6 horrores en la comida que dan tanto miedo como Halloween

¿Cuáles son los peores horrores que has visto que otros hacen con las comidas? ¿Ponerle kétchup a un plato de pasta con una trabajada salsa boloñesa o napolitana? ¿Freír o untar mayonesa a la hallaca? ¿Comerse la pizza con piña? Según las costumbres de cada comensal, algunas cosas pueden parecerles inadmisibles o no.

A propósito de Halloween, y después de conversar con algunos chefs y foodies, destacamos 5 cosas que pueden considerarse un horror al comer. ¿Y tú qué opinas al respecto?

1. Ketchup sobre salsas italianas

Una vez, una amiga, hija de sicilianos, invitó a un grupo de compañeros de clases a su casa, y su mamá sirvió una pasta con salsa napolitana hecha por ella misma, con aceite de oliva extravirgen y coronada con queso Grana Padano en hojuelas. ¿Y qué pasó? Que uno de los invitados se paró muy tranquilo, fue a la nevera, sacó la botella de ketchup y se la echó encima a esa maravilla italiana.

La anfitriona casi se muere. Y la respuesta del invitado fue: «Es que yo le pongo ketchup a todo».

Comentario al respecto: La pasta con ketchup debería ser válida solo para niños hasta los 7 años de edad, aunque se puede hacer una excepción si estás en un momento de «no tengo nada que comer», y resuelvas cociendo rápidamente una pasta blanca y le agregues ketchup. Pero a las salsas para pastas bien preparadas no se les agrega nunca salsa de tomate comercial. Es hasta ofensivo para quien la prepara.

2. Mayonesa en la hallaca

La mayoría de los venezolanos arruga la cara cuando escucha la frase «ponerle mayonesa a la hallaca», pero hay quienes lo hacen, «aunque ud. no lo crea«.

Y hablando de hallacas, a muchos también les parece un «horror» esa tendencia que se hizo viral en redes sociales de freír este plato navideño nacional.

Comentario al respecto: Cada cual tiene su propio gusto, pero la hallaca no necesita nada más, porque su larga preparación contiene muchos sabores, una masa sazonada con caldo y otros aliños y un guiso muy bien condimentado. Con la mayonesa se pierde el sabor familiar que cada hallaca trae envuelto en las hojas de plátano. Y sobre freírla, pues tampoco: la hallaca tiene su propio proceso de cocción en agua, que es muy largo, y de esa misma forma debe calentarse, envuelta en sus hojas, para que mantenga su esencia.

Hace 6 años, le dimos de probar a algunas personas del entonces equipo de El Estímulo, hallacas con mayonesa y otros inventos. Esta fue su reacción:

3. Cambur con sancocho

Una famosa cocinera nos comentó que un día estaba almorzando en casa de una familia muy educada y vio que la anfitriona trajo un cambur normal y corriente, lo peló, lo picó en pedazos y lo agregó a su sopa.

«Yo quedé impactada pero como era una persona con mucha clase, imaginé que había una explicación«, cuenta.

Y, tal como averiguó después, la hay: En Colombia acompañan muchas comidas, y en especial los sancochos y hervidos, con un cambur que se agrega tal cual al condumio. De hecho, lo ponen, pelado o con cáscara (según cada persona), en un plato al lado de la sopa, tal como aquí ponemos el pan.

Comentario al respecto: Es una cuestión de costumbre de ese país, y es una versión de las tajadas que en Venezuela le ponemos a todo. El toque dulce del cambur, o del plátano, equilibra los sabores salados.

4. Pasta o paella con tajadas

Una vez un señor español pero con muchos años en Venezuela fue a una tasca en La Candelaria y pidió una paella. Se la trajeron muy bien preparada al estilo español, excepto por un detalle: estaba rodeada de tajadas.

El señor montó en cólera porque, dijo, las paellas jamás se sirven con plátano. La respuesta del mesonero fue que allí servían «paella con baranda (como se llama a las comidas con tajadas)».

Hace unos años, en España se presentó una acalorada polémica porque un restaurante hizo una versión de paella con chorizo. Es bastante probable que si se enteran de la paella con tajadas, se arme otra discusión.

Ah, y por cierto, en España tampoco rocían la paella con jerez, algo que tanto nos gusta a los venezolanos.

Y sobre la pasta, pues no, tampoco debería llevar tajadas y es probable que a un italiano le cause un preinfarto verlo. Pero ¿quién nos quita ese gustico dulce en nuestras comidas?

Comentario al respecto: Las tajadas de plátano son un acompañamiento venezolano en prácticamente todas las comidas, aunque es probable que, por cultura, a los españoles e italianos eso les parezca un horror. Pero en Venezuela es completamente normal. Tal como contó María Elia de Gomes, dueña de la lunchería Donde el portu en Santa Mónica: «Aquí, todos los pastichos y pastas salen con tajadas, y lo más probable es que los comensales pidan más».

5. Caraotas con azúcar

Hace varios años, un niño llegó a Venezuela desde otro país y comenzó a estudiar primer año en un colegio religioso en Caracas. En ese tiempo les daban almuerzo y el primer día sirvieron, entre los contornos, caraotas negras. Intrigado, el niño vio que uno de los sacerdotes se acercaba a cada niño, les hacía una pregunta, y luego añadía un par de cucharadas de «algo» en el plato.

Cuando llegó su turno vio que era ¡azúcar! Cuando el sacerdote se acercó con la cuchara ya a punto para agregar a sus caraotas, el niño tapó el plato con su mano y gritó ¡NOOOO! Llegó contándolo a su casa y tanto a él como a su familia, les pareció un auténtico horror. Pero ¿realmente lo es?

Las caraotas con o sin azúcar son una eterna discusión entre los venezolanos. El asunto es que es muy común rociarlas con dulce en el Centro y en el Oriente del país, donde la combinación dulce-salado es muy común. Y para «oficializar» aún más esto, don Armando Scannone, en su libro Mi cocina a la manera de Caracas, sugiere prepararlas agregando papelón a la cocción. No será el azúcar encima de las caraotas pero el dulce lo tiene.

6. Pizza con piña

¡Horror! gritaría los italianos más tradicionales al ver agregar trozos de piña en almíbar a una pizza. Y peor si, además, se le pone maíz. Por eso es muy positivo que a esa pizza la llamen «hawaiana», para deslindarla del país que hizo de las pizzas y las pastas algo mundial.

Hay toppings de pizzas muy comunes en otros países que en Italia ni lo piensan. Por ejemplo, la pizza más vendida en la mayoría de los países (incluyendo Venezuela) es la de pepperoni, ese embutido picantoso, rojo y redondo que se inventó… en Estados Unidos. Así es: en Italia no existe. Es posible que si, allá, le pides pepperoni a un pizzaiolo, te sirva un pimiento.

Sin embargo, en Italia sí es muy común dos toppings en la pizza que, probablemente, nos parezcan un «horror» a los venezolanos: la pizza con patatine, que es con papas fritas encima, y la pizza tonnata, que lleva atún en lata. Un restaurador venezolano que se casó con una italiana contó que ella le insistió mucho para que probara la pizza tonnata y él no se atrevía. Pero, en cuanto lo hizo, se convirtió en su pizza favorita. «Es deliciosa», aseguró.

Comentario al respecto: la verdad es que, con la internacionalización de las pizzas, cada persona le agrega los toppings que quiera. Todo es cuestión de culturas y de gustos.

Y si quieres saber sobre las «cosas extrañas» que hacen los famosos con sus comidas, puedes leer este trabajo que hicimos hace algunos años, pero que sigue vigente: