1. LA COMPETENCIA MANDA
No hay nada que incentive más a ejercitarse que competir. Esto crea motivación, soporte y camaradería en el ambiente de oficina. Recluta a la mayor cantidad de compañeros que puedas y divídanse en equipos, a ver cuál de ellos gana a fin de mes. Pueden hacer sesiones de yoga antes de la reunión matutina o un grupo de trote al salir del trabajo.
2. PASA PENA, NO IMPORTA
¡No te quedes sentado hablando por teléfono! Alterna entre caminar y doblar las rodillas hacia el pecho. Así quemarás de dos a cuatro calorías por minuto, lo que suma de 60 a 120 calorías si haces una llamada de media hora. Cuando cuelgues puedes hacer lagartijas apoyado del escritorio y hasta sentadillas. ¡No hay excusas!

3. JUEGOS DE PELOTA
En vez de usar una silla en tu escritorio, siéntate en una pelota medicinal, que te ayuda a endurecer la zona abdominal y a corregir tu postura hasta hacer unos cuantos ejercicios al final de la tarde antes de arrancar a la casa.

4. EQUÍPATE
Selecciona una gaveta o zona de la oficina en la que tendrás toda tu ropa y accesorios de ejercicio (zapatos, pesitas).
5. ¡RRIINNNGGG!
Pon una alarma a cada hora para acordarte que debes pararte y caminar o moverte un rato.
6. CAFÉ PARA LLEVAR
En el típico coffee break, ponte tus zapatos deportivos y vete a caminar por 10 o 20 minutos. Al regresar, agarra tu café para llevar y sigue directo a tu cubículo.
¡ÉXITO!