejó la semillita sembrada. Una vez retirada de sus funciones como militar y siendo madre a tiempo completo, se postuló y quedó seleccionada.
Ahora sus planes incluyen tener una agencia de festejos y participar en competencias de coctelería, donde pueda demostrar sus habilidades e innovar. Para Meyling Rojas, el trago de su prueba final la escogió a ella por la similitud de su historia personal con la de la creación del coctel Dark n´Stormy.
Sobre el programa expresa: “Nos llenó y nos motivó a hacer una carrera tan bonita como ser un bartender o auxiliar de barra. Ya con la experiencia que tengo, ahora como bartender, me gustaría participar en una competencia fuera y dentro de nuestro país, y demostrar todo lo que aprendí. Innovar en algunos cocteles, probar cosas nuevas y que el límite sea el cielo. No tenía ni idea de lo que era más allá de un Cuba Libre, un mojito tradicional, que era lo que normalmente uno pedía. Ahora puedo con confianza pedir, mira, yo quiero una piña colada, un negroni, por ejemplo. Estoy enamorada de la carrera y quiero seguir, seguir y seguir”.
Con sólo 19 años Xavier Pérez encontró su segunda pasión, la primera es la música: es violinista. Con un estilo bien bohemio, rulos llamativos, seguridad arrolladora y una sonrisa amplia, Xavier Pérez cuenta que desde los 6 años es violinista del Sistema de Orquestas, pero vio una gran oportunidad en la convocatoria para el programa “Aprendiendo para la vida”. De esta manera, podría combinar su carrera como músico con la de la coctelería y el marketing, considerando que así se le puede abrir el panorama de trabajo.
Sobre su experiencia, Xavier Pérez comenta: “Sinceramente, lo vi como una oportunidad de crecer como persona y laboralmente porque, por más que sea la situación actual es muy fuerte para la vida de un músico. Con el oficio de bartender puedo estar más tranquilo económicamente y abrirme a un mundo de posibilidades muy hermosas, de nuevas personas, lugares nuevos, sabores, experiencia. Gracias a quienes con “Aprendiendo para la vida” me dieron la oportunidad de superarme. Me gustaría seguir descubriendo y seguir avanzando en esto e incluirlo junto con mi música porque es realmente lo que sí me va a encantar”.
Edgar León es un emprendedor de 33 años. Para él, este intensivo fue un valioso momento para aprender herramientas que le van a abrir muchas puertas, ya que “todo conocimiento que ingrese en tu cabeza, si es positivo, va a labrar un futuro bueno para ti”.
Para Édgar León, “Aprendiendo para la vida” fue un proyecto humano, de mucha calidez y excelencia profesional proveniente de quienes impartían los módulos del programa. Por lo que dice haber tenido “lo mejor de dos mundos”, académica y humanamente. La práctica de coctelería fue el área que más le gustó porque, según comenta, eso es lo que permite entrar en acción en el campo laboral. Sin embargo, su meta próxima es ser feliz y buscar un trabajo que le permita generar un ingreso adicional a sus emprendimientos y vivir feliz.
Óscar Pérez fue alumno del programa y ahora es parte del profesorado comprometido con la formación de estos jóvenes auxiliares de bartender.
Pérez comenta que, cuando llegó al programa, tenía apenas 18 años y no sabía cuál sería su pasión y tampoco vislumbraba las oportunidades de crecimiento o de profesionalización en la coctelería. Ahora dice que entiende la coctelería como la gastronomía, pero en versión líquida, y rememora que fue allí, donde hace cinco años, “nació absolutamente su pasión”.
Según comenta Óscar Pérez, la coctelería trasciende al hecho de servir un cóctel. Se centra en la capacidad para comprender desde los ingredientes hasta las cualidades de la persona que tienes sentada en la barra: “Mira aquí los chicos han llegado algunos sabiendo qué es lo que quieren en su vida como profesionales en el área de la hospitalidad, algunos que ni siquiera. Ya han entendido y han aprendido las herramientas necesarias, el nivel de oportunidad, entender que un buen servicio va más allá y no es solamente ofrecer un buen cóctel, sino de ir más allá, entender el paladar del cliente, entender cómo tener una relación efectiva con cada uno de los clientes en sus distintos trabajos».
Y agrega: «De ahora en adelante, el siguiente paso es intentar romper los límites porque no aprenden solamente a estar detrás de una barra, aprenden para la vida, sí, que las herramientas que se la dan van mucho más allá que un simple conocimiento teórico referente al área de coctelería. Tienes que entender de dónde provienen las cosas para poder entender a dónde quieres ir. Es romper los límites”.
El programa de «Aprendiendo para la vida. Auxiliar de Bartender” de Diageo inicia nuevamente en marzo de este año. Quienes deseen postularse para esta etapa pueden hacerlo a través de Bar Academy haciendo clic aquí.
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