Jengibre: lo que todos deberíamos saber de esta aromática raíz
Sus propiedades como antiinflamatorio y antioxidante natural están científicamente comprobadas. Además, es un ingrediente versátil en la gastronomía. Hablamos con una experta sobre la dosis recomendada, beneficios y contraindicaciones y compartimos algunas recetas
El jengibre es una aromática raíz con grandes propiedades en el campo de la salud. Su poder como antiinflamatorio y antioxidante natural ha sido ampliamente revisado en estudios e investigaciones científicas por décadas. Importantes instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Clínica Mayo y Harvard Medical School dan cuenta de las muchas propiedades medicinales, químicas y farmacológicas de la raíz milenaria.
Su historia es rica y fascinante. Se remonta a 5000 mil años en el sudeste asiático, India y China. Es apreciado en la medicina tradicional y como componente clave en la medicina ayurvédica. El sabor picante y ligeramente dulce junto al intenso aroma es su carta de presentación, que lo ha hecho popular como especia en la gastronomía de diversas culturas durante siglos.
El jengibre es una planta herbácea rizomatosa que pertenece a la familia de las Zingiberáceas, al igual que la cúrcuma y el cardamomo. Su aroma especiado se debe a la presencia de cetonas, particularmente los gingeroles, uno de sus principales componentes. La parte más apreciada es su tallo subterráneo o rizoma, del que crecen las raíces y la principal porción de jengibre que se consume.
Se cuenta que fue uno de los productos más valiosos que se comercializaba a lo largo de la Ruta de la Seda, lo que ayudó a difundir su uso en Europa y otras partes del mundo. Después de la pimienta, fue la segunda especia de preferencia de los romanos, llegando a las islas Antillas en el siglo XV por la conquista de los españoles.
Hoy día sus aplicaciones son muchas, siendo valorado en sectores como el de la perfumería y la ambientación gracias a las propiedades olfativas que ofrece su aceite esencial.
Beneficios para la salud
De acuerdo a la nutricionista clínico Marta Hurtado (@martaserysanar), especialista en endocrinología y metabolismo, el jengibre ha sido ancestralmente utilizado por sus componentes bioactivos y su incidencia en diversas afecciones, órganos y sistemas. Señala que existen suficientes evidencias de su capacidad antiinflamatoria, antioxidante y favorable al sistema digestivo.
Consumir una dosis entre 1,5 a 2 gramos al día parece ser suficiente para tener un efecto sin ninguna contraindicación, afirma la especialista, quien nos explica acerca de los amplios beneficios del jengibre.
Contiene más de 400 compuestos distintos, entre carbohidratos, lípidos y fenólicos. Es una fuente importante de minerales como el manganeso, potasio, fósforo, hierro, calcio y magnesio. Además aporta vitaminas C y del complejo B. Una porción de 100 gramos tiene 336 kcal.
Estos son algunos de los beneficios del jengibre para la salud:
1. Alivia el sistema digestivo
A la hora de calmar molestias y dolores de estómago, el jengibre tiene una larga tradición de efectividad para quienes sufren de cólicos y dispepsia.
En este sentido, indica la nutricionista, favorece la digestión por varios mecanismos: al aumentar la frecuencia de las contracciones del estómago puede producir más sales biliares, puede aumentar la velocidad del vaciamiento gástrico con lo cual mejoraría el reflujo y otras sintomatologías de dispepsia.
2. Antiinflamatorio y antioxidante
El jengibre contiene un potente componente antiinflamatorio llamado gingerol, que inhibe la formación de las citosinas inflamatorias, de ahí su efectividad para mejorar la sintomatología de artritis y artrosis, y por ende, favorecer la calidad de vida de personas que padecen enfermedades crónicas dolorosas en articulaciones cuando consumen jengibre regularmente.
Igualmente, explica la experta, que por su actividad antiinflamatoria y sobre todo antioxidante, el jengibre pudiese estar vinculado con una protección de la salud mental cognitiva, dado que previene el exceso o la acumulación de radicales libres en el cerebro. Investigaciones han resaltado su potencial para prevenir enfermedades crónicas.
3. Náusea y mareos
En cuanto al sistema digestivo, la raíz del jengibre es muy reconocida para aliviar o reducir los síntomas de las náuseas por diversas causas, como la primera etapa del embarazo; los asociados con la cinetosis o náuseas, mareos y vómitos producidos debido al movimiento en los viajes e incluso náuseas en pacientes con tratamientos de quimioterapia.
