Vida sana

7 maneras de entrenar, divertirte y relajarte

El mundo del fitness cada día nos sorprende con sus innovaciones. Crece y se reinventa para lograr que, cada vez, sean más las personas que se adhieran a la cultura de la vida saludable a través del ejercicio físico y logren solventar problemas como el estrés, la ansiedad y la depresión

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Parece que poco a poco se agotan las excusas para los prófugos del fitness. En estas siete opciones que te presentamos para todos los gustos y necesidades, para todas las edades y condiciones, para todos los presupuestos y agendas. No huyas más, regálale a tu cuerpo y a tu mente un espacio para la salud y el bienestar.

1. Napercise: quemar calorías en estado alfa

Napercise

Este novedoso entrenamiento está diseñado para las personas que sienten fatiga crónica, que duermen y no descansan, que están en estado de alerta de manera continua y odian sudarse en un gimnasio. Se llama Napercise (nap de siesta y excercise de ejercicio, en inglés) y está en período de experimentación en Inglaterra de la mano del entrenador David Lloyd.

La clase, de una hora de duración, consiste en 15 minutos de ejercicios de estiramiento y 45 minutos de siesta. Para esta terapia deportiva, el gimnasio está equipado con camas individuales, antifaz y música relajante. Además, la temperatura del ambiente se baja entre 16 y 18 grados centígrados, para lograr mejor calidad del sueño. Este método promete, que aunque no se logre dormir, el cuerpo saldrá revitalizado por el descanso con sus consecuencias en el estado de ánimo.

Además de enfocarse en atender la fatiga, este entrenamiento puede mejorar la concentración, la pérdida de calorías (eliminación de toxinas) y el rendimiento deportivo. De hecho, el coach del sueño de grandes equipos y figuras deportivos, Nick Littlehales, autor del libro Dormir y creador del método “R90” (ciclos de sueño de 90 minutos), indica que ya se están incluyendo en los espacios de entrenamiento profesional, áreas para que los deportistas tomen siestas estratégicas de 30 minutos.

2. Jumping Fitness: tensiones y calorías al aire

Si eres de los que inventa que tu hijo está llorando en un rincón del colchón o la cama elástica en las piñatas, solo para poder subirte a “rescatarlo” y aprovechas para pegar unos brinquitos, esto te va a gustar.

El Jumping Fitness es la nueva tendencia en entrenamiento para aquellos que aman desentenderse de la fuerza de gravedad por un rato, ya que, se trata de pasar una hora realizando diferentes ejercicios sobre un trampolín individual (a veces equipada con una barra para tener más estabilidad), combinando pasos aeróbicos, con diferentes ritmos y velocidades.

Los difusores de esta técnica afirman que la pérdida de peso y la tonificación muscular es muy alto, debido que están implicados al menos 400 músculos del cuerpo. La idea del ejercicio es controlar todos los movimientos con el abdomen, que junto con los cambios de gravedad, los hacen que resultados sean visibles en poco tiempo. Además, se incrementa la fuerza, el balance y la estabilidad. Junto a las 700 calorías que se pueden quemar por sesión, el Jumping Fitness es excelente ejercicio cardiovascular para las personas que tienen dolencias en las articulaciones o están en rehabilitación, porque la cama elástica amortigua los movimientos. Es un antídoto contra el estrés diario, porque además de divertido, la eliminación de toxinas por el sudor es enorme.

3. Kalari-payattu: movimientos instintivos para una mente aguda

Esta disciplina es una antigua arte marcial tradicional de Kerala, ubicada al sur de la India, que se basa en la esencia de los movimientos naturales de acción y respiración de los animales. La práctica consiste en rigurosas secuencias de giros, posturas de yoga, sucesiones circulares, elevaciones, saltos, desplazamientos, rotaciones, flexiones y gestos corporales que producen fuerza, movilidad, agilidad, resistencia y velocidad.

La gran coordinación neuromuscular, concentración y poder mental que requiere la práctica permite obtener una visión más clara del entorno directo y periférico, que mediante la repetición y la disciplina física, fortalece un estado de atención más amplio. Con el entrenamiento continuado, el organismo obtiene la potencia de una mirada expandida y abierta, y la mente se vuelve tan aguda como un arma.

La memoria y la estabilidad juegan un rol importante porque es a través de ellas que se exploran los movimientos instintivos, naturales y orgánicos del cuerpo, así como se descubre la plasticidad, la energía vital y el bienestar psicofísico que aporta el Kalari-payattu. Como toda práctica de origen hindú, nunca se deja de lado la espiritualidad, la filosofía, la medicina y el masaje ayurvédico, con la aplicación de aceite en todo el cuerpo para incrementar la flexibilidad de los practicantes y tratar posibles lesiones que puedan ocurrir durante el performance.

