Orión, el perro héroe de La Guaira, ya tiene plaza y estatua: conoce su historia
En la plaza Las Palmeras, en Tanaguarena, muy cerca de donde vivía Orión, se inauguró un monumento que recuerda a este héroe canino
Curiosidades
Orión era un perro de raza rottweiller que, durante la tragedia de La Guaira, en diciembre de 1999, se convirtió en un héroe porque, sin guía de nadie y solo por instinto, salvó la vida de unas 37 personas, incluyendo varios niños. Su recuerdo siempre ha permanecido vivo entre los vecinos de la zona y ahora, casi 25 años después, se le rinde homenaje con una plaza y una estatua en su honor.
Ayer, el gobernador del estado, José Alejandro Terán, inauguró la estatua de Orión, en la plaza Las Palmeras de Tanaguarena, a pocos metros de la iglesia. Además, esa área de la plaza se ha hecho canina, pues se construyó un parque para las mascotas.
La escultura de Orión la hizo el artista Manuel Parada. La obra mide dos metros y medio, está hecha en resina y fibra de vidrio y su base es de roca, para recordar el deslave. La iniciativa de hacer un lugar de homenaje para Orión surgió de un grupo de vecinos de Tanaguarena, que aún lo recuerdan.
La heroica historia de Orión
El animal era la mascota del piloto Mauricio Pérez Mercado y de su familia, quienes vivían en una de las quintas de Cerro Grande, en Tanaguarena, al lado del río. Este conjunto residencial quedó completamente destruido por el deslave. De hecho, se decretó inhabitable y nadie ha vuelto a vivir formalmente ahí. Antes de la tragedia, Orión solía pasear suelto por las riberas del río, en compañía de otras mascotas de la urbanización.
La tragedia ocurrió el 16 de diciembre de 1999, pero ya llevaba varios días lloviendo intensamente en toda La Guaira. El 15 en la noche, y según recordó en su momento su dueño, Orión comenzó a ladrar con desesperación. Estaba muy inquieto. Según Pérez Marcano, su insistencia llevó a la familia a refugiarse en la azotea de la casa, donde pasaron la noche. Al día siguiente, ese lado del Ávila, muy cerca de la urbanización, se vino abajo arrastrando a su paso toneladas de lodo, grandes árboles y piedras inmensas. Todo quedó tapiado.
La familia Pérez Marcano fue rescatada en helicóptero pero no podían llevar a sus mascotas. Orión quedó en la platabanda con Alfa, una perra de su misma raza, y cinco cachorros. Alfa logró salvarse del deslave pero no las crías.
Según contaron habitantes de Cerro Grande que aún no habían sido rescatados, una niña comenzó a gritar desde el río. Estaba aferrada a un palo. Según los testigos, Orión saltó al agua que ya era lodo, llegó hasta la niña, y sujetándola con su hocico, la llevó a la orilla. Luego regresó a hacer lo mismo con una adolescente que se encontraba en una situación parecida. Dicen que, durante varios días, ayudó de diferentes maneras a unas 37 personas, colaboró con un grupo de voluntarios para hacer un puente improvisado llevando una cuerda de un lado a otro del río, y que, incluso, desenterró a un anciano del lodo. Además guio a los damnificados a los sitios de reunión.
En el año 2000, Orión recibió la medalla Honor al valor, en el Concejo Municipal de Caracas. Murió en 2008, por gastroenteritis. Su hazaña fue reconocida por medios de comunicación nacionales y foráneos.
