«La producción de pistachos sólo alcanzó las 35.000 toneladas en 2014 mientras que antes de la crisis (en 2011), Siria producía entre 65.000 y 75.000 toneladas al año», indicó este martes Hasan Ibrahim, un responsable del ministerio.
Según él, el conflicto impide que los agricultores accedan a sus campos en las provincias de Alepo, Idleb (norte) y Hama (centro), donde las fuerzas del régimen afrontan a los rebeldes y a los yihadistas.
La ciudad de Morke, situada entre Hama y Alepo, es el centro del cultivo del pistacho. Esa localidad ha sido escenario de duras batallas entre el régimen y los rebeldes, que destruyeron parte de sus 800.000 pistacheros.
Además de los combates, los cultivos sufrieron heladas este invierno.
Ibrahim considera, no obstante, que la producción de pistachos podría volver a aumentar en los próximos años y alcanzar entre 80.000 y 85.000 toneladas, porque ciudades en manos del régimen como Homs (centro), Sueida (sur) y otras del litoral comenzaron a cultivar ese fruto seco.
El pistacho que se utiliza mucho en Siria para elaborar dulces y helados, se exporta hacia países del Golfo y hacia Europa.
En 2013, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Siria era el cuarto productor mundial de pistachos con 54.516 toneladas, muy por detrás de Irán (478.000 toneladas), Estados Unidos (196.000 toneladas) y Turquía (88.600 toneladas).
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