4. BiciZen: meditación sobre ruedas

Bici Zen from Baik on Vimeo.

Juan Carlos Kreimer, luego de treinta años de reflexión y experimentación, resume en su libro BiciZen: ciclismo urbano como meditación, sus conclusiones acerca del “arte de bicicletear” y los estados físicos y mentales que produce este deporte.

Asegura que, montadas en bicicleta, las personas se vuelven menos violentas, más participativas y solidarias, que el ciclista está presente en cada momento, lo que le conecta con una dimensión mayor: no piensa en el futuro ni en el pasado, que es un estado mental compatible con la atención plena, que provee una visión periférica que permite detectar cualquier cambio a su alrededor. Igualmente, la sensibilidad que se despierta en la meditación también se aviva durante el trayecto en bicicleta. Sin embargo, enfatiza en que ese estado de vacío mental no debe buscarse deliberadamente, sino más bien, dejar que aparezca y aprender a reconocerlo, mientras se combina el pedaleo cadencioso con respiraciones largas y conscientes y se relajan al máximo los músculos faciales, cuello y hombros.

Esta técnica se extiende no solo entre los ciclistas al aire libre, sino también para los que practican spinning o bicicleta estática, donde se incluyen aromas como el incienso para intensificar la experiencia.

5. Hula Hoop: diversión de niños, cuerpo de atleta

Desde que el Programa de Ejercicios y Salud de la Universidad Wisconsin demostró en un estudio que el uso del aro era capaz de quemar 210 calorías en media hora y que su efectividad se iguala al kickboxing o al boot camp, los gimnasios no dudaron en incorporar este elemento a sus rutinas.

Además de trabajar el área abdominal, ya que para ser capaces de mover el aro en forma continua se debe mantener contraída toda esta zona, sobre todo los oblicuos, se ha demostrado que mejora la resistencia cardiovascular, tonifica los glúteos y los brazos, mejora la estabilidad corporal y es recomendada para todas las personas sin importar sexo, edad o condición física.

El aro correcto para esta actividad debe ser acolchado para evitar presiones innecesarias en las partes del cuerpo donde se coloque y su diámetro debe llegar desde el suelo hasta el ombligo del practicante.

6. Entrenamiento de fuerza en el agua

ejercicios-en-agua

El entrenamiento en el agua es uno de los mejores ejercicios de bajo impacto, tal como anuncia el American Council on Excercise, porque las propiedades naturales del agua protegen los músculos y las articulaciones, al tiempo que se disminuyen los efectos de la gravedad en el cuerpo y se crea resistencia cuando nos movemos a través de ella.

El gran secreto del entrenamiento acuático es que aunque los ejercicios son más duros de realizar, por la resistencia y la densidad del agua, el cuerpo no se entera por la falta de gravedad, porque  permanece en temperaturas frescas y porque el corazón late más lento en este medio.

Las opciones, además de la natación, se extienden desde running, baile y spinning hasta ejercicios abdominales, levantamiento de pesas, yoga, pilates y paddle (yoga sobre tablas de surf).

7. Yoga de risa: la asana más difícil y beneficiosa

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Esta tendencia surge de la premisa de que no es necesario un estímulo que provoque la risa, ya que, el cerebro entiende lo mismo tanto si la risa es real o simulada y riega, de la misma manera,  sus neurotransmisores y hormonas del bienestar en el cuerpo.

La práctica comienza con ejercicios de respiración, tal como se hace en Yoga, y luego se hacen dinámicas grupales para ejercitar la risa. La experiencia indica que pronto la risa se vuelve real, gracias al contacto visual y al cultivo de una actitud infantil y juguetona.

Además de remover los efectos negativos del estrés, la risa brinda una mejor perspectiva de la vida, mejora la capacidad respiratoria y fortalece el sistema inmune, controla la hipertensión arterial, favorece la producción de endorfinas (que combaten el dolor), suaviza las emociones negativas, aumenta las habilidades sociales, rompe bloqueos e inhibiciones y disminuye la ansiedad y la autocrítica.

Desde el punto de vista físico, la risa pone en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del abdomen que no pueden ser ejercitados de otra manera; lubrica y limpia los ojos con lágrimas y al hacer vibrar la cabeza se despejan la nariz y los oídos; elimina toxinas y previene infartos porque el movimiento del diafragma produce un masaje interno que facilita la digestión, la circulación y ayuda a reducir los ácidos grasos; debido a la gran cantidad de oxígeno que entra los pulmones y la acción de estirar y estimular los músculos de la cara, tiene un efecto purificante para la piel y tonificante antiarrugas y, por último, las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.

¡Así que anímate y practica una de las nuevas tendencias que te ofrece el fitness y mejora tu calidad de vida!

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