4. Salud bucal
Otra de las propiedades importantes que destaca la nutricionista, es el efecto del jengibre en la prevención de infecciones periodontales porque evita el crecimiento de bacterias orales.
Proteger la salud dental tiene una influencia importantísima en el resto del organismo
¿Cuál es la mejor forma de consumir jengibre?
Si bien el jengibre fresco, rallado o en rodajas, es la forma más natural y efectiva de beneficiarse de sus propiedades; se puede utilizar de diversas formas en la cocina como un ingrediente poderoso para agregar a platos salados, postres y bebidas, brindando un toque de sabor único y especial.
Seco o en polvo: Es perfecto para repostería, como en galletas de jengibre o como especia para pasteles. Ideal para sazonar y combina muy bien con canela o nuez moscada.
Encurtido: Muy común en la gastronomía asiática, cortado en tajadas muy delgadas se maceran en vinagre.
Cristalizado: se cocina en sirope de azúcar, se dejar secar al aire y se recubre en azúcar. Por su textura es ideal para acompañar helados o endulzar frutas.
Té e infusiones: Valorado por sus propiedades reconfortantes y digestivas. En la medicina tradicional china, el jengibre se considera un «calentador» que ayuda a equilibrar el cuerpo.
Suplementos: Para quienes no disfrutan del sabor del jengibre o desean una dosis concentrada, existen suplementos en forma de cápsulas o extractos líquidos.
Aromaterapia: Su aceite esencial se utiliza en aromaterapia por sus propiedades relajantes y revitalizantes.
Jengibre negro o salvaje: Menos común, pero valorado por sus propiedades medicinales
Precauciones: ¿es seguro para todos?
Aunque el jengibre es generalmente seguro para la mayoría de las personas, algunas pueden experimentar efectos secundarios como acidez estomacal o malestar gastrointestinal, e inclusive, está el riesgo de las posibles interacciones con ciertos medicamentos, indica la nutricionista Marta Hurtado.
A este alerta, la experta añade que no recomienda su consumo en las últimas etapas del embarazo, o embarazos de alto riesgo y en niños menores de dos años.
Deben tener precaución también los pacientes anticoagulados que estén tomando tratamiento, porque el jengibre puede aumentar el riesgo de sangrado. De igual manera ocurre con ciertos medicamentos hipertensivos, es decir, el jengibre pudiese a través del bloqueo favorecer la vasodilatación y contribuir con una menor tensión arterial.
Precisa la especialista, que el jengibre tiene una composición por 100 gramos de 415 mg de potasio, según datos del departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por lo que tampoco recomendaría su consumo en personas con insuficiencia renal o hepática. Otro de los casos más comunes es cuando se padece de cálculos biliares, ya que el jengibre puede estimular la producción de bilis y empeorar los síntomas.
Es importante destacar, que si bien es cierto que se han investigado las propiedades del jengibre para aumentar el metabolismo, reducir el peso, mejorar la glicemia, la hemoglobina glicosilada, incluso en casos de diabetes y síndrome metabólico, se debe comprender que existen afecciones médicas y sintomatologías que requieren tratamientos específicos en los cuales el jengibre, en cualquiera de sus presentaciones, sería un suplemento complementario, puntualiza la nutricionista Marta Hurtado.
Para conservarlo
Conservarlo es muy fácil. La raíz de jengibre fresca se puede congelar o bien conservarlo en la nevera preferiblemente envuelto en papel aluminio.
También puede secarse para poder usar todo el año. Para ello, se debe limpiar bien, córtalo en rodajas muy finas y deshidratarlas. Guardar en un lugar fresco, seco y oscuro.
Una receta para disfrutar el jengibre
Té de jengibre con limón
Ingredientes:
1 trozo de jengibre fresco (aproximadamente 2 pulgadas)
2 tazas de agua
Corteza o jugo de un limón
Azúcar integral, miel o edulcorante (opcional)
Preparación
1.-Pelar y cortar el jengibre en finas rodajas o rallado. 2.- Agregar el jengibre al agua hirviendo. Dejar a fuego lento durante 5-10 minutos. 3.- Deja que repose unos 5 minutos tapado, y añadir miel y/o limón al gusto, si se desea. 4.- Colar el té en una taza y disfrutarlo bien caliente o frio.
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