La naranja, la guayaba y el jengibre se hacen polvos para usar en la cocina
Al pie de las montañas que conectan a La Victoria con la Colonia Tovar, Luz Nouel elabora polvos de frutas, chips de vegetales y frutas deshidratadas de su huerto o de sus vecinos. Es un kilómetro cero totalmente natural que se comercializa con la marca Natural SundArt.
Luz Catalina vive, por decisión propia, en simbiosis con la naturaleza. Hace muchos años dejó Caracas para instalarse con su familia en Pie de Cerro, la población ubicada al borde de las montañas que suben, desde La Victoria hasta la Colonia Tovar.
Allí, rodeada de bosque y ríos, Luz Catalina Nouel Paul deja fluir su creatividad en dos vertientes: la orfebrería y la producción de alimentos naturales, muchos orgánicos, que obtiene de su propia huerta o de cultivos vecinos y procesa de manera artesanal. Todos se agrupan bajo la marca Natural Sundart.
Entre las novedades de Natural Sundart están los polvos de mandarina, naranja, guayaba y jengibre, que Luz elabora primero deshidratando las cáscaras limpias y sin piel blanca de los cítricos, la pulpa de la guayaba o la raíz del jengibre, según sea el caso, entre 8 y 12 horas y luego moliéndolas manualmente hasta lograr un polvillo que pueda usarse como infusión, bebida fría o en preparaciones culinarias dulces o saladas.
En la cocina, los polvos cítricos pueden usarse para sustituir las esencias artificiales al hacer tortas, galletas, suspiros y cremas, o para hacer salsas para carnes, para marinarlas o para hacer sopas como la de auyama con mandarina. “La creatividad de las personas es infinita. Muchos me escriben y me cuentan en qué las utilizaron”, cuenta Luz.
Todo es cero kilómetros. Por ello, la producción de Natural Sundart depende de la temporada de frutas y vegetales. Y además de polvos, Luz prepara frutas deshidratadas, chips de vegetales e infusiones de malojillo, toronjil y tulasi, que también es conocida como “albahaca sagrada” por los hindús. De la tulasi también ofrece las semillas para poder sembrarla.
“La primera semilla de tulasi, que se conoce como manjari, me la regalaron hace 18 años. Con paciencia logré reproducirla. Es una planta medicinal, pero también de fe pues los hindús se la ofrecen a Krishna. Se puede usar en la cocina, en cualquier plato que sea vegetariano”, dice Luz.
Para hacer las frutas deshidratadas, Luz, personalmente, las escoge, les extrae la pulpa y las deshidrata. Actualmente hace coco, cambur, naranja, toronja, guayaba (que se hace después de licuar la pulpa para que tenga mejor textura) y patilla, que es la más particular. Por la gran cantidad de agua que contiene, demora 13 horas en deshidratarse y queda como una dulce gomita en lámina. El mango es uno de los más solicitados pero sólo se hace en temporada, que ya está por comenzar.
Los chips de vegetales pueden comerse solos, como snacks, o colocarlos como toppings en ensaladas y sopas. Los aliña antes de deshidratarlos y les añade limón para preservar sus características de color y sabor. Los hace de zanahoria, calabacín, berenjena y un toque de culantro.
Tanto las frutas como los vegetales los ofrece en empaques mixtos, de varias frutas o varios vegetales, pero también atiende encargos especiales. De las frutas suele tener inventario disponible siempre pero los vegetales prefiere hacerlos apenas los solicitan, “para mantener el crunchie”, dice.
Entre sus planes está elaborar pronto granola y frutas deshidratadas con cubierta de chocolate o tipo Miramar, es decir, pedacitos de frutas envueltos en chocolate.
Los productos se ofrecen en dos tamaños, pequeños de 15 a 20 gramos y grandes, de 40 gramos aproximadamente. Para encargos, se le puede contactar por su Instagram @SundartVE donde también muestra sus piezas de orfebrería o directamente a través de su whatsapp, 0414 0350525. Por supuesto que no hay que ir a Pie de Cerro a buscar los productos, pues Luz Catalina los trae con frecuencia a Caracas.
Clavos de olor, aceite de bebé o de almendras, alcohol y paciencia para dejarlo macerar 4 días, es todo lo que se necesita para hacer un repelente casero
Se suele culpar a la falta de fibra en la dieta y al alto consumo de comida ultraprocesada, pero definitivamente esta no es la única razón. Los oncólogos sospechan de cambios en la flora bacteriana pero aún no saben qué los causa
Sus propiedades como antiinflamatorio y antioxidante natural están científicamente comprobadas. Además, es un ingrediente versátil en la gastronomía. Hablamos con una experta sobre la dosis recomendada, beneficios y contraindicaciones y compartimos algunas recetas