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20 cosas que sí puedes hacer para ayudar al planeta

Para nadie es fácil ser“verde”, pero desde que se puso de moda, hay más y más gente tratando de adoptar conductas y hábitos menos dañinos para el ambiente. A propósito del Día Internacional del Ambiente, recarga las baterías ecológicas y sigue una serie de recomendaciones que pueden ayudar a ser parte del cambio

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1. Tome menos agua embotellada. El calor nos lleva a tener siempre una en la mano, pero las botellas de agua mineral desechadas son un problema. Hay formas de reciclarlas en algunos puntos que se encargan de recoger plástico, pero no son demasiado abundantes. La mejor solución es comprarse una botella de un material duradero, preferiblemente no plástico y rellenarla con agua filtrada en cada punto que pueda. Es difícil, pero puede ser un buen hábito.

2. Coma granos. Parece una locura, pero tiene una base lógica: según la Organización de las Naciones Unidas para la Comida y la Agricultura el almacenamiento de ganado es responsable de 18% de la emisión de gases de efecto invernadero y 37% de las emisiones de gas metano. Sustituir parte del consumo de carne por otras fuentes de proteína también ayuda al planeta y los granos son una de las mejores.

3. Compre menos comida “para llevar”. Los envases desechables son súper contaminantes. Opte por el viejo Tupperware de su casa y trate de no llevarse más potes de arroz chino ni pastichos en envase de aluminio.

4. Abaníquese. Es cierto que el calor no deja otra opción que recurrir al aire acondicionado. Es casi inhumano. Pero también es cierto que, debido a las necesidades actuales ahorro de energía, es cada vez más común que el aire deba estar bajo. Ayúdese con un abanico. Es glamoroso y totalmente verde.

5. Apague la luz. Hágase un propósito de “no más luces encendidas” a menos que sean estrictamente necesarias. Si su oficina tiene una buena entrada de luz natural, oriente su escritorio de manera de aprovecharla durante las horas de luz. Revise todo el tiempo en casa si hay luces encendidas sin necesidad y apáguelas.

6. Aproveche el papel. Piense en cada hoja de papel como en un árbol. Usted no botaría a la basura un árbol que sólo fue utilizado por una cara. Si va a mandar un fax, sustituya la página de identificación por un post-it con los datos de envío.

7. Camine. En nuestras ciudades es difícil, porque entre el calor, la inseguridad y el hecho de que la mayoría están diseñadas en terrenos poco amigables, el carro es la primera opción. Pero hágase la pregunta: ¿Realmente necesita ir en automóvil todo el tiempo? Busque al menos una cosa que puede hacer sin el carro e incorpórela a su vida.

8. Lea. Las etiquetas de los productos que consume, los carteles de su comunidad, las notas que constantemente están publicando los medios nacionales e internacionales sobre el tema. Los mensajes están ahí.

9. Reutilice. Frascos, potes, bolsas, periódicos, revistas, latas… Todos tienen usos insospechados y merecen ser explotados. En Internet hay montones de ideas par reutilizar en lugar de botar y comprar de nuevo. Vaya siempre por esta opción primero.

10. Cambie los bombillos. Ya es prácticamente obligatorio, pero hay todavía quien se hace la vista gorda. Los bombillos ahorradores están allí para utilizarlos. Si no le gusta la luz blanca, también los hay en versión cálida. Pero no compre más de los antiguos. Están totalmente Passé.

11. Convierta el aceite en desecho sólido. Desechar el aceite líquido es un problema. Si se vacía simplemente por el caño se convertirá en una capa de grasa que irá a parar a algún sitio y contaminará el agua. Aunque no es todavía la mejor solución posible, un paso más adelante es acumularlo en un frasco o botella y desecharlo en la basura sólida. Sigue contaminando, pero menos.

12. Hable con sus hijos. Las ganas de hacer un pequeño esfuerzo conservacionista deben ser contagiosas. Explíquele a sus niños la importancia que tienen ciertas costumbres y contágielos de esta energía. Ellos son excelentes multiplicadores.

13. Utilice menos agua caliente. Usted tiene todo el derecho a bañarse con agua templada. Pero su ropa y sus platos pueden perfectamente optar por el frío. A menos que realmente sea necesario, trate de no utilizar el calentador para estas otras actividades cotidianas.

14. Vaya al banco en línea. Si bien en Venezuela todavía es imposible no recibir estados de cuenta del banco (con tanto atraso que uno se pregunta para qué los envían), sí se puede hacer diligencias desde la computadora. No sólo es más cómodo, sino que se ahorra energía en cada transacción (y tiempo, que también es un bien en vías de extinción).

15. Apague. La computadora cuando se marche del escritorio, el televisor cuando no esté viendo ningún programa (no lo tenga encendido sólo para “hacerse compañía”), las luces de las oficinas o habitaciones que no está utilizando

16. Recupere tinta de su impresora. Cada cartucho desechado es un agente de contaminación. Rellenando no sólo ahora dinero, sino que contamina mucho menos.

17. Viva portátil. Si es hora de cambiar su computadora, considere una portátil. Aparte de ser más cómodas que las máquinas de escritorio, utilizan el 50% de energía al estar conectadas y apenas 1% cuando se usan con baterías.

18. Pásese a la música digital. Aunque más de un músico no quiera saber de esto, la música en formato digital no produce cajas ni genera basura. Descargue legalmente, eso sí.

19. Trate de reciclar. Sí, hay mucha gente a la que le parece “pavoso”, pero usted puede hacer un esfuerzo por reciclar. Infórmese sobre las políticas que el municipio donde usted habita tiene al respecto y trate de hacer un esfuerzo por adoptarlas. En algunos casos es difícil, pero siempre vale la pena el esfuerzo.

20. Esparza la palabra. No se desmoralice porque usted no puede ser “tan verde” como otras personas en otros países. Haga su parte. En las clases de Yoga se dice que, si una persona respira bien, ya es capaz de contagiar a las demás. Conviértase en un evangelizador de la palabra verde.

 

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